Cartas a una Asesina

Capítulo 2

----Jacob Perkins----

Ante mi necesidad de saber sobre mi yo del pasado decidí ir a visitar al Sr. Jacob Perkins un hipnotista que vivía a dos cuadras de mi casa y que todos tachaban de loco esquizofrénico pero uno que otro de sus clientes decían que era excelente....
Cuando llegué a la fachada de su casa sentí un escalofrío pues era de un negro muy oscuro así que con un poco de miedo toqué la puerta y está se abrió sola....

—Amm..... ¿Hola? ¿Sr. Perkins, está en casa?— dije un poco nerviosa, cuando de repente una risa vivaracha me recibió con mucho gusto...

—¡¡¡¡Ah señorita Williams!!!!, ¡¡¡Que sorpresa verla por aquí!!! Jujuju— me dijo aquel viejo chiflado que según era el mejor hipnotista...

—Vaya jaja, sabe mi nombre aunque no se como si nunca vine a este lugar antes jeje— le contesté mientras comenzaba a sudar pues el viejo había comenzado a darme miedo...

—Jujuju, usted no lo recuerda pero su abuela hace tiempo me dijo que alguna mujer de su familia después de su generación vendría a verme, y claramente te pareces a ella así que jujuju bienvenida sea señorita Williams— Me dijo con algo de seriedad, —Y bien... ¿qué la trae por aquí encantadora señorita Williams?— me preguntó mientras besaba mi mano...

Rápidamente quité mi mano de sus labios pues me sentía muy incómoda y con los nervios encima le hice mi petición: —Bien, pues justamente he venido a que me ayude a recordar mi pasado, la verdad no recuerdo nada de nada lo cuál es raro para una chica de mi edad, o al menos eso me dicen todos—

El señor Perkins se quitó sus lentes y se dio un masaje en sus ojos mientras me contestaba con un tono muy serio: —¿Y para que requieres saber eso? El pasado no importa y el tuyo no conviene que lo conozcas—

Por un momento me quiso ganar la impotencia así que le dije ante la desesperación porque no me pensaba ayudar: —Es que... pronto haré un proyecto escolar sobre mi pasado y mi mamá no quiere contarme porque no tiene tiempo, mi padre viaja seguido y no lo veo así que por eso recurro a usted—
—Por favor, ayudeme no sea malito— comencé a rogarle al señor Perkins...

—Bien, bien te ayudaré pero te diré algo... La información que te daré es muy valiosa y sólo tú sabrás cómo usarla pero cuidado puede ser peligroso, ¿de acuerdo?— me dijo mientras se colocaba sus lentes.

—Ok, lo comprendo y si me haré responsable—
le respondí con un poco de frialdad.

—Bien, pues manos a la obra no hay que perder tiempo— contestó mientras se frotaba las manos algo contento.

----Vistazo al pasado----

El señor Perkins me llevó hasta una sala llena de aparatos y máquinas raras, deje mi mochila en una esquina y me puse a observar todo el lugar.

—Recuéstate aquí— Me dijo mientras me acercaba una especie de sillón como la de los consultorios de los psicólogos.

Me recosté y enseguida comenzó a poner unas ventosas con cables sobre mi frente y mi pecho, después me amarró las manos y pies.

—¿Se... Señor porque me amarra?— Le dije pues comenzaba a darme miedo su experimento.

—Tranquila señorita Williams, no le haré daño sólo es por si acaso llega a afectarle la terapia, se lo digo por experiencia— dijo mientras encendía sus máquinas.

Cuando vio que todo iba perfecto, acercó una silla cerca de mi y se sentó con un cuaderno y pluma en mano.

—Ahora, la haré dormir y mientras quiero que me conteste unas preguntas de acuerdo a lo que ve en su sueño— dijo el viejo

—Ok— contesté rápidamente.

Saco un reloj de oro de los de bolsillo y comenzó a moverlo como un péndulo.

—Duerme Williams, duerme.... Tienes mucho sueño...— repitió constantemente al mover su reloj

Comencé a bostezar y a cerrar mis ojos hasta que me dormí...
Al entrar en mi inconsciente pude ir recorriendo mi pasado, y gracias a la voz del señor Perkins que me guiaba vi todo más claro.

—Señorita Williams.... ¿que está viendo en este momento?— me preguntaba la lejana voz del señor Perkins

—Puedo ver... a mi mamá al parecer se ve muy hermosa en el día de su boda jeje... alto ese no es mi padre... ¿quién es ese?— dije algo confundida

—El fue el primer esposo de tu madre querida Williams, tu madre se ha casado 2 veces y el que conoces actualmente es tu padrastro— me dijo el señor Perkins

—Ahora veo... Pero qué? ¿Porque pelean, ¿porque si se amaban tanto? ¡Papá no le pegues! ¡Mamá defiéndete!— comencé a balbucear mientras veía como peleaban mis padres...

—Eso mi jovencita es cuando tu padre se enteró que tu madre estaba embarazada de ti... Pero continúa, ¿que más puedes ver?—Dijo suspirando el señor Perkins

~Bien... ya que estamos revelando secretos... yo te diré el mio...~ dijo mi padre que miraba a mi madre amenazadoramente

~Yo amor nunca he sido humano y el pequeño engendro que traes en el vientre tendrá mi maldición jajajaja así que lo siento pero debo irme, yo ya cumplí mi cometido~ Dijo la fuerte de voz de mi padre hacia mi madre

—... Yo.... soy... un demonio?— dije con lágrimas en los ojos

Comencé a llorar desesperadamente y el señor Perkins comenzó a apagar todo y me soltó, después de eso dio un aplauso y me desperté de golpe con el llanto a flor de piel.

—Se que te quedaron dudas mi pequeña así que si gustas volver con gusto podemos volver a intentarlo— me dijo el señor Perkins mientras me abrazaba y acariciaba mi cabello.

—O.... O... Ok...— Dije sollozando y llorando.

—Toma, limpia tus lágrimas y vete que es tarde— me dijo el señor Perkins mientras me ofrecía un pañuelo.

Tomé el pañuelo y limpié mis lágrimas junto con mi nariz llena de mocos.
Al final tomé mis cosas y me despedí del señor Perkins, salí corriendo de su casa y me dirigí a la mía, mientras pensaba en los pocos recuerdos que pude ver...