Capitulo 14: Lo que encontré

247 8 2
                                    

Abrí la puerta para ver con lo me encontraría.

Deje mi mochila en el sofá y no escuchaba a nadie, pensé que quizás Alan se abría ido por lo que fui a mi pieza a cambiarme de ropa. Me di una pequeña ducha y me cambie. Bajé las escaleras y sentí que Cory ladraba mucho, salí al patio trasero y ahí se encontraba Alan jugando con Cory.

-Parece que le agradas.-Le dije captando su atención.

-Oh, no te escuche llegar.-Me dijo.

-No te preocupes.-Dije, pensé que estaría enojado por haberlo dejado hablando solo por la mañana, pero creo que no.

-Quieres algo de comer.-Dijo Alan aún jugando con Cory, él tiraba la pelota y Cory se la iba a buscar.

-No gracias no tengo hambre y ¿tu almorzaste?.-Le pregunté.

-Si, me preparé  almuerzo y sobro por eso te pregunté.-Dijo él.

-No sabía que sabías cocinar.-Dije sin pensar.

-No sabes muchas cosas de mi.-Dijo dejando de jugar con Cory y acercándose a mi.

Cada vez que Alan se acercaba a mi me hacia sentir que se me revolvía el estomago, yo sabía que me gustaba Alan, ya lo había aceptado solo que no sabía lo que él sentía por mi, siempre pienso que él solo me quiere para jugar conmigo y no estoy dispuesta a salir herida por culpa de él.

-Creo que no.-Dije para romper el silencio.-¿Entramos?

-Claro.-Dijo muy tranquilo.

Entramos y nos sentamos en el sofá y prendí la TV para, no se la verdad solo la prendí. Estamos viendo un programa que mostraba los momentos vergonzosos de las personas y nos reíamos mucho. El programa termino y no sabía que poner, justo en ese momento estaban dando películas románticas en prácticamente todos los canales de TV, por lo que decidí a pagarla. Me levanté a buscar unos refrescos a la cocina y cuando llegué le pasé un vaso a Alan.

-Toma.-Le dije entregándole el vaso.

-Gracias.

Cuando fui a la cocina estaba todo limpio y en su lugar. Abrí el refrigerador y había un plato con pasta, se veía bastante bien. Alan no podía ser mejor.

-¿Cual es tu momento más vergonzoso?.-Preguntó de repente.

-Emmm...-No sabía si decírselo, lo podía ocupar en mi contra, pero bueno.

-Vamos no le diré a nadie que no lo sepa.-Dijo.

-Bien, Tenía como 13 y estaba lloviendo muy fuerte, venía del colegio y yo me caí a un charco, justo en ese momento iban personas que conocía pero yo no les caía muy bien y se empezaron a reír, aparte de los otros niños que también pasaban por ahí, me pare como pude ya que nadie me ayudo y me fui a casa pero sin antes quedar empapada por un auto, vergüenza total.-Le dije poniendo mis manos en la cara.

-Lo siento.-Dijo y yo quede un poco confundida.

-¿Por que lo dices?.- Le Pregunté

-Yo era unos de los niños que se río y no te ayudo.-A modo de respuesta, me dio un poco de pena.

-Es que no te conocía y no tenía la valentía de ayudarte tampoco.-Dijo, me pareció lindo que se disculpará, ya había pasado tiempo desde aquel incidente y no sentía rencor por aquellas personas.

- Y ¿Cual es el tuyo?.-Dije emocionada.

-Okey, Tenía como unos 10 y ese día salí a jugar al patio delantero con mi bicicleta, saqué la bici y cerré la reja estaba en eso cuando viene un perro y me rompe el pantalón dejando ver mi ropa interior de ositos, miro a todos los lados y veo a una niña pequeña entrar a su casa con una sonrisa en su cara apunto de reírse, me puse colorado y me entré a casa muy rápido, no me pasan muchas cosas vergonzosas pero esa me dio mucha vergüenza.-Dijo un poco tímido.

Tratando de saber ¿Quien soy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora