– ¿Tú?– Hola Lela, también me da gusto verte – su sonrisa era como de telenovela, sus ojos brillaban y yo solo quería que desapareciera. Su presencia me causaba emociones distorsionadas si eso hace algún sentido, había estado sin mayor problema hasta que lo tuve al frente.
– Claro – trate de sonreír pero me quede a medias.
– Te extrañé y mucho – dio el último paso para quedar a la misma altura que yo.
– ¿Qué haces aquí? – intenté sonar cortes pero no me salió ni algo parecido
– ¿No me vas a dejar entrar?
– No.
– Lela – me lo dijo en tono bajo, rogándome.
– Bien, adelante – me hice a un lado dejando libre la entrada.
– Buenas noches Sr. Bradshaw, Sra que bien luce esta noche.
– Muchas gracias querido – respondió mi madre con ese brillo en sus ojos, ella siempre me había querido emparejar con el buen y parecido chico Bran, mi padre por su lado solo movió su cabeza en son de aprobación.
– Hola Jane.
– Chad – lo dijo con un toque de sensualidad si es que podemos decirlo asi.
– Con permiso – dijo Chad entre risas.
Caminamos con cierto sigilo pues no cruzamos ninguna palabra hasta llegar a la sala donde ocupe rápidamente el sillón individual para matar cualquier acercamiento entre nosotros el fue ágil y lo entendió tomando lugar en el sillón más amplio, podía sentir la tensión creciendo así que prendí la tele sin importar el canal que fuera, necesitaba ruido porque esto se iba a poner incómodo.
Jamás creí estar en una situación más rara, era normal que Chad me visitara y nuestra rutina no era diferente, siempre que venía nos plantábamos en la sala a ver cualquier maratón de caricaturas, que era muy casual en mi guía televisiva, con un montón de frituras y películas por si los maratones no eran tan buenos.
– Ha pasado más de una semana desde que salimos y parece que perdí a mi amiga – comento mientras bajaba la mirada.
– No exageres – que interesante era mi mano en este momento.
– Leíste la nota ¿verdad? – ¿escuchó nervios?
– Nota ¿Cuál nota? – que barbaridad, necesitaba una manicura de inmediato.
– Se que Penny te la entrego, la moleste hasta que lo confesó – esos sin duda eran nervios.
– Si, esa nota – Lo dije casi en un susurró.
– ¿Qué has pensado al respecto? Digo si la idea no te gusta puedes hacer como que no pasó nada – su mano se paseaba sobre su nuca mientras sus ojos buscaban los míos.
– La leí apenas hace un rato y hacer como que nada pasa no es una solución – busque un nuevo objeto donde fijar mi vista.
– Lamentó si te incomode, tenía que decírtelo y aunque no fue la mejor manera me pareció la mas conveniente.
– ¿Conveniente? – me atreví a mirarlo – ¿ Te pareció conveniente arruinar así nuestra amistad? – mi piel se erizo completamente al mencionar esa última frase.
– ¿Arruinarla? – me miró desconcertado.
– No te atrevas a decirme que esto seguirá siendo una amistad después de cualquiera que sea mi respuesta.
– Si no sientes lo mismo solo ignóralo – su tono de voz descendió unas octavas haciéndome notar su molestia.
– Si eso quieres.
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On the Line
Fanfiction¿Qué reparó puedes dar cuando tu mayor temor, tu peor enemigo eres tú?