parte 1: no tengo nada.

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De acuerdo; imagino que debo escribir algo relevante... ¿pero qué podría?.

Que sea lo suficientemente interesante.
está bien, no entraré en pánico, lo que voy a hacer es... es... ¿saben qué?, a la mierda, voy a hacer de esto una de esas ridículas reflexiones, que tengo siempre que cocino / no soy Ranci, pero algo se hace/.
me gustaría saber cómo escribir poesía, aunque escucho música cuando limpio así que creo de algún modo estoy... en eso.
ya, hablando en serio, durante mucho tiempo creí que en la poesía se encontraba la belleza, /se supone describe la jodida belleza/ pero ahora me doy cuenta, obviamente después de una larga y comprometedora charla con mi madre, que la belleza y la poesía se encuentra en cada cosa... ¡oops! olvidé mencionar que después de haber leído tanto casi puedo catalogar el romance / y eso es realmente triste, ¡¿acaso ya no hay novedad en este asqueroso mundo?! *se sacude el cabello cual diva*/ y no voy a explicar porque relaciono el romance con la belleza.

De todos modos, la belleza; comienzo a apreciarla en estos pequeños atisbos del todo, y parece una ridiculez, lo cual evidentemente es, pero aún a mi corta edad sé, que dormir hasta tarde, leer esa fanfic de tu artista favorito, leer más novelas, porque no tienes un círculo social, y si lo tuvieras probablemente se transformaría en un cuadrado... estoy divagando, está bien. el punto es, que no me he sentido tan ligera y fuera de la vista del mundo nunca, como ahora, nunca como hace un minuto, nunca como después de ese minuto.

Mis desvencijadas neuronas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora