Una noche en el Museo Exo |Kaisoo ChanBaek| {Exo yaoi} (Editando Los Horrores)

Capítulo 5: Recorrido a Exo Museum

Nota de la autora: Holaaaa!~ no pude evitar no actualizar hoy! ¡Hoy es el cumpleaños de Soo! ¡Estoy tan feliz! Hehddhshhdhdjkdjshshgd

Mi bebé ya no es tan bebé, ya está grande, 24 añitos recién cumpliditos.
Oh, que rápido crece. *se limpia una lágrima imaginaria*
Por eso este capítulo es más largo~.

Pero mi felicidad se fue...a la puta. Sorry por la palabrota, pero es que ayer se acabaron mis vacaciones de navidad y hoy empiezan las clases en mi país *shora sangre(?*

En fin, lean.

Hey, Let Me Introduce Myself!~
Yeah, Come trouble! Ooh! Ttarahae!~
Oh, Oh, Oh, Eh, Oh~🎶👯⏰

-Mhhwvdgd- Palabras inentendibles salían de la boca de un adormilado KyungSoo en forma de protesta. Ya tan temprano en la mañana está malhumorado por dos razones. La primera y la más importante: está sonando una canción de las Girls Generation. Ni modo, no pondría música que le guste de rigntone para la alarma. Y la segunda: es "muy temprano para levantarse".

I Got  A Boy...!

¡Boom!

Le dio un "golpecito" al despertador para lograr así que se acabe su tormento.

Se quita las sábanas que lo cubren y se sienta en la cama aún co los ojos cerrados. Se frota sus ojitos, que son más grandecitos que los de un coreanito promedio, tratando de quitarse el sueño a su vez se remueve las lagañitas. Suelta un gran bostezo y gira su cabeza para mirar el reloj y saber que hora es.

Las 11:30 indica dicho aparato. No es tan temprano como pensaba que era.

Como sea, se levanta de la cama dirigiéndose al baño para hacer sus necesidades matutinas, como lavarse los dientes, orinar, rascarse los pies, ya saben, lo normal.

Luego que termina de hacer lo que estaba haciendo en el baño, va hacia la mini cocina que se hallaba en su futuro antiguo departamento, yendo hasta el microondas donde su querida primita del alma le había guardado comida. No cualquier tipo de comida, no, no, ¡claro que no! Sino que era su comida favorita, ¡la pizza! No cualquier pizza, no, ¡eso sí que no! Sino que pizza suprema hecha especialmente para él por su prima.

Su prima es una chef profesional, especializada en comida italiana. Para él, ella era la mejor cocinera, después de él, claro está. Pero nunca se lo diría, su orgullo no se lo permite. Además, su prima es muy creída y se lo sacaría en cara por el resto de sus días. Se pregunta a quién habrá salido.

Volviendo por donde íbamos, sacó la pizza pequeña de allí y empezó a comércela. Le valía que estuviera un poco fría. Se la comió como si no hubiera comido hace 300 años.

Después de tragarse, di-digo después de comerce sutilmente la pizza, se lavó las manos y se cambió la piyama. Iría al departamento de su prima a bañarse para luego ir a su trabajo.

Cogió los uniformes de su, ahora, trabajo como guardia de seguridad, los dobló como pudo, sin importarle que se estrujaran, ya le pediría luego a  Ambercita que se los planche, y los acomodó como pudo dentro de la maleta, aplastándolos un poco con sus piecitos para que esta pudiera cerrar.

Tomó la maleta, emprendiendo el viaje a la vivienda de su primis, cofcof, prima.

👩➕👨=👫=💑=💏=👉👌=👶=🏃💨=🙍=😭=👵🐈🐈🐈🐈🐈🐈🐈

¡DingDon!~🚪📣

-¡Pasa!- Se escuchó la voz rota de su prima a través de la puerta.