Siete.

30 6 0
                                    

- Por esa cara ya veo que conociste a Valentín. - dijo Nina al verme entrar por la cocina -

- ¿Qué? No, digo si, algo así. - dije un poco nerviosa -

- Es un buen muchacho, deberían conocerse mejor. Podría ayudarte a pasar mejor este verano que esta viejita aburrida. - reímos -

- ¿Lo conoces?

- Bueno, su familia vive cerca de acá, necesitaba un trabajo de verano y tu tío le pidió que pintara el establo.

- Dijo que me ayudaría a cabalgar más tarde.

- Sería una buena primera cita. - rió Nina -

- Nina por favor - reí - no es una cita, ni siquiera lo conozco.

- Te agradará. - sonrió -

- ¿Quién agradará a mi querida hermanita? - dijo Max ingresando a la cocina.

- Tritón. ¿Ya lo viste? No se parece en nada al padre de Ariel.

Mi hermano obviamente puso una cara de “¿de qué hablará esta loca?”, se encogió de hombros y ayudamos a Nina a ordenar la mesa para almorzar luego.

Pensé en dormir un rato, pero el día estaba tan hermoso que decidí ir a la piscina y de paso poder tomar un poco de sol. Lo necesitaba, estaba más blanca que el talco.

Fui a mi habitación, me puse mi traje de baño, agarré una toalla y demás productos para la piel.

Bajé, fui directo a la piscina, dejé las cosas a un costado y sin pensar más me zambullí.

Mientras estaba en el agua sólo pensaba en aquel chico que se cruzó en mi vida ese día, Valentín, y entre más lo pensaba más nerviosa me ponía la idea que lo iba a ver más tarde, apenas lo conocía y ya me estaba haciendo un drama a mí misma.

Pero es que era tan lindo.

Serena estás quedando como regalada ya basta.

- ¿Pero acaso esta bella sirena olvidó que teníamos algo que hacer?

Su voz interrumpió mis pensamientos, otra vez, y de algún modo me agradaba que lo hiciera.

¿Cómo iba a olvidarlo si parte de mi lo ansiaba tanto?

SerenaWhere stories live. Discover now