4. Si te he herido...te pido perdón.

3.9K 228 37
                                    

-¡Este es el peor error que pudieses haber hecho, Madison Brown - Dijo alzando su vos.

-No volverá a suceder, de verdad lo lamento-Dije sollozando.

-Ni se te ocurra llorar-

Tomaba mi brazo con fuerza y prácticamente  me arrastraba atrás de él, sus intenciones era llevarme a la habitación para darme mi "merecido".

Tenía miedo, mi cuerpo temblaba y desde que llegué aquí nunca lo había visto tan molesto, desde la ves que empecé a llorar.

<Como de costumbre: Madison llorando>

No me culpen, estar secuestrada y encerrada con quien sabe quién en una casa gigante no suena tan bonito, aunque el baboso sea guapo no le quita lo criminal y bastardo que puede llegar a ser.

Siguió jalando de mi brazo, parecía que quería desposarlo de mi no sensual cuerpo.
Zeus al vernos nos ladraba el pequeño pensaba que estábamos jugando.
El idiota le alzó la vos regañándolo y el se fue con su rabo entre sus patas, yo solo lo ignore, era un pendejo hasta con los animales.

Me hizo subir la escaleras a la fuerza y para rematar no me llevaba hasta "mi" habitación si no a la de el.

-Suéltame no entraré allí- dije tratando de soltarme.

Como no es sorpresa una mujer no tiene las de ganar en una situación como esta, nosotros somos como una uva diminuta a la par de la fuerza de un hombre que son una sandía gigante.

<O alguna otra fruta más grande, yo que sé>

<Madison, ¡llamando a tierra! era él hambre que me hacía pensar en frutas o era la mismísima desesperación>

-Es que no te lo estoy pidiendo-Dijo empujándome a entrar en la habitación-No es opcional, tienes que hacer lo que yo te diga.

La habitación era súper grande tenía un armario, una mesa de noche, su cama súper gigante, baño que supongo que era muy grande como una habitación, pantalla de tv más grande en comparación de la que había en "mi" habitación y muchas cosas más que lucían sorprendentemente inimaginables.
Me dejó dentro de la habitación y cerró con fuerza la puerta, haciéndome pegar un pequeño brinco del susto por el fuerte sonido de la puerta al cerrar.

<Es hora de rezarle a Dios que si este es mi último día que me perdone>

<Madison, no pienses en la muerte>

Mi vida ya no podía ser peor, estaba parada allí viendo alrededor de aquella habitación y me daba miedo de tan solo pensar que sería capaz de hacerme ese tipo, Dios mío, si tan solo yo no hubiese ido a esa fiesta no estaría aquí en este momento, si no en casa tranquila o en mi secundaria preocupándome por estudiar y mejorar las notas de culo que llevo y por Dereck.
El tipo entró cabreado a la habitación y al ver que se acercaba mi cuerpo se lleno de escalofríos.

-Yo tenía que ir a trabajar hoy-Dijo poniéndose frente a mi.

-Anda entonces-Le dije mirándolo fijamente.

-No, no iré- Negó con su cabeza.

Tomó mi rostro entre sus manos e intentó besarme, le hice lucha al terror y pude separarme de él.

-¿Quieres jugar?-Pregunto el riendo hipócritamente.

Se acercó a mi de nuevo, caminé de reversa, para no quedar cerca de él y pegue con la cama, el tipo empujó mi pecho haciéndome caer sentada en ella, mierda.
Quedo sobre mí, yo arrastré mi cuerpo incluso estando en la cama y pegue con el respaldar  de esta , el tiro de mi pie haciéndome quedar abajo de el, Dios mío.

Secuestrada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora