Joder, estoy tan cansado de estar aquí. La oscuridad me absorbe, no logro ver mucho pero si. Veo tus ojos azul eléctrico, esos ojos que me ponían tanto a tu merced, a que hicieras lo que se te antojara conmigo.
Tus ojos tienen lamento en ellos, la luz de la luna entra y alumbra un poco más la habitación. Das dos pasos hacia adelante, ladeas la cabeza y me tiendes tu mano. Me paro de inmediato pero cuando voy a tomar tu mano, tú simplemente desapareces, de nuevo. Caigo de rodillas al suelo, agarrando mi rostro, este está mojado por los mares de lágrimas que salen.
Amor, no te alcanzo. ¿Podrías, por favor, ir más despacio? Te hablo, pero tú no me contestas.
Quiero correr hacia ti, pero necesito observar por donde vienes primero.