On the Line

Prefacio

Entonces le vi y los últimos cinco meses desaparecieron, incluso aquellas palabras que mencionó la última vez que estuvimos juntos en la misma habitación. No importaba cuanto tiempo pudiera pasar ni en qué circunstancia nos encontráramos sin duda no podría querer a otro.

Ya había roto mis reglas, me había perdido en él, acercándome a los recuerdos, había ido en su encuentro, en vez de rehuirlos. Jamás me detuve a pensar en cuán sumergida estaba en esos mismos que generaban tantas complicaciones para mí misma, nunca quise verlo, solo pensaba en cómo escapar de ellos, en cómo crear un muro que los frenará, quería y necesitaba una esperanza, algo que me mantuviera sana en el borde de mi cordura.

Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces cualquiera de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión y el no era la excepción, me hacía sentir tan viva que daba miedo, sabía que con un solo roce de su piel podía tenerme a su merced, el autocontrol que creía dominar los últimos meses parecía no ser un obstáculo a su mirada profunda, nadie que no fuera humano podría pasar por alto ese par de lagunas cafés.