I

13 4 4
                                    

Vanesa

Hace mucho tiempo que no estaba con Alex, extrañaba darle alegría al cuerpo y es que ser una chica buena en la escuela y en casa me estaba matando, por lo menos mi padrastro ya no estaba en esa casa, debió haber perdido la cabeza cuando me encontró con alguien joven en mi recámara, pero aunque en ese momento me sentí triste ahora disfruto la libertad, mi madre sabia lo que estábamos haciendo pero era tonta, cómo podía querer a ese patán? Por lo menos debería agradecer que le abrí los ojos.

Yo tenía 7 años cuando llego a nuestras vidas, yo los escuchaba tener relaciones por las noches, tardes o madrugadas, debo aceptar que me llenaba de curiosidad saber que sucedía, mamá solo me mandaba a mi dormitorio.
En algunas ocasiones él no cerraba la puerta del baño durante su ducha cuando mamá no estaba, y yo miraba con asombro, mi corazón y mi mente se ofuscaban, en una ocasión los encontré en acto sexual, el se dio cuenta que yo miraba, solo se llevó un dedo a los labios indicándome que no hiciera ruido, sonrió y me indicó que saliera.
Mi padrastro siempre fue tierno conmigo desde que llegó a casa, me cargaba, jugaba conmigo y me miraba de una manera que a lo largo del tiempo yo le quería, me daban celos con mi madre pero no sabia lo que sentía hasta que cumplí 13 ya no era toda una niña y en algunas ocasiones mi mente pensaba solo en una cosa durante las noches ruidosas de su alcoba.
Mi pecho empezó a crecer, mis piernas y muslos eran fuertes por el voleibol, y a mis quince ya era toda una señorita y veía como me miraba, esa mirada de deseo, otros me miraban así en secundaria y me molestaba, pero que sentía cuando él me miraba.
Empecé a tomar duchas con la cortina y la puerta del baño abierta cuando solo estábamos él y yo en casa, lo mire pasar algunas veces, termine y tome la toalla y fui a mi habitación, él estaba allí.
Nos miramos y sabía lo que pasaría, me recostó en la cama y levanto mis caderas y me tomo de la cintura y una pierna, se detuvo antes de empezar, me impulse hacia atrás antes de que se arrepentiera, siempre lo había deseado, algo dentro de mi se rompió, salió de mí, emití un gemido escándalo que pareció salir directo de mi pecho sin rosar mi garganta era algo totalmente natural, al principio dolía, me miraba con aún más deseo.
Tomó un condon y seguimos, el venía a mi habitación cada tarde mientras mamá trabajaba.
Yo tenía mi mejor amigo y era virgen, lo llevé a casa y ya saben lo demás, yo ya ni soportaba ser su segunda y el hecho de que estaba con mi madre al mismo tiempo me empezó a dar asco, él me encontró con Josue y se llenó de colera y me empezó a gritar.
-Eso es para que sientas lo que se siente ser el segundo!!
Mamá estaba ahí pero ya no me importaría, ella nos había escuchado días antes en el baño y no hizo nada, ahora vivo con la abuela.

Mis manos sobre tu piel!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora