Archos & Techsturas

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Flashback

Entro al centro cuando se acaban las clases. Se está acabando el curso. Llega la semana Santa. Mi mejor amigo se fue hace 2 días.

Voy a girar la esquina para llegar al pasillo que da a mi cuarto cuando oigo voces y me paro en seco.

-Debemos arreglar esto. No se acuerda de nada- Es la voz de la responsable. ¿Con quién habla?-.

-Su trauma le ha hecho olvidar todo- Está hablando con un hombre. Tal vez sea el director-.

¿Helen va bien? No la he visto desde hace tres días. Seguramente están hablando de ella. Quiero informarme. Quiero oír más.

-Será mejor no hacerle recordar nada. Si eso pasa, le vendrá un ataque. Que haya perdido a tantas personas le ha afectado demasiado.-

Oigo pasos. Alguien se acerca. Disimuladamente, hago parecer que estoy llegando justo en este momento.

-Buenos días, Kramer- Pasa el director y me saluda con una sonrisa que esconde algo-.

-Buenos días, director..

Entro a mi habitación y veo que Helen está allá. Sonrío y le voy a dar un abrazo.

-¿Estás bien? He oído que te ha pasado algo- le digo-.

-Ahora no es momento de hablar de mí. Me han dicho que has estado hospitalizada durante 9 días.-

-¿Que he estado qué?- pregunto-.

-Hospitalizada, durante 9 días.-

-¿Cuando?- Debe ser una broma de las suyas. Como siempre hace-.

-Desde el día 13.-

-Imposible. Hoy es 13 de marzo- le contradigo-

-No. Hoy es 22. ¿No te acuerdas, o qué? ¿Porqué estabas en el hospital?-

-Que yo no he ido al hospital...-

-¿Estás bien por lo de Nathaniel?- me pregunta de repente-

-Pero si sólo ha pasado dos días, no pasa nada. Ya tendremos contacto en algún momento- le informo-

-No, Willow. ¿Dos días? ¿Te encuentras bien?-

-Perfectamente- le esbozo una sonrisa-

Flashback finalizado

Llego a casa y antes de abrir la puerta principal de mi nuevo piso, veo como hombres entran con enormes cajas a la puerta de al lado. Esto es el infierno... Nuevos vecinos. Se me da tan mal hablar con ellos... Siempre les tengo que poner excusas para que no me inviten, sobretodo si son de mediana edad.

-Dejad estas cajas en la habitación más grande, al final del pasillo a la derecha.-

-¿Nate?-

-¿Willow? ¿Y ahora llegas a casa?-

-¡Adiós!-

-¡Qué borde!- me grita mientras cierro la puerta-.

Cierro la puerta dando un portazo.

Me apoyo en ella y me dejo caer al suelo lentamente. Suena el timbre. Me levanto lo más rápido possible y abro la puerta.

-¿Me puedes hacer un enorme favor?- Cara de inocente. No voy a aceptar cualquier cosa por esa cara que conozco- ¿Me ayudas a arreglar mi casa? No podré arreglarla yo solo en una noche. Además una chica sabe cómo ordenar la casa mejor que un chico.-

-Vete, con una amiguita de las tuyas pídele eso. Encima, seguro que tienes una larga cola partir de la puerta de tu piso, engrído. No pienso ayudar un idiota como .-Esto es lo que me habría gustado decirle. Pero es mi punto débil. Nunca puedo decir que no. A nada ni a nadie.

-Ahora voy. Espera que cojo algo.-

Nate se va. Dejo la puerta abierta. El bolso que tenía en la mano lo dejo encima de la mesa del comedor y de él saco dos hojas, las fotocopias de las hojas que Nate rompió. Cojo las llaves y cierro con ellas la puerta. No camino ni 10 pasos y llego a su puerta. Está abierta. La abro a poco a poco y la cierro detrás mío. ¡Qué rabia! De todos los estudiantes que hay en la universidad, me tenía que tocar éste como vecino.

-¿Hola? ¿Katleman?- ¿Dónde está?-

-Willow, estoy aquí. ¿Puedes venir?-

Sigo el camino por donde me llegaba su voz y llegué a ''su habitación''.

-¿Qué haces allá arriba?-

-Arreglar la luz. ¿No ves?- Cambia de tono de voz. Ni que fuera la primera vez que no se da cuenta de que ha hablado como un gilipollas- Lo siento.

No respondo.

-Voy a por unas alicatas. Están en una de las cajas- me dice mientras se baja de las escaleras-.

Veo que las alicatas están encima de un mueble blanco que hay en la misma habitación en la que estamos, cosa que él no ve.

-Oye.-

-Ahora vuelvo... No me eches de menos- me dice- 

-Idiota, no te iba a echar de menos. Las alicatas están aquí- hablo para mí misma, lo más bajo para que no me oiga-.

Cojo las alicatas y subo las escaleras. Que incómodas, te dan sensación de caerte. Mientras reviso el cable viene Nate.

-No las he encontrad... ¿Qué haces allá arriba? Bájate, tu no sabes de esto.-

-Qué creído, ves a apagar la corriente. Si no, alguno de nosotros se va a electrocutar.-

Me hace caso. Acabo arreglando yo la luz mientras él se queda contemplando. ¿Cómo he podido llegar a esta situación de amabilidad entre vecinos? Nunca pensé que mi debilidad llegase a este punto..

-¿Lo aprendiste del instituto?- me pregunta-.

-No, me lo enseñaba mi abuelo cuando tenía unos 9 años .-

*****

Al fin acabamos...

-Me voy a casa-

Salgo de su casa y entro a la mía. Voy directamente a lavarme las manos. Mientras me seco mis manos, me vibra el mobil. Lo cojo del bolsillo trasero de mi pantalón y miro que notificación tengo: Petición de amistad de N. Katleman en Facebook. Confirmar o más tarde.

La acepto. 

*****

A la mañana siguiente empezábamos a las 11 así que aproveché el tiempo y me fui a un café italiano. Me cogí un suizo y me senté en una de las mesas de fuera. Mientras no me daba cuenta del tiempo que pasaba, una mujer joven se acercó:

-¿Esta silla está libre?- mostró una de las que tenía justamente delante-

-Por supuesto- asentí-

La mujer desconocida, en vez de llevarse la silla a otro lugar, se sentó en ella, delante mío. Me adelantó su mano presentándose:

-Eres Kramer, ¿verdad? La famosa nieta de Alexander ¿cierto? Soy Mariah Young, una periodista-

No sabía qué decir, nunca estuve en una situación como esta.

-Si, si que lo soy. Pero, no creo que este sea un momento perfecto para una entrevista.. Lo siento. No tengo nada que decir- dije avergonzada-

-Entiendo, bueno, solamente quería averiguar si lo era, hace poco una revista publicó su nombre y el de su abuelo en ella y estaba interesada. No quería preguntar. En tal caso, señorita, encantada de conocerla, si tiene alguna pregunta sobre nuestra revista, porfavor, llámeme directamente- dijo levantándose de la silla mientras me entregaba una tarjeta-

-Gracias, igualmente- contesté aún incrédula.

La mujer desapareció y revisé la tarjeta: Archos & Techsturas (Architecture) Mariah Young, propietaria de la revista. Estaba escrito su número y email a mano, seguramente el privado. 

Aunque sigo sin entenderlo, ¿Para qué me neceitaba? No es periodista, es la propietaria. ¿Quién es?

Willow's ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora