CAPITULO V. HOLA Y ADIOS...

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CAPITULO V.



Los días han pasado como si fuera agua por mis manos, pareciera que esto no iba a llegar a su fin, pero si, parece que han pasado solo un mes desde que llego, y si, efectivamente, apenas es un mes.


El sigue teniendo toda la atención hacia mí, desde que se dio cuenta que tampoco le fui indiferente, es aún más detallista y atento, algo cursi en sus escritos, pero eso no le quita que sea atractivo, es lo que todas están esperando, un príncipe azul es el, pero lastima para ellas, ya que jamás será de las mujeres, si acaso fue de una , pero no más, y ahora ese hombre está interesado en mí, es imposible de creer, que un chico de pueblo le interesa a alguien como él. Yo lo veo como un dios.


Nuestra comunicación se fortalecía cada vez más, él ya iba en las tardes a jugar con todos mis amigos, nos reíamos, era algo inolvidable, más aquel momento en que le dijo a todos que soy quien le importa, y que solo busca lo mejor de mí, quien siempre seria así, pero como sabemos, esto no era una novela romántica, era algo peor que eso. Después las cosas empezaron a cambiar, tuvo que pasar cuatro meses para que sucediera esto:


Tengo todas las direcciones en cada lado, al igual que mis miradas, pero no lo veo venir, me invade la desesperación y siento derrumbarme sobre la fría piedra que forma el puente de allí, allí en donde mi abuela me recogió, allí en donde me encontró con la tristeza en mi rostro.


Ahora lo espero para por fin decirle que si, que si acepto ser su pareja, oficialmente.


Estoy sentado apoyado mis codos sobre mis rodillas con las palmas de mis manos sobre mi cara; mis pies dan brinquitos siguiendo el tono de lady antebellum con la canción need you now.


La gente pasa a mi lado, me miran como un bicho raro , uno que otro me saludan y me preguntan qué hago tan solito en aquel lugar, yo les respondo solo con una sonrisa, a otros solo les hago caso omiso y sigo con mi música en mis oídos, ya es mucha desesperación me digo a mí mismo.


Me volteo de golpe cuando una mano toca mi hombro, sobresalto y me pongo de pie enseguida.


El esta allí, me regala una sonrisa seria, no se ve tan alegre como ayer, se ve apagado y sus ojos se han hinchado, me pregunto que le habrá pasado?, ¿habra llorado?, lo miro con el seño fruncido.


__. ¿Pasa algo?__ le digo


__. No, no es nada.__ me responde.


__¡ no trates de esconderlo, te conozco y se que te sucede algo¿ anda dime que te paso?.


__. Enserio , no es nada, me invadio la melancolía , solo es eso.


Lo tomo del brazo y lo invito a tomar asiento, el silencio se hace presente, no es muy agradable el momento, y me estoy arrepintiendo de decirle mi respuesta.


Estamos sentados callados como 15 min, yo con un chicharo en una oreja, el aun esta perdido, no siento que este aquí a mi lado, esta raro, yo rompo el hielo.


__¿ te apetece algo? _le digo. El se voltea y me mira por unos segundos y contesta que si, que quiere comer algo.


__.¿ como que quieres comer?__ le digo


El se levanta sacudiendo sus vaqueros azules, alisando su camisa de cuadros negro y me da la mano, se lo acepto y ahora estamos parados, estoy casi pegado a el, han pasado solo dos hora desde que llego, para esto ya casi son las 8 pm y mi estomago empieza a hacer un ruido incomodo.


__¡ lo siento¡__ le digo bajando la mirada, el me levanta la barbilla con una mano muy trabajado y los dirije hacia su frente, los detiene a pocos centímetros del suyo, mientras que con la otra mano rodea mi cintura acercándolo lentamente hasta llegar a su cuerpo, mi respiración empieza a celerarse y mi corazón a latir a mil por hora, siento salirse de mi pecho.

Recuentos De HechosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora