El comienzo de los problemas.

83 4 2
                                    

Creo que mi vida era "normal" antes del primer problema, asistía al colegio, me juntaba con mis amigos de colegio, salíamos con mis amigas, una vida común y corriente. Una vida la cual tendría cualquier niña a mi edad, para ese entonces, yo tenía 13 años recién cumplidos. Bah, los había cumplido unos 5 meses atrás.

Era el tercer mes de mi primer año en la secundaria, lo que indicaba que pronto sería la entrega de notas, yo sabía que no me había esforzado mucho esos primeros meses, así que supuse que tendría alguna mala nota. Así fue. Recuerdo perfectamente cuáles habían sido mis bajas notas y en qué materia; eran tres 6, uno en matemáticas, uno en sociales y otro en artística, las 3 materias que más odiaba.
Al llegar la hora final de colegio, salimos todos los alumnos por la puerta del patio externo, un patio de gran tamaño, un portón de tamaño mediano y color gris, a la derecha de dicho portón de encontraba un cantero en forma de "L", también había arcos y una cancha marcada, había juegos, un mástil con la bandera Argentina. Se hicieron las 6.00p.m, el portón se abrió y ahí estaba la camioneta de mi padre, caminé hacia donde estaba y subí. El viaje fue silencioso e incómodo, sabría que al mostrar mis notas algo malo me esperaba. Llegamos a casa. Esperé a que mi padre regrese a trabajar para poder mostrarle dichas notas a mi madre, quien sabía que no se lo tomaría muy mal. Al mostrar esas calificaciones sobre un pedazo de papel blanco a mi madre, ví una expresión rara, como de desilusión. Ella no dijo nada, solo un "Trata de levantar esas notas".
Se hicieron las 9 de la noche. Mi padre llegó y yo seguía sin decir nada sobre mis calificaciones, cenamos todos en un incómodo silencio. Al terminar, levanto la mesa y me voy a mi cuarto. Pasaron unos 30 minutos, cuando de repente se abrió la puerta de mi pieza, era mi padre diciendo que vaya al comedor, que necesitaba hablar conmigo. Muy preocupada me levanté de mi cama y fui directo al comedor, allí estaba él, con mi cuaderno de comunicados y mis calificaciones.
Comienza a señalar cada una de mis malas notas mientras repetía algo así como "no pensabas decirme", o "pensabas que ibas a esconderlo toda tu vida?", Me enmudeció ver su cara de enojó, bronca e irritación, estaba rojo, como nunca antes lo había visto. Me puse junto a la heladera, a pocos centímetros de él, comenzó a decirme que era una inútil, una estúpida, que no servía para nada, todo acompañado con ese típico sermón de los padres, ya saben, eso de "nunca valoras nada", "no te das una idea del esfuerzo que tu madre y yo hacemos para que puedas tener lo mejor" y así, Miles de cosas más.
La discusión se fue de mis manos, me tomó del cuello con una de sus grandes manos y me estampó a la heladera, comenzó a darme cachetazos, todo esto por un simple numerito, el cual no definía nada en mi. Comencé a llorar frente a él, ya que sus golpes eran fuertes y aún me tenía del cuello. Cuando al fin me soltó, volví a mi pieza, pero esta vez sin intención de salir, solo quería quedarme ahí un largo rato, sin que nadie me molestara, intenté dormir, pero no pude, a causa de que todavía pensaba en ese horrible momento y hasta ese entonces me seguían doliendo sus golpes.

La historia de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora