Capítulo 2 - El encuentro

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El cielo se ve distinto, aunque la gente se ve tan normal como cualquier otro día. Llego justo a tiempo para mi segunda clase, mis amigos estan tan perezosos que ni me ven llegar, jalo mi banca hacia ellos y pongo la cabeza encima de mi mochila sin ánimos para preguntar de que trato el examen. 

Ya pasaron 10 minutos y la profesora aún no llega, así que pico las constillas de Ramón una y otra vez pero ni siquiera se queja ... un momento, me quedo quieta observandolo todo, siento muy tenso el ambiente, nadie se mueve, ni siquiera ramon. -¡Ey! - grito con todo mi volumen pero nadie voltea, todos son estatuas, no se que ocurre pero siento adrenalina de maldad, salgo del salon y topo de frente con una bola de papel suspendida en el aire, -¡Mierda! - me dolió como si me hubiese golpeado con una roca, reacciono y capto lo que esta pasando, todo se ha pausado eh incluso las cosas que estaban en vuelo, ¿que ocurre? estoy comenzando a asustarme. 

Es ahí cuando veo movimiento y escucho unas voces, lo único que se escucha, veo como.se acercan un chico y una chica con mi misma vestimenta, "¿será que nosotros, la gente normal buena onda y simpatica podemos movernos?" -¡Pero que carajo! - se me solto en voz alta ... se hizo el silencio rotundo de nuevo y fingo ser como los demas, aburridos eh inmoviles, con la diferencia de que mi pecho poco abultado se movia, asi que dejo de respirar "eso se me da bien" puedo pasar más de un minuto sin oxígeno. "¡Venga!" pienso, "uno ... dos... " pero ... estan muy cerca y logro viborear al chico, un poco apuesto, más alto que yo wow medira 1.75 o 1.80, su cabello es corto, mmm tiene orejas un poco grandes, su nariz es normal y esos labios ... estoy tan concentrada observandolo que se me olvida por un segundo ser estatua ... " oh si, estatua, lleno mis pulmones de aire y ... ¡tres!". Cierro los ojos porque sé que si pasa frente a mi o lo seguiré con la mirada o me pondré roja.

Siento demasiada tensión, necesito aire, siento presencias a menos de un metro de mi y sus miradas, empiezo a expulsar el aire lentamente para evitar llamar la atención y nuevamente me lleno los pulmones lentamebte y aprieto la garganta. Entre abro los ojos y ... 

- ¡Ah! - grité.

- ¡Ah! - grito la chica.

fingo nuevamente ser una estatua, y no se porque, me siento estúpida y me enderezo de la ridicula pose en la que quede despues del brinco. 

- ¿Que ocurre? ¿Por que podemos movernos y ellos no? ¿Quien son ustedes? - lo dije con tanta seguridad que ni yo me la crei.

-yo soy Ana y el es Alejandro. Dijo ella. Me tome un minuto antes de recordarles mi duda de que porque podiamos movernos y ellos no para observarla, cabello negro intenso, yo quiero ese color, largo hasta la cintura ¡ja! el mio es más largo, sonrrio, su piel es blanca igual que la mia, su ropa ... - ¡¿Donde compraste tus botas?! - "¡mierda! ¡no quería preguntarle!" ahora no sabré que decir y no tengo cara para preguntarles lo que realmente quería saber. Me pongo roja y ella tuerce los ojos. 

- Tendras un par igual - dice alejandro queriendo aguantar la risa. Es lógico, me vi tan estúpida preguntando por un par de botas cuando no se que es lo que le esta pasando a mis amigos que se han vuelto estatuas ... espera ¿que? ... ¿que es lo que ah dicho ese tipo que acaba de caerme bien?

Me contuve, respire y le pregunté ... 

-¿Disculpa? - lo miré a los ojos y frunci el ceño e inmediatamente siento como mi cara se pone caliente. 

- Dame tu mano - me dijo ya en un tono seco y sin rastro de amabilidad. 

- ¿Eh? - mi corazón palpita un poco más rapido, doy paso de reversa, estoy alterada y quiero gritar, pero ¿a quien? nadie me escucha salvo estas dos criaturas que hasta hace unos segundos me caían bien. Encojo mi mano hacia mi pecho como si eso fuera a evitar cualquier maltrato que quisiera hacerme.

- ¿que quieren? - le digo con mucha autorización.

- A ti - contestó.

- ¿Osea? - vuelve la confianza a mi, típico, siempre confio demaciado en las personas desconocidas.

- No entiendo para que me quieren, y menos para que quieren mi mano. 

- Solo prestamela - me dijo jalandome al mismo tiempo que Ana sacaba una sustancia verde de un frasco que apenas se lograba ver.

- ¡Para! - Le grito, pero ya es tarde, el líquido esta a punto de tocar mi piel cuando ... 

- ¡AH! - ¡AH! - ¡AH! - grité y ellos gritaron un instante despues de mi, inmediatamente se apartaron de un brinco

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⏰ Última actualización: Jan 17, 2014 ⏰

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