Capítulo 3.

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Cuando Louis despertó, en lo único que pensaba era que se estaba congelando. Hacia tanto frío que el poco de mantas en las que estaba envuelto no servían de nada, sus dientes castañeaban y estaba temblando.

"al fin despiertas"

Harry estaba en la puerta de la gran habitación donde se encontraba.

"¿qué pasó?"

"eso es lo que he querido preguntarte las últimas horas" le respondió mordaz "¿qué fue lo que pasó? ¿Por qué te dormiste en la tina? ¿Querías morir?"

"N-no"

"entonces explícate" exigió tratando de mantener su temperamento. Estaba furioso por el estrés de tener a Louis casi muerto en sus brazos por una imprudencia.

"d-de verdad lo siento, solo cerré los ojos por un momento y luego no supe más nada... intentaré que no pase de nuevo" trató de calmar sus escalofríos mientras hablaba, no quería empeorar las cosas.

"¿me estás diciendo que te desmayaste?"

"no lo sé" por más que intentaba, seguía temblando "probablemente fue porque estaba un poco cansado"

"¿Tú duermes bien, Louis?"

"se puede decir que si..."

"¿desde cuando no duermes bien?" y ahí estaba ese ceño fruncido de nuevo.

"b-bueno... no he pegado el ojo desde que me desperté antes de ayer" murmuró "los dobles turnos nunca habían sido tan seguidos"

El corazón de Harry palpitó fuerte ¿éste pequeño llevaba sin dormir más de dos días? Y luego llegaba él y le quitaba el único tiempo libre que tenía ¿era culpa lo que estaba sintiendo?

"¿Por qué trabajas tanto, Louis? No vale la pena si compromete tu salud"

"no puedes decir lo que valga o no la pena para mi, Harry" se frustró "Ahora, por favor, llévame a casa que en unas horas debo trabajar"

"No"

La boca de Louis se abrió con incredulidad, pero la mueca no duró mucho por el frío que tenía "¿Cómo que no? ¡Llévame a casa, AHORA!"

"No te irás de aquí hasta que hayas dormido mínimo diez horas" caminó por la habitación y abrió un poco la cortina para ver por la ventana "está nevando, de todos modos, no es seguro manejar así y podrías enfermar. Ahora descansa mientras busco un té para que duermas mejor"

Harry salió de la habitación y Louis lo único que podía hacer era temblar, ya parecía una oruga en su capullo y ni siquiera así lograba calentarse. No lograba dejar de pensar en lo raro que era Harry, primero se mostraba duro e imponente como una roca... pero luego mostraba pequeñas fisuras de ternura ¿qué clase de hombre era éste?

Harry estaba decidiendo qué té elegir, no sabía siquiera cual sabía bien, él odiaba el té, pero sabía que ayudaba mucho con las personas enfermas... trató de ignorar los temblores de Louis pero ni aunque estuviese ciego hubiese podido, podría jurar que desde ahí se escuchaba cómo castañeaban los dientes del más pequeño en su habitación en el piso de arriba.

Se decidió por el de manzanilla porque era él único que recordaba haber tomado cuando estaba enfermo, su madre solía ser muy protectora cuando estaba en ese estado, por eso lo obligó a comprar la cajita; según ella <<no había nada mejor que una bebida caliente cuando tuviera varios sentimientos encontrados>> ese era su lema, y la señora tomaba té o café o chocolate caliente cada vez que tenía la oportunidad.

Cuando echó el líquido caliente en la tacita junto con el sobrecito que estaba soltando la infusión le llegó una encrucijada ¿el té llevaba azúcar? No tenía ni la menor idea, pero ¿qué era peor que un té? <<qué estupidez>> resopló.

Una obra de arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora