Capitulo 3

3 1 0
                                    

Me encontraba guardando mis libros en mi mochila, tenía exactamente dos horas con quince minutos para llegar al aeropuerto, coger las maletas y regresar a tiempo para mi siguiente clase. Me apresuré y salí casi corriendo por el pasillo hasta llegar al estacionamiento, saque las llaves de mi auto, con el dedo listo en el botón de desbloqueo de seguros.
Mi mirada se detuvo junto con mi caminar, frente a un jeta clásico color negro y un chico alto de tes clara con cabellos castaños, traía puesto unos jeans negros junto a una playera blanca y unos tenis, tenía una expresión relajada mientras dejaba salir una nube gris de sus labios y pisaba la colilla de un cigarro.
Aclare mi garganta, dando largos pasos en su dirección -¿acaso no te aún informado que no se puede fumar en el estacionamiento? -dije en tono acusatorio y con mi brazo lo empuje para desbloquear una puerta- y menos sobre mi auto ¡qué diablos te pasa, Liam! Sabes que no puedes seguir así, ya te dijeron que una más y no te la perdonan -le apunte con el dedo- ¡¿acaso no te importa?!
-el chico movió su mano, bajando mi dedo e hizo como si de mis labios no hubiera salido ni una palabra- Buenos días Dom ¿ya nos vamos? -dijo mostrando una sonrisa divertida, que resaltó uno de sus hoyuelos. Le fulmine con la mirada y le lance las llaves- date prisa, tengo el tiempo sobre mi.
Se limitó a asentir con la cabeza y subió del lado del conductor al mismo tiempo que yo hacía lo mismo, abroche mi cinturón y dirigí la mirada una ves más a el- lo digo enserio, no quiero que sigas teniendo más problemas -el me miró, esta vez realmente me estaba poniendo atención y sabía que decía las cosas enserio. Me preocupaba y solo quería lo mejor para el.
-Lo se y hago mi mejor intento, solo que aveces es tan difícil...-, dijo soltando un suspiro y está ves no presioné mas. Deje que encendiera el auto e iniciará a conducir.
En nuestro camino al aeropuerto conecte su teléfono móvil y puse una canción al azar, algo de lo que no me podía quejar con Liam era sobre su buen gusto en la música y en particular había un par de canciones que me gustaban mucho, pero era lo suficientemente despistada para no saber ni quién la cantaba, no era como si fuera una necesidad el saberlo. Conforme avanzábamos comenzamos a conversar y le conté sobre mi encuentro con Andrew y que aún no había recibido ningún mensaje de el -No te desesperes, seguro te llamara solo no debe de querer parecer desesperado -fue su respuesta y le creí, quizá estaba en lo correcto así que dejaría de darle tantas vueltas al asunto en mi cabeza.
Di una mirada al reloj, el tráfico parecía ir en aumento cada vez que nos acercábamos más y tiempo era lo que menos me quedaba. -pero qué diablos está pasando adelante, aún no es la hora pico -bufé intentando ver que era lo que causaba el alboroto, pero no se veía nada más que un montón de patrullas amontonadas a unos metros, por cómo estaba la situación no me sorprendería que hubieran asaltado un Oxxo o alguna tienda de por ahí.
Finalmente los carros comenzaron a moverse pero muy lentamente, no tardó mucho en que Liam se desesperara y decidiera mejor aparcar por ahí. Nos llevaría menos tiempo caminar que esperar a que los autos se siguieran moviendo.
Nos bajamos del auto y caminamos en dirección al aeropuerto lo cual no tomo más de cinco minutos. El aeropuerto estaba demasiado lleno, como si fuera una tienda departamental en oferta, había reporteros y muchas chicas jóvenes por todos lados.
No tenía tiempo para está mierda, me quedaban treinta minutos y tenía que darme prisa. En aquel momento recordé que el chico de ayer dijo que tomara la puerta B, para no toparme con toda la gente, seguro había venido alguno de esos artistas de moda.
Volví la mirada, para buscar a Liam y decirle que tomaríamos la otra puerta, pero la ola de gente ya se lo había tragado. Maldije por lo bajo y le escribí un mensaje de texto diciendo que lo vería del otro lado, justo en la entrada de la otra puerta.
Al terminar de escribir, presione el botón de bloqueo y levante nuevamente la mirada; lo primero con lo que mis ojos se encontraron fue con una gorra Oscura, dirigiéndose en mi dirección una sonrisa se disparo en mi rostro y de un momento a otro comencé a sentir que estaba flotando, algo estupido, lo se, pero era justo como me sentía.
Andrew se dirigía hacia mi. En cuanto me vio levanto una mano y dijo hola, estaba justo por detenerse cuando otras personas lo comenzaron a empujar, haciendo que la multitud se lo tragara, justo como pasó con Liam.
Una mano se posó sobre mi codo y me jaló con fuerza hacia atrás, no pude ver mucho ya que me empujaron dentro de una sala -ahí es todo un caos -dijo Liam tallando sus manos - bien, ve por tu maleta, yo te espero por aquí -movió una mano en dirección al mostrador, no me moví de inmediato aún me encontraba en shock por esos segundos en que volví a encontrarme con el , me sentía molesta por no haber podido acercarme y preguntarle que hacia aquí o cuantos días estaría, quizá solo estaba transbordando pero no pude hacer nada, todo por esa estupida gente.
-Hey, el tiempo está corriendo -la voz de mi amigo interrumpió mis pensamiento y de inmediato me dirigí al mostrador, no tomó mucho para que me entregaran mis pertenencias y salimos pitando del aeropuerto, apenas nos daría tiempo de llegar y no nos podíamos permitir tener una falta en este periodo, nos había tocado el maestro más estricto y no perdonaba una.
El regreso fue algo más tranquilo, el tráfico había disminuido, pero mis pensamientos seguían concentrados en Andrew. Tenía claro que no había venido a buscarme, las probabilidades eran 1 de 1000, aparte, era algo ilógico. Seguro se trataba de alguna coincidencia.
Internamente me encontraba cruzando los dedos para que me lo pudiera volver a encontrar, pero sabía que era poco probable y no quería ilusionarme con alguien que seguía siendo un extraño.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 13, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fly with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora