Al ingresar a la casa, y luego a mi habitación, una increíble soledad presionó mi pecho. No por el chico que se había ido. Por haber notado lo sola que estaba en la vida. Por haber notado la falta que una amiga me hace. Por haber notado el desinterés dirigido a mi de cada persona que conozco. Por mi vida. Sin madre, sin hermana, con un padre alcohólico y un hermano drogadicto, ¿qué tengo? A tí misma. Me recuerda vagamente mi subconciente, la voz que había extrañado, la voz que parecía también haberse perdido un tiempo atrás. ¿A mí misma? Ja. Yo misma me perdí hace mucho tiempo atrás, y no planeo en encontrarme. ¿De qué me serviría? Estoy rota pero a nadie parece importarle. Grito, pero nadie parece escuchar. Lloro, pero nadie parece ver las lágrimas. Soy invisible para el mundo. Hasta Dios me abandonó. El Dios que todos prometen que es bondadoso, lleno de amor y perdón. Mentiras. Son todas mentiras. El me dejó, aquí sola. Dejó que mi madre me abandonara, que mi hermana la siguiera, que mi hermano se perdiera y que mi padre me golpeara. Ese Dios no existe. No para mí.
Volví a sentarme en mi cama, tomé la pequeña navaja nuevamente y volví a trazar varios cortes en un lugar que había dejado de marcar tiempo atrás: mi muñeca. Honestamente ya no me importa los que los demás piensan. Mentiras. Mi estúpido subconciente me lo recueda. De todas formas, no es nada que no pueda cubrir con varias pulceras. Te lo mereces, todas las personas que alguna vez amaste te abandonaron. Nadie te ama, nadie lo hará. Supéralo. Hazlo ya, hazlo. Las voces en mi cabeza me gritaban, una y otra vez repitiéndome lo mismo, no se callan. Nunca lo harán. Me lo merezco de todas formas, nadie nunca querrá estar conmigo. Y si lo hacen, huirán. Siempre lo hacen, aunque no los culpo. Me culpo a mí, todo siempre fue mi culpa. Nunca le dije a mi madre lo mucho que la amaba y me encerraba siempre en mi cuarto. Nunca dejé que mi hermana me modelará en la forma en la que ella siempre quiso. Siempre le discutía las cosas. Soy tan estúpida. Si solamente hubiera sabido, no hubiera sido tan idiota con ellas. Dejó que las lágrimas recorran mis mejillas mientras el recuerdo de ellas dos llena mi mente.
"Shh, calla, calla princesa." Me dice una voz extraña en mi cabeza, pero a la misma vez familiar. Es la voz del chico, de Niall. Puedo jurarlo. No, no, eso es imposible. Estoy alucinando, eso es todo. Trato de refugiarme en una persona que acabo de conocer, con la que apenas compartí unas cuantas palabras. Estoy simplemente alucinando. Eso es todo. Al darme cuenta de que había pasado un rato en el que mi mente no estaba controlando mis movimientos, miré hacia abajo y noté como toda mi muñeca estaba cubierta en sangre y cortes. Te lo mereces. Me recordaron las voces.
"¡Sal de ahí _______(tn)!" Mi padre me grita del otro lado de la puerta tocándola muy fuerte. "¡Un chico te espera afuera!" ¿Un chico? ¿Quién carajo viene a mi casa cuando yo no lo invito? No importa. Me limpió la muñeca y me coloco un sweater para que las muñecas queden ocultas bajo su manga. Abro la puerta y me encuetro al hombre que me dió la vida. "Apresúrate, y gracias por la comida." Me dijo suavemente, le sonreí y me fui para abrir la puerta delantera. Al hacerlo, mis ojos escanean los brazos cubiertos de tatuajes y muerdo mi labio inferior para evitar sonreír tontamente. Levanto mi cabeza un poco más y me encuentro con sus hermosos ojos azules.
"¿Si?" Le preguntó mirándolo directamente a los ojos, algo que parece no molestarle. Sus ojos se ven tan vacíos, sin emoción, tan oscuros.
"Me preguntaba si no querías ir a caminar conmigo." Me dijo simplemente, miré atrás mío para encontrarme con los ojos de mi padre, el asintió con la cabeza y tomé un paso adelante para luego cerrar la puertra detrás de mí.
"Vamos." Le dije y comenzamos a caminar.
Habíamos caminado ya unas diez cuadras y ninguno de los dos hablaba, no podía encontrar las palabras adecuadas y el parecía estar tan incómodo como yo.
"¿No te parece que hace un poco de calor para estar usando un sweater?" Me preguntó algo intrigado mirándome a los ojos, yo solamente sonreí y tomé aire antes de contestarle.
"Me gusta sentirme cubierta." Le dije simplemente, el asintió con la cabeza y también sonrió.
"¿No cubres nada bajo esas mangas?" Simplemente sonrei y calma le dije.
"Nop, nada interesante." Y el dejó de mirarme y volvió su vista al frente.
"Oye creo que es tiempo de que volvamos a tu casa." Me dijo. Solo asenti y dimos media vuelta. "Cuéntame algo sobre ti."
"No hay nada interesante para contar."
"Además del hecho de que te encantan los sweaters en pleno verano?" Y rió. Esa pequeña risa sonó tan perfecta. "Vamos, puedes confiar en mí."
"Bueno, tengo tatuajes de los cuales nadie sabe." Dije y el me miró intrigado. Levemente levanté el borde de mi sweater con la remera y le mostré la pequeña cara feliz que se encontraba allí. "Ese fue mi primero, sé que se ve estúpido pero representa a las sonrisas falsas. Como este fue mi primer tatuaje me había dolido tanto como me duele sonreír sin querer hacerlo." Dije con una sonrisa penada.
"Creo que es genial, y además tiene un significado. La mayoría de los míos no los tienen." Y me sonrió. "Llegamos." Me dijo y asenti al notar que estaba en lo cierto. No hice nada, sólo agite mi mano y entré en la casa.
Volví a sentir esa soledad. Por alguna razón, ese tal chico Niall llenaba completamente mi vacío. El se sentía bien. Aunque algo dentro mío me gritaba que me mantuviera alejada, otra parte de mí deseaba que se quedara cerca mío y me confortara.
_____________________
Les quería avisar que tal vez los capítulos sean cortos :)
![](https://img.wattpad.com/cover/10788101-288-k585693.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Ángel. {Niall Horan y tú}
FanfictionUn ángel guardián, un alma perdida. Decidido a cumplir con lo que Dios le mandaba, Niall salió en busca de su protegida, ________(tn). Ella era la alegría fingida personificada. Siempre feliz, sonriente por fuera. Aunque por dentro, gritaba por ayu...