VII

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[...]

Justin ignora lo que Kelsey ha dicho creyendo que es una mentira sólo para que la dejase quedarse y sale de la casa en busca de su auto, el cual sólo utiliza para ir a la ciudad a hacer las compras rutinarias.

Ella se da por vencida y camina detrás de él, definitivamente Jay la odia, o eso es lo que Kels cree. Sube al auto más que enfadada y cruza sus brazos sobre su pecho para luego mirar hacia un costado esperando a ponerse en marcha. Alza la mirada a Justin quien acaricia la cabeza de Gillbert antes de cerrar la puerta y quita los ojos de él cuando este también la mira.

En todo el camino a la ciudad, ninguno de los dos se habla, sólo se escucha las canciones de la radio, y eso a Kelsey le fastidia, le fastidia el silencio entre ella y Justin, pero no tiene algo para decir más que seguir suplicándole,  y sabe que si continúa él es capaz de tirarla del auto, y eso sería peor, la dejaría en la calle en medio de la nada.

Inquieta en su lugar, pregunta:—¿Por qué quieres que me vaya?—fija la mirada nuevamente en su acompañante, el cual no deja de mirar el camino sin hacer siquiera una mueca.

Espera un momento la respuesta de Justin, pero no las obtiene, sólo un repentino suspiro.

—Porque quiero estar solo, Kelsey—susurra y por primera vez en el auto, la mira—. Me acostumbré a estarlo y será así hasta que muera.

—La vida sigue, ¿sabías?—él frunce el ceño ante la frase de Kelsey y niega—Aunque no lo quieras, es así, eres joven y te has dejado derrumbar por una mujer que ya no está con nosotros—rápidamente la joven se hunde en el asiento al ver como Justin aprieta el volante y tensa la mandíbula, ya ha entendido bastante que no le gusta hablar de su difunta esposa—. Supérala, Justin—nuevamente, se asusta ante sus comportamientos violentos.

—¿Cómo mierda quieres que la supere?—susurra conteniéndose las ganas de gritarle que no se meta en su vida y que lo deje en paz, pero por un lado tenía razón, la pequeña Kelsey Adams tiene razón, debe y necesita superar a Kristen, ¿pero cómo podrá olvidar todo un matrimonio? Y peor aún, ¿cómo podría olvidar a la mujer que lo hizo feliz la mayor parte del tiempo?

—Comienza desde cero—Justin niega con la cabeza repetidas veces, se niega rotundamente a hacer eso, prefiere mil veces morirse de depresión a que empezar todo de nuevo.

Y no es que sea egoísta consigo mismo, sino que tiene miedo, miedo de que todo vuelva a suceder, es por eso que ya no hace más nada para ser feliz, pues, lo fue una vez y todo se arruinó, no sería capaz de aguantar otra vez todo lo malo.

—No—es lo único que dice ante su propuesta, se acomoda en el asiento antes de colocarse un cigarrillo en los labios.

—¿Por qué?—frunce el ceño ante el quejido de la chica y vuelve a negar, ya han intentado reanimarlo infinitas veces y se ha negado, una niñata como Kelsey no será la excepción.

—Porque no, ahora cállate—esas palabras hacen eco en los oídos de la joven y esta vez ella frunce el ceño, pero lo mira. 

Kelsey piensa que Justin está desperdiciando su vida, que es bastante joven para seguir con todo esto, está roto, lo sabe, pero debe pasar de página al libro para así unir todos los pedazos, si no hace eso, permanecerá roto para siempre, y sinceramente, ella no quiere eso para él. A pesar de no conocerlo totalmente, quiere lo mejor para su vida y bienestar, y es capaz de ayudarle, sólo si se dejara.

Decide no seguir insistiendo más y se mantiene en silencio el resto del camino.

Al llegar, observa la ciudad como si de un paraíso se tratase, todo ha cambiado, las casas, los comercios, absolutamente todo.

—¿Cómo es que no vives aquí?—susurra aún impresionada por el lugar, hace ya semanas, incluso meses, que no pisa este lugar, es por eso que lo ve como una maravilla.

—Es muy ruidosa—Kelsey lo mira y le es inevitable observar el cigarrillo que descansa en sus labios, haciéndolo jodidamente caliente y rudo.

—T-todas las ciudades son ruidosas—se golpea mentalmente la cara al darse cuenta de que se ha puesto nerviosa y se ha ruborizado, y peor aún cuando Justin lo nota, ya que una pequeña sonrisa traviesa aparece en su boca.

—Por eso mismo no vivo en una, Kelsey—nuevamente ha hablado como si fuera estúpida o algo—, y me he acostumbrado al silencio, y a algunos ruidos de animales, pero más nada, no podría acostumbrarme a todo esto, me frustra—ella asiente, comprendiendo, y voltea a mirar todo nuevamente.

Kels se pregunta si su madre aún sigue viva y si se acuerda de ella, al igual que su pequeño hermano y su papá, se pregunta si aún siguen buscándola, quizás no,y hasta ya haya sido considerada muerta, y ella teme eso, que todo sus seres queridos la hayan olvidado.

—¿Qué sucede, Kelsey?—se asusta ante la voz de Jay y lo mira.

—¿Aún siguen buscándome?—juguetea con sus manos sin dejar de observarlo esperando un sí de su parte. Sabe que su familia es capaz de hacer de todo por ella, y que jamás se rendirán en su búsqueda, ella lo sabe y es lo único que le importa.

—No—susurra—, estás muerta para todos aquí, pequeña.



Kelsey Adams© | jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora