Duérmete, mi amor, que aquí estaré yo

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Álvaro había disfrutado de la fiesta en el apartamento de Isco, pero había durado unas cuantas horas y no quería volver a casa. Isco ofreció una solución señalando su cama.
"-¿Estás seguro?" Álvaro no quería entrometerse. -"Deberías querer el lugar para ti otra vez, no quiero ser el huésped que nunca se va, y no tienes una habitación de invitados ni nada más que esta cama".
Isco rodó los ojos y siguió apuntando a su cama. -"Yo insisto."
Álvaro suspiró, sabiendo lo obstinado que podía ser su mejor amigo - "Ok, gracias."
-"El gusto es mio." Isco sonrió y salió de la habitación. -Voy a tomar mi té.

Una vez que oyó cerrar la puerta del dormitorio, Álvaro se sentó en la cama incrédulo.
Unos meses antes, los dos hombres habían compartido una cama de hotel mientras estaban de vacaciones con un grupo de amigos. Isco no había tomado el té, así que no podía dormir, lo que significaba que Álvaro no podía dormir. Cuando Isco mencionó que los abrazos le ayudaban a dormir, Álvaro lo abrazó y pareció funcionar. No siendo muy táctil, Álvaro se sorprendió por la comodidad con que dormía mientras se enredaba con Isco, aunque no le sorprendieron las mariposas que se movían en su estómago cuando Isco besó su torso. En cualquier caso, los dos mejores amigos nunca habían discutido los acontecimientos de esa noche, y Álvaro permaneció estúpidamente enamorado de Isco. ¿Ahora que?
Tenía que hacerlo bien. Tenía que prepararse para la cama normalmente, gatear bajo las sábanas normalmente y dormir normalmente. Tal vez esto llevaría a Isco a comprar un sofá con una cama plegable para que la situación no se repita. (No, Álvaro no estaba diciendo eso porque el sofá actual de Isco era horrible, lo decía porque estaría feliz de dormir en un sofá-cama de Isco, mientras Isco dormía en su propia cama.) Con este plan de juego en mente , Álvaro procedió a prepararse para la cama normalmente. El baño de Isco estaba organizado lo suficiente como para que todo estuviera en un lugar lógico, lo que puso a Álvaro cómodo.

Al regresar al dormitorio, Álvaro vio a Isco sentado en su escritorio y jugando en su teléfono. "-Tú eliges de qué lado" dijo sin levantar la vista-.
Álvaro se metió en el lado izquierdo de la cama. -"Está bien," dijo. "-Buenas noches."
"-Buenas noches." Oyó a Isco apagar el teléfono y meterse en el lado derecho de la cama. Pronto oyó que la respiración de Isco se hacía más lenta, señalando que su anfitrión estaba dormido. Álvaro era, como él temía, incapaz de seguir su ejemplo.

Después de aproximadamente una hora, Álvaro decidió caminar un poco por el apartamento para ver si eso ayudaría a las cosas. Mientras trataba de salir de la cama, Isco rodó y lo atrapó debajo de su cuerpo, murmurando, -"No te vayas.
-"¿Estás seguro?" Álvaro no quería arriesgarse a hacer algo estúpido como besar el torso de Isco.
-"Sí. Abrázame, funcionará." Isco se alejó de Álvaro y abrió los brazos. Álvaro se acercó lo más posible a su amigo y lo abrazó, sorprendentemente seguro en los brazos de Isco. Isco besó el cuello de Álvaro y susurró: - "Duerme bien, guapo."
-"Tú también ... encantador." Álvaro cerró los ojos y decidió no pensar demasiado en la elección de palabras de Isco. Pronto se sintió adormilado.

Álvaro aún dormía profundamente cuando sintió otro beso en su cuello. Abrió los ojos para ver a Isco inclinándose sobre él. -"¿Estabas viéndome dormir?
-"Por supuesto." Isco sonrió. -"Es mi cama, soy su anfitrión, tengo que evitar que tenga pesadillas".
-"No tengo pesadillas." Álvaro se incorporó y arqueó una ceja. -"¿Estás solo vigilandome porque eres un buen anfitrión?"
-"No, porque eres mi ..." Isco pareció vacilar. "Mejor amigo."
Álvaro decidió arriesgarse y explotar la vacilación de Isco. -"Los mejores amigos normalmente no se abrazan para dormir, lo hemos hecho dos veces, quizás somos algo más que amigos."
-"¿Como que?" Isco parecía nervioso mientras miraba a Álvaro.
-"Idiotas enamorados." Álvaro besó a Isco, agradecido de que el otro hombre le devolviera el beso.
Hicieron una pausa para respirar. -"¿Quieres ser novio?" -preguntó Isco.
-"Con una condición." Isco abrió mucho los ojos mientras Álvaro sonreía. -"Me dejas comprarte un sofá con una cama plegable para reemplazar el de la sala de estar."
-"¿Por qué?" La expresión de Isco pasó de aturdida a confusa. -"¿Realmente odias el sofá tanto?"
-"Sí, y si vamos a ser novios, todos y cada uno de los pisos de nuestros apartamentos tendrán que ser rotos." Álvaro le dio a Isco un beso en la mejilla. - "Y no estoy rompiendo en esa cosa horrible Además, un sofá-cama significa que la gente puede quedarse sin dormir en esta cama."
-"Bueno, iré de compras más tarde." Isco se lamió los labios. - "Pero ahora, estamos rompiendo en esta cama."

Esta historia no es mía, solo quise traducir de una página en inglés porque necesitamos más fics Morisco.