Uno

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Los caminos que recorremos a lo largo de nuestras vidas son múltiples como cada uno de nosotros, con diferentes facetas, con episodios que van desde lo más relajado a lo más tormentoso, venimos al mundo a deleitarnos de todas esas sorpresas que nunca imaginamos, esas melodías que nos regala la tierra, esas almas que ancian con nuestra llegada y es que si alguna vez escuchaste la frase "todo pasa por algo" estás escuchando al mismo creador dándote pistas de como sobrellevar tu realidad.

Mi historia fue más que todo eso, a mí se me regaló el don de amar y no me refiero a que otros no lo posean sino que a mí, creo yo, sé me dio la dicha de acompañar a la más hermosa de todas las almas, una esencia tan pura encarnada en la pieza más fina que jamás podrá ser encontrada, un hombre, en el que no existía malicia alguna... es solo que la divinidad nunca ha sido característica de los humanos, a veces pienso que la vida misma puede ser el infierno y es que la lucha constante por sobrellevar los días apartándote de todo eso que corroe, de esas palpitantes tentaciones se vuelve dura, la monotonía puede dominarte si no recuerdas porque es que llegaste y cuál es tu misión.














































Mientras buscaba una banca que no estuviera cubierta por la espesa nieve urgaba en mi pequeño bolso con la esperanza de encontrar aquella nota que mi amiga me había entregado momentos antes de salir de la escuela, podría haberla leído desde antes pero mi memoria me traicionó y aquí estoy de nuevo intentando recordar por qué en primer lugar no pude estar presente para recibirla de las manos del autor.

La vida es retadora y a mis edad no entiendo como es que logro olvidar cada cosa que me mandan hacer , ni la intriga me quita lo despistada y para colmo es tarde ¡Demonios! esto debe ser una broma ¿Retrasada para la cena? papá va a matarme.

Corrí tanto y tan rápido que casi desfallezco al umbral de la puerta, estaba más nerviosa de lo normal papá me pidió meses atrás que no dejará que mi terrible costumbre de llegar tarde a todos lados se interpusiera en esta cita que según él nominaba como "la más importante de su vida" y yo que creía que eso había sido cuando se comprometió con mamá pero esa es otra historia, volvamos a la actualidad.

Entre a la casa con cuidado dejando mi bolso y mi abrigo en el perchero del recibidor con unas pisadas que apenas y se tornaban como tal. Con todo el cuidado me acerqué al comedor viendo como mamá corría de un lado a otro y eso si que era una sorpresa, mi madre, mi hermosa madre no movía ni un pie si no era solo para obtener esa bolsa de aparador de la que no paraba de hablar hasta que papá le concedía su deseo.

– Lela hija ¿Qué rayos haces ahí parada? –Preguntó mi madre mientras dejaba un apetitoso estofado en el centro de la mesa.

– Bueno es que yo... fui a conseguir algo para calentarme – Conteste insegura.

– Ajá si, cielo podrías traer la vajilla que deje en la cocina.

– Claro – Dije mientras me internaba a la cocina.

– Dios mujer, ¡huele delicioso! – mencionó mi padre mientras se acomodaba la corbata que hacía un excelente contraste con su lujoso traje negro.

– Claro Henry, me debes una por esto – Contestó mamá.

– Te debo miles querida. ¿A quién tenemos aquí? – Lo dijo mirándome mientras salía de la cocina.

– ¿Qué? – Lo mire retándolo –. He estado todo el día ayudando a mamá.

– Y por eso tus botas están cubiertas de nieve ¿verdad? – Preguntó sarcástico mientras me estudiaba de arriba a abajo.

– Solo fue un café ¿Está bien?

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