Willow's Shadow

¿Quién es él, en verdad?

-Buenos días, Willow. Hace tanto tiempo que no nos vemos...- nos damos dos besos y nos sentamos en una mesa de IlcaféediFrancesco-.

-Buenos días, Claire. Sí, es verdad, muchísimo tiempo...-

-¿Cómo estás?-

-¿Yo? Pues como siempre...

-¿Cómo te va la nueva universidad?-

-Bien. Bueno, tiene su punto de... No has querido quedar conmigo para preguntarme esto. Ves al grano, por favor...-

-Es cierto, tienes razón. ¿Tanto se me nota?- Agita su cabeza hacia la derecha como una niña pequeña, dejando caer en cascada su rubio y largo pelo-.

-Si, habla. Te escucho.-

-Verás, ¿Te has encontrado con él?- Cambia rotundamente la expresión alegre de su cara-.

-¿Con quién?-

-Ya sabes... Nate- Se pone tensa-.

-¿Mi vecino?-

-¿Es él? ¿Habéis llegado al punto de ser vecinos?-

-¿Tan famoso es, que hasta tú lo conoces?-

-Yo... Lo conocemos desde siempre, Will...-

-¿Conocemos?- No entiendo, sé perfectamente que Claire dice cosas sin sentido pero es que aún ni se ha molestado en cambiar su carácter-.

-Si, conocemos. Es Nate. Tu lo conocías. ¿No te acuerdas?-

Dudo durante unos segundos mientras doy un sorbo a mi frappé matutino.

-No. Es la primera vez que lo veo.-

-Si, es verdad, será eso. Pero, cuando descubras quien es en verdad llámame. ¿De acuerdo?- se levanta de la silla y me deja una hoja donde está su número apuntado-.

-¿Dónde te vas? Pero si acabamos de sentarnos. ¿Me vas a abandonar como aquélla vez?-

-Lo hice por tu mísera popularidad.-

Sin echarle ojo más veces mientras se alejaba calle abajo, empezaron a darme ataques de memoria.

Ella, me abandonó. ¿Porqué? Pues porque no tenía amigos. ¿Pero porqué no tenia amigos? Por culpa de la despedida de 4 personas. Siempre me acuerdo de ello. Siempre han sido cuatro. Son: Mi padre, mi madre, mi abuelo y...

Un dolor repentino me viene en la cabeza mientras levanto la vista de mi frappé.

...Y de Nathan o .. de Nate. Pero... Este es impossible que sea Nate. Nate era mucho más mono. Aunque este Nate también lo es. Pero miNate tiene los ojos de color miel y este los tiene azules y usa lentillas de otros colores cada día.

Pago la cuenta y me dirijo al coche. Arranco y conduzco hasta la universidad.

Llego a clase muy pronto.

No ha venido ni Sandra, ni... Nate, ni las pijas de ayer, ni nadie a parte del director y yo.

-Perdone, señor director, ¿Puede abrirme la puerta del taller?-

-Si, claro- Responde con una sonrisa- Pero hazme un favor.-

-Si, dígame.-

-La próxima vez que nos veamos, no me hables formalmente, hablando de ustedy... ya que estamos, ¿Qué hace Nate en clase? Supongo que no hace nada.-

-Es verdad, él no hace nada.-

-Tendrá su merecido. Tiene que atender a todas las clases, si no entrega algún trabajo me avisas. Bueno,- saca unas llaves y seguidamente me abre la puerta- No hagas ningún accidente, confío en ti.-

-Gracias. Adiós.-

Entro dentro del taller y cierro la puerta detrás mío. Ahora sólo estamos yo y el olor a madera.

Dejo mi bolso en uno de los escritorios y saco un pequeño plano que hice sobre la casita del árbol del cajón, para empezar a talar la madera que necesito.

Decidí utilizar madera de 7'5 × 4 Cm para los costados. La medida de la casita sería 2×2×1'5 con un área de 6m³. Esto más el área del techo en forma de pirámide triangular.

Nunca pensé que esto sería tan fácil. Y con este silencio nada lo va a superar. Sólo me faltarían tener aquí unos cuantos libros y ya sería perfecto.

Me levanto de la silla y voy examinando la madera. Decidida la cojo y con una sierra la empiezo a talar.

Se abre la puerta.

Entra Nate y se para en seco en cuanto me ve.

-¿Acostumbras a llegar temprano?-

No contesto.

-Me tomaré ese silencio tuyo como un si.-

-No nos conocemos.-

-¿Qué me estás diciendo?-

-A partir de ahora, no me hables más, no nos conocemos.Eres demasiado molesto para mi. Eres un bipolar. A veces eres amable y segundos despues eres un ogro.-

-¡Qué rara eres! Tú no eras así. Eras más especial.- 

-¿Qué insinúas decirme?-

-Tú-No-Eres-Así. ¿Entiendes?-

-Ni siquiera me conoces bien.-

-Si no te conociera bien , no le habría pedido que me ayudase a hacer la mudanza a una completa desconocida que apenas había compartido conversación con ella.-

-Y si yo no te conociera bien... No te...- me doy cuenta que me estoy equivocando completamente. ¿Qué intento decirle?- Da igual, déjalo.-

-No no sigue.-

-¡¡Qué te calles!!- ¿Porqué se humedecen mis ojos?-

Cojo mi bolso y salgo del taller.

Y con mi coche, echo destino a la ciudad de donde vengo. Pensando en saltarme las clases del tercer dia de clase solo para relajarme y olvidar por milesima vez el pasado.

Hey there! Buuuaaaah, quesueño.... No sé porqué pero siempre que escribo un capítulo lo hago todo seguido durante la noche. Creo que es porque cuando me estoy durmiendo, sueño despierta y me viene más insipiración. Aunque lo estoy echando a perder. Esta vez no me ha llegado como las anteriores veces.

Muchas gracias por el apoyo

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Imen