¿Tu me hubieras esperado?

¡Charlotte!

 -¡Charlott! La orden de la mesa cinco esta lista. – Esa misma noche de viernes el restaurante seguía lleno, y por lo tanto, yo tenía mucho trabajo. Grace no me volvió a sacar el tema de Ian durante toda la noche, supongo que entendió mi punto y no me fastidiaría más con ese asunto, aunque no debo cantar victoria antes de tiempo, Grace suele ser más terca que una mula, ella no olvidara ese tema tan fácil.-

-¡Enseguida voy! –Exclame empujando la puerta con mis caderas y tomando la orden para luego salir a entregarla a su respectiva mesa- Quiero irme a casa... -Susurre para mí misma al darme cuenta que mis ojos empezaban a arder, necesitaba dormir.- Aquí está su pedido, espero lo disfruten mucho. –Sonreí amablemente colocando los platos en la mesa cinco, como me fue indicado.-

-Gracias. –Contesto amistosa una chica morena que iba acompañada de un chico con aspecto frio. Asentí para luego retirarme y limpiar algunas mesas que ya estaban desocupadas. Me sentía cansada, mi cuerpo perdía fuerzas, me sentía enferma.-

-Charlotte... ¿Estás bien? Tienes cara de muerta... ¿Te pasa algo? –Pregunto Linda que en ese momento se encargaba de la caja registradora, asentí y le sonreí falsamente, pues ella no me caía del todo bien.-

-Sí, estoy de maravilla. –Dije sin más, y con pasos torpes camine hacía el cuarto de empleados para lograr tener un momento para respirar.-

Empuje la puerta estirando mi brazo y sentí como mis piernas perdían su fuerza, no logre apoyarme en la pared cuando ya mi cuerpo estaba en camino de chocar contra el suelo, espere un doloroso golpe, pero jamás llego, empecé a recuperar las fuerzas mientras parpadeaba varias veces y poco a poco fui agarrando conciencia de lo que pasaba a mi alrededor, escuche mi nombre... una y otra vez, apreté mis ojos con fuerza al sentir un dolor repentino en mi lado derecho de la cabeza, volví a escuchar mi nombre, no lo gritaban, simplemente me llamaban con tono de preocupación.

-Charlie, reacciona... Charlie –Abrí finalmente los parpados y me encontré con unos tiernos ojos miel que se notaban alarmados, no quería preocupar a nadie, ni hacer el papel de la chica que necesita ayuda o compasión, me levante poco a poco y al ver que ya podía sostenerme sola, le pedí que me soltara amablemente- ¿Estas bien?... ¿Qué ocurrió?... –Era Fred, mi compañero de trabajo quien se veía tan preocupado por mí, como siempre.-

-Tranquilo, estoy bien, solo vine a tomar un poco de aire -Respire profundo- No sé qué paso pero te aseguro que no fue nada. –Le dije para que no se preocupara por mí, realmente no me gustaba llamar la atención, y menos de este modo.-

-¿Cómo me dices que esté tranquilo Charlotte? ¡Si te desmallaste frente a mi carajo! Tu siempre tan poco interesada en ti misma, tienes que ir al médico, y sobre todo, tienes que contarle esto a Ben... -Lo mire un poco irritada, era muy tierno, y siempre trataba de protegerme, pero yo no necesitaba eso, yo podía cuidarme sola, y si no me interesa mi bienestar, eso es asunto mío.-

-Calma. –Levante ligeramente mi mano para que detuviera las acusaciones- No iré al médico, no le diré nada a Ben, ya me siento mejor, y ahora, iré a terminar mi turno. –Comencé a caminar hacia la puerta pero el mareo me volvió a atacar. Me detuve.-

-Charlotte Jobs, ¿puedes dejar de ponerte a la defensiva y entender que te digo esto por tu bien?... –No respondí.- ¿Charlotte?... –Pronuncio mi nombre con un tono más calmado. Fred se acercó a mí tomando mi cintura y a su mirada volvió aquella preocupación.- Charlie...

-Estoy bien Fred, solo estoy un poco cansada, es todo... -Dije tratando de calmarme.-

-Está bien Charlie, tienes que descansar y... -No término de decir lo que planeaba sermonearme cuándo la puerta del cuarto de empleados fue abierta sorpresivamente y un Ben preocupado entro a paso rápido.-