Capítulo 1
Me encontraba sentada en mi pupitre copiando lo que debíamos e intentando poner atención a lo que el Profesor Gutiérrez explicaba pero a decir verdad no estaba entendiendo un comino. La física no es lo mío, era la única materia que me costaba, pero es que teniendo al buenazo de James Brucell (Capítan del equipo de fútbol) sentado a mi lado no es fácil prestarle atención al profesor y sus moléculas de noseque.
James tenía el cabello marrón claro, despeinado lo cual lo hacia ver jodidamente sexy, le daba un aire de chico malo e inocente(?), tenia los ojos ligeramente verdes y un cuerpo de nadador, si no fuera un estúpido mujeriego sería perfecto, pero bueno.
Estaba tan hundida en mis pensamientos que no me dí cuenta cuando el profesor me hizo una pregunta, no tenía ni idea de que me había preguntado, por lo tanto solo me limite a asentir dudosa. Él hizo una mueca rara y siguió dando la clase.
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No tenía nada que hacer así que estaba tirada en mi cama escuchando música, era un día demasiado aburrido, en eso siento la presencia de alguien observando me volteo y lo veo a él con su típica sonrisa de niño inocente junto a mi madre, había veces en que no la entendía, ella lo amaba y pensaba que él era un santo, error, era todo lo contrario, pero no entiendo ¿que hace en mi habitación con mi madre?
-Hola Trish- dijo Dylan con voz ¿dulce?
-Trisha- le corregí en tono seco- ¿que haces acá?- dije, directa como siempre.
Dylan tenía el cabello castaño que tapaba una parte de su frente, tenía un estilo un tanto raro era despeinado con distintos mechones en distintas direcciones y atrás llegaba hasta el comienzo de su cuello, los ojos ligeramente cafés claro con unos labios finitos y rosados, y tenía un cuerpo bastante bien formado.
-Trisha no le hables así!- dijo mamá un poco cabreada, a lo que hice una mueca pero no dije nada, cuando ella se enojaba era como una fiera a punto de cazar su víctima- Bueno, sabes que yo me voy por 2 meses a L.A por el trabajo y no tengo con quien dejarte...- hizo una pausa a lo que le hice una seña para que prosiguiera- Dylan, amable como siempre se ah ofrecido a cuidarte dado que él es mucho mas responsable que tú y ya es mayor de edad así que pues te quedaras con él estos mese que yo no este- concluyo ella.
¿¡Que!? Acaso mis lindos oídos han escuchado bien¿? Yo quedarme con Dylan por 2 meses? Jajajajajaja que buena broma mamá-
-reí- casi caigo mamá- dije con miedo a que no sea una broma
-Vamos Try sabes que no estoy bromeando, se que tu y Dylan tienen sus diferencias pero por eso mismo, este tiempo juntos los hará llevarse mejor- dijo ella con una sonrisa tierna.
No mamá por favor prefiero hacerme porrista o vestirme como nerd incluso me afeito la cabeza pero con Dylan no! ¿Porque el mundo era tan cruel con ella? Acaso había matado a alguien en su otra vida y por eso su mala suerte, pero no tenía más opción tendría que quedarme con Dylan o hacer enojar a mi madre, así que Dylan preparate para lo peores 2 meses de tu vida. *inserte risa malévola aquí*
- Esta bien me quedare contigo querido Dylan- sonreí malvadamente- cuando te vas mamá?
- Mañana por la tarde- sonrió abiertamente al ver que yo había aceptado irme con él. Dicho esto se retiro dejándome sola con Dylan.
- Así que estarás bajo mi poder por dos meses eh- dijo con maldad acumulada en cada una de las palabras que salían de su boca.
- No te lo tomes tan así que seras tú el que la pase fatal- respondí de la misma forma. Dylan se fue y yo me quede pensando en como serían estos meses.
Debo decir que debía prepararme, estos iban a ser unos largos meses...
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- ¿¡Qué te vas a quedar con quién!?- Ann era una puta exagerada- Lo siento- dijo refiriéndose al profesor que la mira confuso.
- Callate, maldición!- grite en un susurro- te lo eh dicho como diez veces, me quedare con Dylan estos meses- dije con aburrimiento.
- Si ya lo se, pero es que no entiendo porque aceptaste- pregunto la pelinegra confusa.
-Ay pero si eres lenta, me quedare con él para que se arrepienta de haber propuesto ser mi niñera.- Sonreí con maldad y Ann se me unió con la misma sonrisa en su rostro.
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Después de haberles contado a todos lo de Dylan habíamos arreglado ir todos a despedir a mi madre, ya que se llevaban de lo mejor con ella, y ahí estábamos esperando que mi madre se subiera al avión. En cuanto lo hizo, todos nos miramos y sonreímos.
-Fiesta!- Gritaron Ele y Ren a la vez, por lo que rodee los ojos.
- Se olvidan que él imbécil me esta cuidando?- contesté con amargura, solo recordarlo me ponía de mal humor.
- Oh bebé, eso no es problema- me dijo Marian con una sonrisa en su rostro- Pasame tu teléfono.
-Claro..- accedí no muy convencida de lo que iba a hacer.
Vi como mi casi pelinegro amigo tecleaba en mi teléfono con una sonrisa entre maliciosa y divertida. Se llevo el teléfono a la oreja y se aclaro la garganta segundos después contestaron.
-Hola, hablo con el señor Dylan Walker- preguntó, su voz salía más gruesa como de hombre maduro- llamaba para comunicarle que la señorita Trisha Higgins ah tenido un accidente automovilístico y nos dio este número para llamar- Diablos! Que carajos estaba intentando hacer este idiota que tengo como amigo, hacer que Dylan valla al hospital o qu.... CLARO! Ya lo entendía, estaba intentando sacar a Dylan de la casa y así hacer nuestra super-fiesta, valla este chico era un puto genio.
Al darme cuenta de lo que quería hacer no pude evitar sonreír con maldad, a lo que se sumaron Ann Ren y Ele, esto se ponía interesante.
-Si, bueno se encuentra en el hospital Central- dijo metiéndose en el rol de doctor- mientras antes se pase por aquí mejor- y dicho esto colgó y nos miro para luego todos estallar en risas.
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Wow, en esta casa había más gente de la que podía imaginarme y eso que solo paso 1 hora desde que lo planeamos. No puedo esperar para ver la cara de Dylan cuando vea esto, dios se pondrá furioso al ver como esta su casa, así es, estos meses me quedare en su casa por lo tanto tengo una llave. Aprovechando que vive solo no hay que preocuparse por otros.
Estaba bailando animadamente con Marian cuando la música se apaga de golpe y automáticamente una sonrisa se escapo de mis labios al identificar al proveniente de ese acto.
-Qué ocurre Dylancito?- dije con la voz más inocente y burlona que pude usar jamás.
-Que pasa!? Encerio Higgins!?- respondió el castaño furiosamente furioso frunciendo el seño.
-No te comprendo Dylan- dije haciéndome la tonta- porque esa cara.
-Porque esta cara!? Te diré por que esta maldita cara- Bramo molesto- me llamaron de tu jodido teléfono para avisarme que te habías accidentado, salí como desesperado hacia el maldito hospital después de haber estado 30 minutos en el maldito tráfico, para que me dijeran que ahí no se encontraba ninguna Trisha Higgins, y para terminar tuve que estar otros putos 40 minutos más en el jodido tráfico- Exclamo realmente furioso, por lo que mire a mis amigos con complicidad y estallamos a carcajadas, lo que hizo enfadar más al castaño.
Acto seguido él se dirijo al parlante y lo apago con furia, estuvo diez minutos echando a todo de su casa mientras yo veía la escena con diversión. Me despedí de mis amigos y cuando la casa ya estuvo vacía espero para escuchar al imbécil regañarle de nuevo.
Estuvo como 30 minutos más regañándola y luego se fue a la que sería su habitación por estos jodidos meses.
