Soulmates - {Lauren Jauregui y tú}

Prólogo

 "Un alma gemela auténtica es la persona que te saca todo lo que tienes reprimido, que te hace volver la mirada hacia dentro para que puedas cambiar tu vida. Es la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros que haz construido sin que te des cuenta..."

Estaba leyendo un artículo sobre almas gemelas que mi amiga Carol había insistido que leyera, "Para que prepares para cuando conozcas a tu alma gemela en Miami" - decía el mensaje que me había enviado con el link de aquel artículo empalagoso. Carol insistía que una vez que llegara a Miami encontraría a mi alma gemela, y yo le insistía en que no sucedería.

"Sólo son tonterías..." - pensé una vez que terminé de leer el artículo

- ¡____!, ¡baja ya o perderemos el vuelo! - gritó mi madre desde la escalera

- Esta bien, bajo en un segundo - grité respondiéndole

Terminé de guardar algunas cosas en mi mochila, miré mi cuarto por última vez y bajé.

- ¡Hasta que bajas!, ya pensaba que habías muerto o algo - reí ante su exageración

- No seas exagerada mamá - rodé los ojos

- Ya ya ya, caminen que se nos hace tarde - dijo mi papá empujándonos hacia la puerta

Miré por última vez aquella casa que me había visto crecer, que había visto mis travesuras, mis caídas, mis llantos, que había escuchado mis gritos y que había guardado aquel secreto que sólo mi padre y mi madre sabían. Recordé todo lo que había vivido en esta casa y no pude evitar sentir nostalgia. Sentía que al dejar esta casa estaba dejando parte de mi vida atrás, pero este ya no es mi hogar, tendré que aceptarlo y seguir.

"Algún día volveré, lo prometo..."

"Adiós vida, adiós Chile..."

Salí de la casa y allí estaban mis padres y Carol, corrí hacia ella y me lanzé a sus brazos.

- Enana - dijo mientras me abrazaba y lloraba - te voy a extrañar tanto

- Yo también idiota, me vas a hacer mucha falta - le dije antes de romper en llanto

- Hey, tranquila, si me necesitas sólo escríbeme, o llámame por skype o no sé, pero comunícate conmigo, ¿está bien? - asentí, iba a contestarle pero mi madre nos interrumpió.

- Cariño lamento interrumpirlas pero en serio debemos irnos, se hace tarde.

- Esta bien má, sólo un segundo - dije para luego volver mi atención a mi pelirroja amiga - creo que ahora si debo irme Caro, oh dios mío en serio que te voy a extrañar, prométeme que algún día nos irás a visitar

- Claro que iré idiota, además no me perdonaría el perderme la oportunidad de conocer a tu futura alma gemela - dijo fastidiosamente mi mejor amiga

- Cállate idiota, no arruines el momento además sabes que no creo en eso

- Lo sé, pero cuando la conozcas te acordarás de mi - dijo tirando su pelo hacia un lado con aire de diva, reí ante su gesto.

- Ya rojita debo irme, si perdemos el vuelo mis padres van a asesinarme - anuncié acercándome de nuevo para abrazarla

- Esta bien peque, adiós, llámame en cuanto lleguen ¿bueno? - asentí y le di un beso en la mejilla, volví a abrazarla y subí al auto.

Antes de partir me hizo una seña para que bajara un poco el vidrio.

- ¡TE QUIERO MUCHO ENANA! -me lanzó un beso y le correspondí - ¡CUÍDATE Y NO ME CAMBIES POR UNA GRINGA EH! - reí y negué.

- ¡TAMBIÉN TE QUIERO MUCHO IDIOTA! ¡ADIÓS!

[...]

Después de un largo viaje por fin habíamos llegado al sur de Florida, al Miami International Airport. Una vez que recibimos nuestras maletas salimos de allí, subimos al auto que nos esperaba y partimos rumbo a nuestro nuevo hogar.

Iba admirando el paisaje y realmente todo era muy hermoso.

"Podría acostumbrarme a esto..."

Luego de media hora llegamos a la que ahora sería nuestra casa. Bajé del auto para comenzar a bajar mis cosas, pero mi padre y el conductor se adelantaron.

- Tranquila Cariño Will y yo nos ocuparemos de las maletas - dijo al ver que quería ayudar

- Pero papá ...

- Pero nada pequeña, tú solo ve adentro - sentenció mi padre, solo asentí y caminé hacia la entrada de la casa.

Antes de entrar admiré mi alrededor, sintiendo aquel aroma marino que realmente amaba.

"Esto en serio me agrada..."

Entré y observé la casa, efectivamente es muy grande, tal y como dijo papá que sería. Subí y busqué mi nueva habitación, me costó encontrarla ya que habían muchas puertas. Una vez que la encontré, me adentré en ella y realmente me sorprendió, era muy grande y tenía un gran ventanal con vista excelente. Estaba perdida en aquella hermosa puesta de sol que se estaba formando cuando sentí tres golpes en mi puerta.

-¿Si?

-¿Puedo pasar? - era mi padre al otro lado de la puerta

- Claro pá, está abierto - dije mientras me tiraba en la cama

- ¿Te gustó todo princesa?

- Sí papá, está todo hermoso, y esta habitación es tan ¡wow! - aseguré emocionada

- Me alegra que te guste - dijo riendo - pero aún así si quieres puedes remodelar tu cuarto a tu gusto

- ¿Es en serio?

- Claro que sí princesa - sonrió y me abrazó

- Gracias papá

- ¡Oh! había olvidado que tengo una sorpresa para ti - mencionó con una gran sonrisa - ven, estoy seguro que te va a encantar - dijo tomando mi mano

Nos dirigimos al final del pasillo, paramos frente a una de las tantas puertas que había allí, sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta y me dijo que pasara primero. Quedé realmente sorprendida con todo lo que vi en aquel habitación.

- Todo esto es para ti princesa, sólo para ti, este es tu lugar ahora

- Oh dios mío papá, gracias en serio, gracias - lo abrazé y repartí besitos por toda su cara, francamente estaba muy sorprendida y emocionada

- De nada cariño, ahora tienes donde ensayar para la audición - asentí y lo volví a abrazar, y luego sin más, salió de la habitación.

"Mierda, había olvidado la audición..."