El final o el comienzo?

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  • Dedicado a Valentin Marano
                                    

El día siguiente...

Nos despertamos. Bori y yo les contamos a los demás lo que había ocurrido la noche anterior que al parecer no se habían dado cuenta. Luego fui rápido hacia la cabaña de Acacia para ver cómo estaba y ya que estaba poder ver un poco más su belleza antes de partir. Entre despacio para no hacer tanto ruido y la vi a ella acostada en una cama de mimbre media estropeada, entonces me le acerque y vi que su pierna estaba mal herida. Llame rápidamente a Salómon para que conjure un hechizo para poder sanarla.

Una vez ya sana, me acerque para hablar, le pregunte si tenía a alguien más en esta ciudad, ella me dijo que su única familia era su padre, no quise seguir hablando de eso. Me sentí muy mal ya que yo lo mate  pero era lo mejor.

No tarde en declararme ante ella, le dije lo bella que me parecía, y si quería aventurarse con nosotros, ella acepto sin dudarlo ya que para ella yo era el hombre más valiente, ella sabía que la iba a cuidar bien.

Esa misma tarde seguimos nuestro camino hasta la montaña. Tardamos 4 semanas en llegar, en ese largo camino nos enfrentamos a grandes bestias como orcos, que logramos degollarlos con Magem, grandes dragones de hielo que con solo murmurar unas palabras Salómon, prácticamente los derretía, y muchas bestias más, pero me acuerdo una que casi me quita la vida, era un orco pero no era normal sino con una fuerza que parecía que se la dio un dios. Él me tenía acorralado junto a un árbol con una espada toda oxidada y llena de moho, ya estaba por decapitarme, pero Salómon logro paralizarlo y Bori logro matarlo.

A lo largo del viaje le fui enseñando a Acacia técnicas de lucha y Salómon le enseñaba hechizos aunque a mí nunca me enseño ninguno y se lo había pedido muchas veces.

Una vez en la entrada de la cueva donde estaba el gran libro, apareció un gnomo y nos dijo que la única forma de entrar a la cueva era adivinar una adivinanza, y la dijo con una voz muy rara -Ando por acá y por allá, soy un guerrero, no hay nadie que me derrote, yo siempre matare todo lo que me este estorbando, quien soy- acabó diciendo. Bori y Magem se miraron como sin tener idea, Acacia, solo miraba al extraño gnomo, ya que tenía una cara más fea que la de un ogro, Salómon tampoco tenía la respuesta, ni él podía creerlo, ya que siempre tenía una respuesta para todos. Pero fue ahí cuando se me apareció la respuesta en la cabeza y grite -Yooo! Ando por acá y por allá, soy un guerrero, no hay nadie que me derrote, yo siempre matare todo lo que me este estorbando- él gnomo sonrió y dijo -Muy astuto resulto Zed el cazador- y desapareció.

Entramos en la cueva y ahí estaba, estaba sobre un gran altar, era muy grande como para ser un libro, Salómon corrió rápido hacia él, lo abrió y una gran luz que iluminaba toda la cueva salió de él. Y en ella se veía una cara...si era la cara de un dios y por lo que parecía no era de cualquier dios. Era Zeus el dios del rayo y nos dijo que éramos muy valientes por a ver llegado hasta ahí. En ese preciso momento una gran explosión destruyo toda la cueva y quedamos bajo los escombros,  y apareció era él, Zeus en carne y hueso. Y nos dijo que estábamos destinados a la aventura y desapareció, todos los escombros se convirtieron en oro. Bori se lo quedo como  era el trato, pero nos dijo que continuaría esta aventura con nosotros.

Todos conseguimos lo que queríamos, ya que después de la aparición de Zeus me di cuenta que esto no era el final sino el comienzo...

                                                 CONTINUARA...?

Zed El CazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora