2. Conociendo las reglas.

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...

Cuando abrí mis ojos tuve que parpadear varias veces, mi vista estaba pañosa y yo estaba demasiado mareada, con un  dolor de cabeza terrible y nerviosa, froté mi frente con mi mano izquierda, me percaté que estaba en una cama,  en una habitación vacía que solo tenía la cama en la cual yo estaba descansando, Dios mío, esto me aterrorizaba y me ponía los vellos de punta.

Tenía un ardor en la rodilla izquierda, era la herida, el dolor y ardor era incómodo , miré mi rodilla y estaba vendada, el tipo había vendado mi herida.

¡QUE HORROR! ¡ME TOCÓ!

Como pude me senté, acomodando mi espalda en el respaldar  de aquella cama y miré que en la pared de enfrente estaba una pantalla plana de 62 pulgadas y estaba encendida, pero estaba en silencio, eso significa que el tipo de anoche me tenía en esta habitación con motivos  desconocidos, tomé el control remoto y apagué la tv, de seguro quería dinero de Leandro,  mi padre,  ¡Es culpa de mi papá! Tenía que intentar escapar de aquí, ligeramente.

Me puse de pie inmediatamente, con mi rodilla lastimada, no podía caminar tan rápido, era muy difícil, pero me dirigí a la puerta, intenté abrirla y era imposible estaba cerrada por fuera ¡Joder, joder! Estuve al rededor de 15 minutos intentando abrir la maldita puerta pero fallé..¡maldita puerta!

Tengo que dejar de maldecir todo lo que se me pone en la mirada,no tienen la culpa de mis desgracias.

Con incomodidad y casi arrastrando mi pie izquierdo, fui hacía la ventana, al correr las cortinas blancas, parecía ser una ventana corredera oscilo-paralela, su vidrio es polarizado, el sol entro a la habitación, era de mañana, yo podía ver hacia fuera, solo miraba unas sillas, plantas muy bonitas y una vista fenomenal.
Había otra puerta que daba a un baño, muy grande, tenía el tamaño de otra habitación, el tipo parecía tener dinero, dudaba mucho que quisiera dinero a cambio de mi libertad.

En conclusión yo estaba encerrada en lo que era una casa de dos pisos, en una habitación acompañada de una cama y una pantalla de tv.

Después de mis intentos fallidos de intentar escapar por la ventana y la puerta, comencé a gritar como loca desquiciada pidiendo auxilio.

-¡AYUDA, AUXILIÓ!- grité con todas las fuerzas desde el fondo de mi pecho.
- ¡ESTO ES UN SECUESTRO! ¡AYUDA POR FAVOR!- Repetí los gritos ciento de veces, golpeé la puerta con mi pie derecho, incluso con mis manos, causando mucho ruido-¿HAY ALGUIEN ALLÍ? NECESITO AYUDA- yo seguía gritando por mi lucha de querer ser libre, si eso no funcionaba al menos haría que se cayera esta puta puerta.

Ya había pasado mucho tiempo gritando y no obtuve ayuda, me dolía mi garganta y mis manos de golpear la puerta, me dejé caer al suelo arrastrando mi espalda contra la puerta.
¿Porque esto me tiene que pasar a mi? ¿Porque no a alguien más? Si no que precisamente a Madison Brown, yo.

Comencé a llorar, las lágrimas se resbalaban por mis mejillas, que terrible, qué tristeza.
Después de quejarme sobre mi vida, sequé mis lagrimas con mis manos, mi maquillaje estaba corrido, mi vestido estaba sucio, mis zapatos estaban al orilla de la cama, de seguro me miraba hecha  un desastre.

Pero no me rendiría.

-Madison, eres fuerte, eres una Brown, tú puedes- me susurré a mí misma, increíble ya estaba quedando completamente loca, comencé a gritar y a golpear la puerta otra ves- ¡AYUDA MALDITA SEA, NECESITO AYUDA!- gritaba, los golpes a la puerta eran más fuertes  ahora, la golpeaba con todas mis fuerzas, golpeaba la ventana y luego corría a la puerta y gritaba, hasta que escuché un ruido, apoyé mi oído izquierdo a la puerta y escuche un ladrido pequeño, era un perro mejor dicho un cachorro, los ladridos era suaves y lindos.

Secuestrada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora