Hoy no estoy allí, pero escribiré en presente.
Total, fue hace poco.
Tampoco ha pasado tanto tiempo.El martes y el miércoles pasado estuve en Madrid, hace justo una semana.
Siempre he estado enamorada de esa ciudad tan llena de vida y de gente maravillosa que nada tiene que ver con la que me rodea cada día.
Muchas veces hablo en "broma" diciendo que quiero irme allí a vivir. En la capital me siento tan poco encerrada y tan cerca de todo que nada es comparable con lo que hay aquí. De verdad, quiero irme a vivir allí, o al sur, donde estaré mejor. Quiero pasar más tiempo en el centro-sur de España. Allí debería sentirme más cerca de ti.
Al volver a Chamartin la primera noche, en el vestíbulo de la estación de metro había un mural gigante dónde se podía leer: "ANDÁBAMOS SIN BUSCARNOS, PERO SABIENDO QUE ANDÁBAMOS PARA ENCONTRARNOS". Al leerlo, en ese instante, me di cuenta que estábamos reflejados en esas palabras. Que esas nueve palabras eran verdad, que eran lo que nunca he sabido explicar por mi sola.Hablando del norte de la ciudad, siempre que estoy en Madrid, por las mañanas voy a desayunar a un bar de la estación de Chamartin, mientras veo como los trenes van y vienen desde diferentes lugares.
El miércoles por la mañana no iba a ser menos. Me tomaba un café solo, sin azúcar, ya que siempre he pensado que el mejor café tiene que saber amargo. Mientras, por megafonia anunciaban trenes regionales, de media distancia, aves, y de cercanías. Veía a gente ir y venir con su maleta, a toda prisa o lentamente, depende de la hora de partida del tren referente en su billete.
Le di el último sorbo al café y escuché que en la vía 5 había un tren detenido, que en breve efectuaría su salida, y que tenia como destino ése que tanto espero.
Dejé la taza encima de la mesa del bar y me fui corriendo hasta la vía que habían anunciado. Efectivamente, ahí estaba el tren y ahí lo anunciaba en el panel. Saldría a las 10:13 desde la vía 5, tenía ese destino, era un tren de Media Distancia y su número de serie era 18031.
Se que no podría montare en ese tren, pero no dudé en ir a la vía, a ver como se alejaba mientras imaginaba como sería todo si me hubiera subido.
Debería sentirme más cerca de ti, pensé. Aunque me quejo mucho, pero se que me encanta la sensación de tenerte cerca, aunque nunca pueda verte, pero me hace sentir!viva, me hace creer en que hay que luchar por algo.
Solo me quedaba recoger las maletas e irme, irme de vuelta.Durante los casi 600 kilómetros de vuelta nos paramos dos veces. Me he dado cuenta que siempre, desde que te conozco, escribo tu nombre en el espejo del baño de las áreas de servicio en las que me paro, quizá sea para dejar una parte de mi más cerca tuyo.
Creo que esto solo se puede resumir en que debería encontrar nuestros momentos dormidos, y en lo que preguntaba Andrés Suárez: ¿qué será Madrid sin nosotros dos?
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ANDEN 10
PuisiSolo espero que no me olvides sin conocerme aún. Pretendo escribir lo que no me atrevo a contar. Aquí encontrarás todo lo que debes saber de mi aunque no me conozcas.