Después del baño Viktor se había relajado tanto que se había quedado dormido, habían sido tantas emociones desde que lo había visto patinando que había sentido la imperiosa necesidad de conocerlo por lo desde hace varios días que no había podido descansar correctamente y ahora que lo había logrado ese peso había caído de lleno sobre su cuerpo. Cuando despertó se encontraba desorientado por lo que en un principio no pudo reconocer donde se encontraba hasta que una lluvia de recuerdos llegó a su mente poniéndolo al día, cuando vio a Yuuri parado justo enfrente de él se sintió tan feliz ya que eso significaba que no había sido un sueño, quería conocer cada parte de la personalidad del pelinegro, sus gustos, cada aspecto de su vida que lo hacían ser el, tenia tantas ganas de verlo patinar, pero eso no iba a poder ser posible hasta que no recuperara su condición física, no quería que llegara a lastimarse, por lo que con todo el dolor de su corazón le había prohibido degustar su platillo favorito, el Katsudon.
Después de que lo ayudaran a llevar sus cosas a una habitación de huéspedes y una vez que se vio a solas con su pequeño amor, por que si, había llegado a la conclusión de que lo que sentía por Yuuri era amor empezó a tantear el terreno por el que caminaba.
-Yuuri, cuéntamelo todo sobre ti- se acercó lentamente al menor tomándolo de la barbilla -¿En qué clase de pista patinas?, ¿Qué hay en esta ciudad?, ¿Te gusta alguna chica?- le dolía pensar cual seria la respuesta del muchacho a la última pregunta, pero debía continuar si quería conocerlo - antes de entrenar, debemos cimentar nuestra relación- le dijo tomando delicadamente su mano; jamas espero la reacción que tuvo Yuuri el cual se alejó rápidamente de él como si se tratara de un animal peligroso.
-¿Qué pasa?, ¿Por qué huyes?- quería saber a que se debía esa reacción, no todas las personas habían rechazado de esa manera al gran Viktor Nikiforov, pero Yuuri simplemente se había limitado a decir que no era nada, en ese momento Viktor empezó a ver la personalidad de Yuuri y le quedó clara cuando se negó a dejarlo dormir con el, al parecer el pelinegro no era muy abierto con sus sentimientos, tendría que obtener información a partir de otras fuentes pero primero intentaría forzar un poco mas al pequeño cerdito.
A la mañana siguiente y durante toda esa semana se levantaron temprano para entrenar al menor y hacer que recuperara pronto su condición, a Viktor le gustaba tener su compañía, se sentía relajado y pleno, algo que no había podido sentir desde hace mucho tiempo, de vez en cuando le hacia algunas preguntas como por ejemplo si sentía algo por Minako, o si tenia novia o incluso ex-novia pero siempre era lo mismo, Yuuri se mantenía hermético, no quería soltar nada y al parecer tampoco quería saber mucho de él, y eso lo exasperaba.
Al final de esa semana ocurrió una llegada inesperada, Yuri Plisetsky había viajado a Japón, quería que Viktor cumpliera una antigua promesa y se convirtiera en su entrenador, esa demanda le cayó al mayor como un balde de agua fría, no podía simplemente negarse ante el rubio aunque quisiera ya que tendría que dar explicaciones y no estaba dispuesto a decir la verdadera razón por la que estaba ahí, se negaba rotundamente a dejar que alguien mas supiera lo que había encontrado en Yuuri, por que sí, Yuuri había sido su salvación y había llegado a considerarlo como suyo, por lo que ideo una manera de decidir quien era digno de ser su alumno, por medio de una competencia, de esta forma las cosas se decidirían de manera honesta y por los méritos y el esfuerzo de cada quien, además podría ver el interés que tenia Yuuri por ser su pupilo.
Con la poca comunicación de Yuuri, la llegada de Yuri Plisetsky y la organizacion de El Aguas Termales Sobre Hielo, Viktor tenia menos oportunidades de conocerlo y entenderlo, cuando había llegado a Japón había pensado que seria algo fácil, pero nunca espero que su pequeño pupilo fuera tan cerrado por lo que no le quedo de otra que consultar a los amigos del menor, gracias a ellos había descubierto que Yuuri era una persona potencialmente nerviosa, con poca confianza en si mismo, ausente del apoyo que le brindaban las personas a su alrededor, había descubierto que Yuuri liberaba todos sus sentimiento en la pista, algo que se había arraigado en él con el paso de los años, en ese momento Viktor trató de pensar en un hechizo que convirtiera en príncipe a un cerdo, pero realmente era un hechizo para llenar a Yuuri de la fuerza y el valor que le hacían falta, Viktor sabia que esas aptitudes estaban dentro del corazón del menor pero la pregunta era ¿como sacarlas?, se paso noches tratando de descubrir la forma de lograrlo, hasta que la encontró, debía empujarlo a ese hasta ese punto, hacerlo llegar por medio de su ayuda y confianza, demostrarle que no estaba solo.
Aquí termina el segundo capitulo, espero que no haya estado muy cutre y me disculpo por cualquier falta de ortografía que se me haya escapado. Espero de todo corazón que les guste.
Dedicado para una persona especial llamada Marina <3
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Sentimientos encontrados
FanfictionSiempre había sentido un vació en su interior llegando a la conclusión de que sentirse de esa forma era normal, muy pocas cosas lo había llenado de emoción, hasta que lo vio, una serie de emociones y sentimientos explotaron en su interior, jamas en...