Valkyon y Ezarel se miraron entre ellos y luego a la muchacha, medio sorprendidos y en parte confusos. No podía ser que pudiera dominar tan rápido algo que hace poco ni sabía que existía, a parte que en los cuentos y leyendas... ¿O sí?
El hecho de que ella tenía un muy alto nivel de aprendizaje era real, y su gran destreza a la hora de la batalla era indudable. Pero de eso a que pudiera dominar sus poderes en tan solo dos meses era bastante increíble. Realmente ella era un completo milagro, según parece.
El más alto de los tres, Valkyon, se dirijió a la chica con semblante serio, pero curioso.
-Vamos a la sala de entrenamiento, ahí me muestras.
La muchacha asintió después de escuchar al albino y, no sin antes mirar al peliazul con una sonrisa, indicando que quería que el también viniera, se dirijió con los tres a la sala ya mencionada.
Era bastante grande, lo suficiente como para que mas o menos 20 personas pudieran moverse con libertad mientras entrenaban con sus armas y magia. Estaba llena de maniquíes algo rotos por el constante entrenamiento de los soldados, trampas falsas para que aprendieran a esquivar y parar golpes, descansillos y demás. A pesar de sus paredes coloridas y su suelo de un color claro, era una sala bastante oscura por la poca iluminación de esta. Era la sala de obsidiana por excelencia.
Mirai se acercó a una de las partes vacías y esperó a que su lider y el elfo se acercaran lo suficiente como para poder verla, pero lo bastante lejos como para que no pudiera atacarles por accidente.
Y, hecho eso, empezó a moverse con la gracilidad de un ciervo pero aun así mostrando la fuerza de un león. Empezó a usar sus poderes, creando un bello baile de lucha iluminados por estos. El viento que ella creaba con sus manos daba un brillo precioso a sus ataques, a la par que mostraba lo peligroso que podía ser un ataque de estos, pues ya había cortado varios maniquíes destrozandolos aún más, pero sin llegar a romperlos del todo.
Era como ver la danza de una mariposa, pero sin ser tan indefensa.
Finalmente, terminó con la espada cortando la cabeza de un maniquí sin la necesidad de haberlo tocado. El viento era un arma muy poderosa, y ahora se había dado cuenta, pues eso último lo había hecho sin querer.
Miró a Valkyon con una sonrisa vergonzosa, pero algo preocupada por el último acto.
-Siento haber roto uno de los maniquíes. Trataré de controlarlos mejor.- Obviamente, se refería al poder de controlar el viento. Sin embargo, no vió la cara de sorpresa, no solo del albino, también del peliazul.
-Es sorprendente, pero cierto. Has mejorado muchísimo en un tiempo asombroso. Eres una gran miembro para la guardia obsidiana. -Le sonrió demostrando su sorpresa por la habilidad de la chica. Era la primera vez en mucho tiempo que veía a alguien avanzar tan rápido y, francamente, eso le aliviaba un poco, ya que no tendría la necesidad de preocuparse tanto por ella. Incluso si seguía pensando en lo de su mundo, al menos tenía mas claro el como hacer que se sintiera mas a gusto en este.
A la pelinegra le alegró mucho escuchar esas palabras. Eso quería decir que estaba orgulloso de ella y eso, para la chica, era un gran honor. Siempre había querído que alguien le hablase de esa forma, puesto que en el mundo humano nadie veía sus cosas buenas. Allí solo se fijaban en sus muchos fallos, y ella aceptaba las críticas con una sonrisa.
Valkyon volvió a hablar.
-Escucha, voy a pensar en las utilidades que pueden tener tus poderes. Si sigues así trataré de convencer a Miiko para que te envie de expedición. Aún es peligroso ya que te queda mucho para adaptarte a este mundo, pero creo que un lugar no muy lejano te ayudará a mejorar sin ponerte en peligro. Quizá también podamos investigar mas sobre ti después de verte en acción real, y no solo en una triste sala. -Eso último también fué dirigido a Ezarel, pues era quien se encargaba de las investigaciones y la alquimia. Por algo era lider de la guardia absenta.
El elfo entendió la indirecta de su compañero a la primera; Debía observarla y experimentar con lo que sabían. Eso ya le empezaba a parecer como si la chica fuera un conejillo de indias y él el cientifico loco. Estaba claro que el chiste que venía a continuación no se lo iba a callar.
-¿Y estas seguro de que esta niña enclenque y torpe podrá sobrevivir ahí fuera? Si a penas sabe tenerse en pie. -Hablando claramente de su torpeza. Además, el que los elfos vivieran mucho mas que los humanos no ayudaba a que pudiera verla como una mujer madura y adulta. Aunque no la viera tampoco como una niña, pero con tal de molestarla lo que fuera.
Mirai ya empezaba a conocer las bromas de Ezarel y, ¿porque no?, le gustaba escucharlas. Normalmente se reía, pero esta vez decidió seguirle el juego mostrando una falsa molestia.
-Bueno, al menos yo hago bien mi trabajo y no me equivoco si tengo que elegír un arma u otra, no como tu con los ingredientes para las pociones. -Tras decirle eso le mostró la lengua, haciendo que el mas grande sonriera y que el de ojos verdes se sorprendiera y se molestase un poco, a la vez que se divertía.
-¡Oye! ¿Y tu que sabes? A lo mejor estaba experimentando... -Se cruzó de brazos, indignado.
-¿Experimentando con una cola de espuma y un diamante líquido sabiendo que al mezclarlos causan una leve explosión? ¿Y que tratabas de conseguír exactamente? -Habló con un tono burlón bastante impropio de ella, pero necesario si quería que sus palabras tuvieran efecto.
El albino, que no solía mostrar mucho sus sentimientos, no pudo evitar reir ante ese recuerdo tan vergonzoso para el elfo. Este lo único que hizo fue enfurruñarse y cruzarse de brazos, avergonzado. Esa chica había tocado su orgullo.
Mirai, al notar la molestia del peliazul sonrío dulcemente y se acercó a el para molestarlo un poco, pero sonriendole amistosamente.
Las horas para los tres pasaron bastante rápido después de eso.
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Valkyon ideaba algún plan para que ella se adaptara a este mundo con los poderes, porque estaba seguro que serían clave para que se encontrara a gusto.
Él siempre había sido así, siempre cumpliendo lo que se proponía, daba igual el método. Y lo cierto era que esa chica consiguió su amistad y confianza sin saber muy bien cuando o cómo. Tal vez al ser un ángel conseguía simpatizarse con la gente, o tal vez era que simplemente su carácter y bondad lo habían hecho encariñarse de ella. Sea como fuere, realmente deseaba que viera lo bueno de ese mundo.
Y le vino la idea, como si la propia chica se le hubiera aparecido como un ángel y le hubiera ayudado a encenderle la bombilla imaginaria de su cabeza. Lo primero que debía hacer era conseguir información sobre su mundo. Tal vez si sabía su modo de vida podría ayudarla con sus poderes de un modo que le recordase a su hogar.
Sin más dilación, se dirigió a la biblioteca, donde se encontraría a Keroshane con libro en mano. "Ángeles y demás leyendas.", se titulaba. ¿Estaría buscando lo mismo? Probablemente no.
El hombre unicornio vió al de ojos dorados entrar y lo miró curioso, ya que normalmente sus actividades consistian en entrenar, explorar y defender el cuartel general y sus alrededores.
-¿Puedo ayudarte en algo?
El albino asintió, viendo la biblioteca con detenimiento.
-Necesitaría algún libro o algo de información sobre el mundo humano.
Keroshane se lo quedó mirando fijamente, como tratando de descifrar un puzzle casi indescifrable. Luego se acercó a el sonriendole.
-¿Algo relacionado con Mirai?
Valkyon asintió.
-No parece encontrarse muy a gusto aquí, algo normal si lo piensas. Ahora es de mi guardia y necesito que mis subordinados tengan la moral alta si quiero que hagan bien su trabajo. En el caso de esa chica es mas difícil y necesito ayuda.
Kero anduvo pensativo unos minutos. Había muchos libros en la
biblioteca, pero no demasiados que hablaran del mundo humano, mas que libros sobre arquitectura, comportamiento y lugares de estos. Finalmente dio con alguno que tal vez podía ayudar a ese grandullón con armadura.
Atrayó el libro con su magia hasta delante suyo, lo cogió y se lo mostro al líder de obsidiana.
-Creo que este te será de utilidad. No se si será lo que buscas, pero seguramente te proporcionará algunas de las respuestas.
Valkyon asintió a modo de agradecimiento.
-Servirá. -Tras decir eso, se fué a algún lugar tranquilo de la biblioteca para poder leer. Definitivamente encontraría la manera de que esa chica se sintiera como en casa.
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Not only the stars shine brightly
FanfictionMirai, una chica normal y corriente de la tierra, había llegado a un mundo totalmente desconocido para ella. Magia, fantasía... todo eso que solo se encontraba en los cuentos de hadas. Y en ese mundo, descubrió que tal vez, ella también pertenecía a...