Barlevit, Esferas y Felinos

Pistolas de Pintura

Los rayos de sol despertaron a Chester Cooper en su habitación al día siguiente de haber visitado el Museo. Estaba muy emocionado por lo que les había pasado a él y a sus amigos en la exhibición de animales disecados. También estaba un poco preocupado porque no había puesto atención a nada de lo que se encontraba en el Museo, no les dio tiempo de regresar a mirar todas las habitaciones a causa del felino que se les apareció en el Recinto.

Su despertador digital fue el que lo despertó. Se sentó en su cama y admiró su habitación, como lo hacía cada mañana. Las paredes estaban tapizadas con imágenes de cantantes, actores, portadas de libros, portadas de películas, personajes de caricaturas japonesas y demás cosas. Él mismo le confesó a sus amigos que no conocía que era exactamente el contenido de la mayoría de las imágenes, que solo las tenía para verse más interesante y culto.

Chester dormía en una litera, en la parte de abajo. Antiguamente dormía con su hermano, Paolo, pero cuando cumplió diez años lo mudaron a otra habitación, dejando a Chester con la antigua litera. En una de las paredes tenía un librero retacado de libros de fantasía y de ciencia ficción. También tenía los libros escolares que ha tenido desde la primaria, tenía algunas revistas de Gotcha.

Sus padres eran los dueños del Gotcha más grande del pueblo, y a Chester le encantaba pasar su tiempo libre en ese lugar, porque podía entrar gratis y dispararles balas de pintura a las personas sin que ellas lo esperaran. La madre de Chester se llama Dalia. Su padre genético la dejo embarazada cuando tenía diecisiete años y después se fue a otro país, dejándola sola. Por suerte, meses antes del nacimiento de Chester, Dalia encontró a u hombre que se enamoró de ella, se hicieron pareja y se juntaron para vivir solos en una casa que los padres del novio le regalaron. Chester nació y creció creyendo que Vic, el novio de su madre, fue su padre genético. A los doce años le contaron la verdad, pero nada pasó. Paolo es el hijo de Vic y Dalia y es el hermano menor de Chester.

Por lo general cuando Chester se despierta se encuentra solo en la casa. Unas horas después llega Paolo, pero Chester ya no se encuentra ahí, sino que está en el Gotcha. Ese día era sábado, así que Chester no tenía que ir a la escuela y podría pasar más tiempo en el negocio familiar. A Chester le pagaban por informarles a los clientes que están en el campo de tiro que se les acabó el tiempo y que tienen que salir. Hay veces que a las personas se les acaban las balas que compran y se quedan dentro del campo, asisten y amenazan a los demás jugadores para quitarle sus balas y así poder jugar más. Chester se encargaba de estar dentro del campo y examinar a todos los jugadores, medirles el tiempo y sacarlos si es necesario. Hay una torre de vigilancia en el centro del campo, pero a Chester no le gusta estar ahí porque es pésimo francotirador.

Después de desperezarse los músculos con algunos movimientos rápidos y un poco dolorosos, Chester salió de su habitación y se dirigió al baño. Se duchó rápidamente para no perder tiempo y se fue a su habitación a vestirse. En una mochila cargó un arsenal de balas color amarillo. Según el reglamento del Gotcha, cuando a un jugador le cae una bala amarilla quiere decir que se le acabó el tiempo de juego.

Bajó a la cocina y tomó el desayuno que le prepara su madre todas las mañanas antes de irse al trabajo. Ese día le dejó unos tacos de queso y un trozo de pizza instantánea de las que venden en la Pizzería Bragiggia. Se sentó en la mesa a comer, pero antes de que comenzara se levantó y se sirvió un vaso de leche del refrigerador, después pudo sentarse a comer. Encendió la televisión para no aburrirse. Empezó a cambiar de canal cada tres segundos, al final encontró uno donde transmitían un noticiero, dejó ese canal tratando de estar siempre bien informado sobre lo que sucede en el mundo. Esperaba ver alguna noticia sobre algún cambio en el universo, algo que hiciera que todo peligrara, pero por más que estuvo poniendo atención a lo que decían los conductores no escuchó nada respecto al tema.