Capítulo 24: Matthew.

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Realmente no lo creo.

Hoy era la "cita"con Matthew, en nuestro lugar , como solíamos llamar a un árbol viejo a las afueras de la ciudad, solía disfrutar estar ahí, pero ahora solo me trae recuerdos, recuerdos que quisiera olvidar.

Suena el timbre y me veo obligada a dejar mis pensamientos. Esta era la última clase, en menos de dos horas era la "cita"; no me daba nervios Matthew, creo que al contrario me daba rabia, mucha rabia, lo que me hacía sudar, era recordar, recordar lo estúpida que fui ¿cómo lo deje entrar tan fácilmente?Y¿cómo lo deje herirme?.

Alguien me habla.

-Señorita Williams ¿podría prestar atención?

-Si, lo siento.

La clase se pasa lento, tan lento que me vuelvo a sumergir en mis pensamientos, hasta que nuevamente suena el timbre.

Salgo al último, me percato que Harry yace  en la puerta, aunque se supone que me cuida de cerca, siempre me alejo y escapó así que se la pasa buscándome, intentó hacer como si no estuviera.

-Isabella, te estuve buscando todo el día, ¿Dónde estabas? - ruedo los ojos.

-Por allí-digo sin más.

-Mira sé que es incómodo, no es precisamente lo que quisiera hacer, pero estás bajo mi cargo te guste o no- suspira- solo no lo hagas más difícil ¿si?

-Nunca fue incómodo- digo con sarcasmo.

- Como sea; solo no te alejes ¿si?

- Lo intentaré.

Hablando de no alejarme eso es precisamente lo que tengo que hacer, no voy a dejar que Harry me acompañe a ver a Matthew.

Lo sigo en silencio en dirección al estacionamiento.Al llegar al auto.

Suspira.

-Realmente no quiero hacer la situación tensa, solo, no sé, seamos amigos?

Ruedo los ojos.

Como espera que podamos ser amigos, yo; simplemente no puedo, no después de todo lo que paso. Pero no puedo decirlo, así que me resignó.

-Bien.- dijo con mi mejor intento de una sonrisa.

Al decir esto, sonríe. Y me permite ver esa sonrisa que tanto adoro, esos hoyuelos que anhelo, esos ojos que me hipnotizan cada vez que los veo Demonios! No, ¿Por qué es tan perfecto?.

El camino a casa es tranquilo, había silencio, sin embargo no era incomodo, era un silencio apacible,
agradable.Decido decirle lo de Matthew.

Mentiría si dijera que no lo extraño, que no quiero verlo, que no quiero estar cerca de él.Pero no creo que haya futuro, al menos no por su parte, o era muy bueno controlando sus sentimientos o no sentía nada.

Lo llamé.

- Harry

-¿Si?

- Quiero que me lleves a esta dirección.- le extendí un papel.

-Isabella, esto es a las afueras de la ciudad ¿A qué vas hasta ahí?

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