Nota: hard +18, las imágenes no me pertenecen. Crédito a sus respectivos artistas.
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El anillo que tenía en el dedo anular brillaba gracias a la poca luz que entraba por las ventanas; era un sencillo anillo de plata, pero muy hermoso, a Ichimatsu le gustaba más lo discreto aunque su prometido era todo lo contrario a la discreción. Karamatsu tenía un buen trabajo en una empresa de ropa, ganaba lo suficiente e Ichimatsu intuía que quizá estuvo ahorrando un tiempo para comprarle algo tan importante. Era hermoso.
Ichimatsu no podía dejar de ver aquel anillo con una ligera sonrisa y un sonrojo en las mejillas. Él estaba acostado de espaldas en la pequeña cama en su departamento, mirando fijamente su mano; le parecía increíble que horas atrás creyó que su pareja quería terminar su relación y resultó ser todo lo contrario, estaba más que feliz. Aún así, Ichi hizo la promesa de ser un mejor novio, daría todo de sí para cumplir su promesa.
Karamatsu había ido a la cocina y a los pocos minutos estaba de regreso con dos copas de vino tinto, uno que compraron en el camino para celebrar su compromiso. Ichi se sentó en la cama y ambos degustaron de aquella delicia ligeramente afrutada. Habían hablado un poco sobre el lugar donde podría ser la boda, sobre las invitaciones e Ichimatsu aclaró que NO usará un vestido blanco (matando así las fantasías pervertidas de Kara). Aún había muchas cosas qué planear, lo tomarían con calma.
-Quiero que el próximo fin de semana vayamos a casa de mis padres a dar la noticia. Seguro te amarán, Kitty.
- ¿Estas seguro? ¿Qué hay de tus cuatro hermanos? - Si. Karamatsu tenía cuatro hermanos: un hermano mayor y tres menores. Ichimatsu estaba algo nervioso ya que ahora sería parte de una gran familia.
-Seguro me tendrán envidia ya que ninguno tiene pareja, y yo llegaré con mi hermoso Karamatsu Boy. -Sonrió con una de sus dolorosas poses, para después robarle un cálido beso al minino.
Las copas fueron vaciándose poco a poco y los besos aumentaron de intensidad, la habitación estaba a oscuras en absoluto silencio por lo que se podía escuchar perfectamente las pieles rozándose. Ambas copas acabaron en el mueble junto a la cama y Karamatsu estaba encima de su prometido, devorándolo a besos ardientes; las caricias del mayor se volvían más bruscas cuando tomaba, era lo que más le encantaba a Ichimatsu. Kara podía ser algo empalagoso y demasiado amable la mayoría del tiempo, pero tenía un carácter fuerte y en la cama podía ser brutal. Con un par de besos profundos y húmedos, Ichimatsu ya estaba excitado y dispuesto a entregarse al otro. Luego de besarse de esa forma tan intensa, donde el mayor succionó su lengua hasta dejarlo jadeante con los labios abiertos con una expresión que gritaba "Rómpeme ahora mismo"...
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-Casi parece un sueño.... todo esto... Tú. -Susurró Ichimatsu algo ido con los labios húmedos, pasando su lengua por su labio superior, ardía un poco a causa de esas mordidas.
