Hikari dió un grito de impotencia y cayó de rodillas sobre la tierra resquebrajada.
La sangre y las lágrimas brotaban de sus ojos, el rojo espeso manchando sus pálidas mejillas y cayendo sobre la roca. Su cuerpo ya no retenía el chakra con el entusiasmo inicial, sus músculos rugían por un descanso y cada tejido empujaba con furia los rincones más internos de su voluntad. La adrenalina de la furia se había desvanecido en el momento en que lo golpeó por primera vez y ahora ya no le quedaban fuerzas ni siquiera para levantarse.
Estaba claro quien ganaría esta batalla.
Ella ya no podía con el peso de esa guerra interna ni con las vidas que se estaban llevando las decisiones de hombres viles y mucho más fuertes que su propia valentía. Ya no quería seguir con la mentira de un clan brutal y la indecisión en su mente.
Porque lo odiaba, lo odiaba por dejarla sola en un mundo que le dolía, por obligarla a enfrentar la soledad más cruel y por sobre todas las cosas, por que por su culpa ella tuvo que convertirse en una vengadora. Pero también lo quería, con ese amor que podía darle pero que para él no era nunca suficiente. Respiró con dificultad tratando de calmar un corazón acelerado por la adrenalina y un fuego que aún quemaba sus extremidades agotadas.
-Has dado una buena pelea- dijo él en algún lugar que ella no podía ver.
Sus ojos aún le mostraban la más negra oscuridad y el dolor en sus retinas le indicaba que su técnica había acabado con su posibilidad visual. El riesgo de quedar ciega era muy alto y había jugado todas sus cartas en el ataque. Ahora no podía ver, sus ojos estaban destrozados y a merced del hombre que un día ella juro acompañar por siempre.
Hikari trató de sonreir. Hacerlo la ayudaba a afrontar el dolor que vendría, tanto en su alma como en su cuerpo devastado.
-No fue suficiente- susurró en respuesta.
-Lo se. Tendrás que esforzarte más a partir de hoy.
-Por favor....no- musitó ella dejando escapar lágrimas de pesar camufladas entre la sangre y el sudor- ya estoy cansada de pelear. No puedo seguir con esto.
-Tendrás que hacerlo, Hikari. Lo prometiste.
-Puedo contarte sobre quien empezó a romper las promesas.
Sintió el frío filo de la espada del joven tocar su hombro desnudo. No le causó dolor, ella sabía que podía lastimarla sin necesidad de tocarla siquiera.
El filo de la espada recorrió la piel sensible de la joven haciendo un camino desde el hombro hasta su garganta para luego subir con delicadeza. La hoja paro su recorrido en el mentón de ella para indicarle que levantara la cabeza.
Hikari obedeció sin poder ver nada de lo que pasaba. Negro profundo y dolor era todo lo que sentía.
-Técnica del Ojo Superior para contrarrestar mi Sharingan ¿Verdad? debí imaginar que harías algo así. Nunca dejas de impresionarme, niña. Apuesto a que Kakashi te entrenó.
Hikari sintió su corazón estrujarse ante esas palabras pero se obligó a permanecer inmóvil frente a su vencedor, dispuesta a no darle ni una pizca de sentimiento.
-No soy una niña- respondió ella con rabia- ya no. Deje de serlo la noche en que me abandonaste en ese bosque.
-Al igual que yo. Que eso no se te olvide.
Ya no sintió la presión de la espada, solo la brisa fresca en sus miembros febriles y sus cabellos haciéndole cosquillas en la piel.
-No voy a matarte. No aún- escucho que decía el joven.
-Sería conveniente que lo hicieras ahora.
Lo escuchó reír y Hikari no pudo evitar hacerlo con él. Ambos se conocían demasiado bien, sabían lo que significaba la derrota para ellos.
-Ya que yo gane, déjame decidir lo que es o no conveniente aquí.
-Si me matas ahora, tendrás la oportunidad de escapar. Si no lo haces...
-¿Vas a perseguirme? Estas ciega, niña tonta, no podras seguirme.
Hikari escupió un poco de sangre que se había colado entre sus labios, derrotada. Estaba segura de que no la dejaría morir, la pregunta sería qué es lo que pretendía hacer con ella si no era asesinarla.
-Matame ya, Sasuke- no quiso que sonara como una súplica, pero no estaba segura de sí lo había logrado.
-No has cambiado nada, Hikari.
-El que cambió fuiste tú- exclamó ella tratando de levantarse.
-Pues te estoy dejando vivir porque tu lo hiciste conmigo unos años atrás, supongo que eso no es cambiar tanto.
-Pues no volveré a cometer el mismo error.
A pesar de estar débil, Hikari saltó tan rápido hacia Sasuke que él sólo tuvo el reflejo de empuñar rápidamente un kunai, la espada que tenía en su mano se deslizó de sus dedos y cayó dando un suave tintineo en la roca. Hikari, haciendo caso a sus sentidos, paró la otra mano libre de Sasuke y con fuerza, dirigió la daga del joven hacia su propio corazón.
Ambos cayeron con un fuerte golpe pero él logró mantener la daga en su lugar. La punta mordía la nívea piel de ella y la sangre brotó tímidamente de la herida. Ella apretó los dedos con más fuerza, usando un poder que ni siquiera sabía que tenía, inmovilizando al Uchiha. El Sharingan no podría detenerla, no importaba cuánto lo intentara.
Le daría motivos para pelear, le haría sentir la batalla interna que ella había tenido años atrás. Le devolvería cada una de las penas que él le había hecho pasar por su egoísmo. Era probable que no volviera a ver a Kakashi nunca más, no volvería a sentir la calidez en su interior que sólo él sabía darle. Pero frente a ella tenía a uno de los responsables de todo el dolor que se vió obligada a soportar en nombre de la amistad, en nombre de una promesa que la hizo sobrevivir en medio de la oscuridad.
-Dijiste que nadie se interpondría entre tú y tu venganza. Que aquel que se atreviera a desafiarte caería bajo tu espada. Muy bien, Uchiha, yo me interpongo. Así que si en verdad tanto anhelas tu venganza....
La daga de Sasuke comenzó a cortar la suave piel marfileña de ella, el joven apretaba los dientes en su esfuerzo por evitar que clave el filo en su pecho.
-Hikari- susurro él, jadeante en el esfuerzo.
Los ojos de ella estaban llenos de sangre pero aún podía apreciar el hermoso dorado de sus pupilas.
-Si tanto quieres vengarte, toma esta daga y entierrala en mi corazón.
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La Luz detrás de tus ojos
FanfictionHikari Youkai tiene el destino de un clan infernal a sus espaldas. Kakashi Hatake tiene el peso de sus decisiones en la suya. Ambos cruzarán sus caminos más de una vez y en cada una de ellos encontrarán la oportunidad de recuperar lo que alguna vez...