Capítulo Tres

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Una semana después

-Bienvenidas señoritas -dijo la señorita Marion, todas estábamos en el auditorio principal. -Ya ha terminado la semana de egreso e ingreso de la Academia, las de primer año han tenido el tiempo suficiente para acoplarse a los horarios y conocer un poco mas de la ciudad.

>> Las jovencitas que han cambiado de grado y han pasado a segundo y tercero les deseo un año completamente satisfactorio, y para nuestras futuras graduadas de cuarto, iniciaran a montar su presentación final, espero que puedan darle a Montecarlo una noche única.

>>Tenemos la primera presentación para invierno y es antes de las vacaciones, será la primer presentación de las recién llegadas y su examen de permanencia dentro del programa.

>>Eso sería todo para esta bienvenida, por favor vayan a desayunar y después a sus clases, las de primer año pasen por su horario en cuanto acaben el desayuno.

Todas las chicas salieron corriendo al comedor, al parecer el primer día hacían pancakes y se acabarían pronto.

Yo me quedé mirando el auditorio.

Era un sitio imponente, vacío lucía tres veces mas grande.

Tenía una capacidad para poco mas de mil almas y moría por bailar ahí.

Aún recordaba cuando mamá me llevó a mi primer clase de ballet, el sitio no era mas que un garaje donde mi instructora había montado un estudio sencillo, pero aún así a mis tres años para mi era el lugar mas maravilloso.

Poco a poco me fui apasionando, bailar era mi desahogo, me sentía capaz de todo cuando portaba zapatillas de ballet.

Viendo películas me había entusiasmado con la idea de algún día bailar en lugares importantes, siempre supe que no era una carrera fácil, y estaba consciente de que era una carrera que me daba una vida útil muy corta.

Pero valía la pena.

Cuando no hubo nadie mas que yo en el auditorio, subí al escenario.

Traía puesto mi uniforme por que así me lo habían pedido, saqué mis zapatillas del pequeño bolso en el que las cargaba y me las puse.

Empecé a caminar lentamente por el escenario, me lo imaginaba lleno.

Toda la gente gritaba mi nombre y empecé a bailar.

En mi mente estaba una melodía dulce y suave, casi como la risa de un bebé o el canto de los canarios por la mañana.

Perdí la noción del tiempo y no deje de bailar hasta que escuché aplausos.

-Excelente -dijo una mujer que me veía desde las butacas, estaba vestida con uniforme de profesora. -¿Cuál es tu nombre?

-Gallery -dije nerviosa y me senté a la orilla del escenario a quitarme las zapatillas. -Lamento mucho estar aquí, debería estar desayunando.

-Tranquila, deberías estar yendo por tu horario, el desayuno terminó hace unos cinco minutos.

La profesora me extendió una mano y me ayudó a bajar del escenario.

-Tienes muy buena técnica Gallery, quizá si mejoraras un poco tus posturas.

-Gracias -estaba apenada, era el primer día y yo ya estaba armando líos.

-Bueno, soy la señorita Aurelié doy clase a las de primer año, supongo que te veré en unos minutos.

-Eso creo. -asentí -Iré por mi horario.

La señorita Aurelié me dedicó una sonrisa y empecé a caminar a la salida del auditorio.

-Sigue así -me gritó -Y serás la prima ballerina del ballet de Montecarlo algún día.

-Gracias -le respondí y salí sonriendo.

Pero había alguien escuchando que no estaba tan feliz como yo.

-Bien chicas -dijo la señorita Aurelié cuando todas estuvimos en el salón de danza -Veamos lo que tienen.

Era mi primera clase, estaba con otras diez chicas, los grupos eran reducidos y en mi clase gracias a algún ser divino estaba Mel.

-Estoy nerviosa -me dijo antes de que fuera su turno -Dicen que si no lo haces bien en esta primera clase estás destinada al fracaso.

-Tranquila, estas aquí por que eres buena. -le dije tratando de calmarla, ella solo asintió.

Pasaron todas las chicas, la profesora me había dejado al final.

-Gallery, por favor repite lo del auditorio.

Yo asentí y comencé a bailar lo mismo que había hecho antes.

Cuando terminé mi profesora aplaudió.

-Chicas, este es el nivel que vamos a manejar -dijo y todas me miraron sorprendidas y emocionadas -¿Listas?

Tras Bambalinas -En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora