Luke y yo en realidad empezamos a convivir más a seguido. Todas las mañas desde hace una semana desayunamos juntos nuestra sopa de zanahoria y tostadas con mermelada. Como hoy.

-Basta, Stella-rió Luke tratando de cubrirse de mis municiones lanzadas directo a su cara- no es divertido.

Su cara se volvió seria.
Me detuve.

A los segundos volvió a reír con más intensidad.

-Oh, ya no tengo zanahorias - elevé mi labio inferior.

-Yo sí ,tonta- ahora él me atacaba.
Se detuvo cuando sus municiones eran escasas.

Fuimos a la zona de recreación y nos recostamos en un sofá.

Pasamos así un largo tiempo en silencio.

El reloj marcaba las cinco de la tarde. Un lindo atardecer está por verse.

-¿Quieres salir de aquí?- dije tomando la idea del atardecer y mirándolo con picardía.

- ¿A donde me llevarías?-dijo.

-A ver el atradecer- hablé.

Dicho eso nos pusimos en marcha. Ya que el hospital es muy pequeño y sólo hay un guardia era fácil salir de ahí.

Shelley distrajo al guardia simulando un ataque de demencia.

Burlamos a todos fácilmente.

Luke y yo corríamos por la carretera llegando a la costa.

Rodolfo y Rodolfa nos seguían el paso.

Cuando llegamos a la costa era justo el momento del atardecer. El cielo tomó un lindo tono de púrpura y naranja.
Las olas chocaban entre sí.
El mar se veía más obscuro.
La arena se sentía más fría debajo de nuestros pies descalzos.

Todo era aún más de lo normal.

Luke soltó un suspiro al ver lo mismo que yo veía.

Un precioso atardecer.

Miré a Luke.

El me miró.

Acercó su cuerpo al mío

Acercamos nuestros rostros.

Nuestros labios se rozaron.

Nos besamos.

lovesick - l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora