Enamorada De Mi Vecina (HISTORIA HOMOSEXUAL)

Capitulo 11

Verónica POV

Alexa puso sus manos en mis hombros.

-¿Que estamos haciendo?

-Nada de lo que te puedas arrepentir.

Ambas nos miramos, nuestras caras estaban a tan sólo centímetros.

-Dime si quieres que pare y lo haré, no quiero que estés obligada a nada.

Me acerqué aún más, podía sentir la respiración agitada de la chica.

-Dime si es eso lo que quieres y te dejare en paz.

-No pares, no me dejes, solo besame.

Al fin, la respuesta que tanto quería escuchar.

Me acerqué más a ella haciendo que nuestros labios se juntaran, mi lengua se introdujo en su boca, la cual ella rápidamente acepto.

Chupè su labio inferior de una manera muy seductora.

Y luego ella hizo lo mismo conmigo.

Sus labios eran suaves, y deliciosos.

Fue un beso lleno de deseo y pasión.

Saboree sus labios y luego introduje mi lengua en su boca.

Nuestras lenguas empezaron a juegetear una con la otra.

Empuje lentamente a Alexa para que se acostara en el sofá, haciendo que mi cuerpo se posicionará encima del suyo.

Tome su pierna la cual empecé a acariciar suavemente.

Baje mi boca hacia su cuello y la empecé a chuparlo.

Tenia un aroma delicioso, sentí que sus uñas se clavaron en mi espalda.

Me dirigí de nuevo hacia su boca y la bese.

Su tacto era suave, no podía explicar la sensación que sentí con ese gesto.

Succióne su labio inferior, pidiéndole paso para profundizar nuestro beso.

Pase mi lengua alrededor de sus labios, la cual ella succióno suavemente.

Alexa tomo mi labio inferior con sus dientes haciendome gemir bajo, para luego tomar mi boca en un beso más salvaje.

Alexa se levanto, haciendo que yo también lo hiciera.

Nuestros labios se separaron y ella se sentó en mi regazo, con sus piernas una a cada lado de mi torso.

Empecé a acariciar su espalda mientras ella tomaba mi boca en un beso más intenso.

Sentía un instinto animal de hacerla mía.

Pero algo me decía que aún no era el momento.

¿O si?

Lleve mis manos hacía su cintura, apretandola entre mis manos.

Descendí mi lengua hasta su cuello, plantando una pequeña mordida, lo que hizo que soltará un pequeño gemido.

Puso sus manos de nuevo en mi espalda, clavando allí sus uñas un poco mas fuerte que las veces anteriores, lo que me provocó un dolor placentero.

Seguía besando sus labios, sus bellos y deliciosos labios.

Ella volvió a morder mi labio inferior para así separarse de mi.

Retire un par de cabellos para así tener mi boca a merced de su cuello.

Pude sentir como los vellos de su cuerpo erizarse al contacto de mi lengua con su cuello.

Tome su cintura entre mis manos, empujando su cuerpo hacia el mio de manera posesiva.

Bese su boca intensamente, ella correspondió de la misma manera.

¡Maldita sea!

Era una excelente besadora.

-Verónica... - la oí susurrar casi gimiendo.

Yo no me detuve, descendí mis manos de cintura, bajando hasta llegar a su gran trasero, acariciandolo lenta y sensualmente, mientras hacía un camino de besos por su cuello.

Pero luego ella se alejo, haciéndome parar, nuestras respiraciones estaban agitadas.

-Tuve un día maravilloso, pero tengo que irme - habló todavía jadeando.

-No Alexa - dije casi rogando - Quédate conmigo.

- Tengo muchas cosas que hacer Vero.

-Por favor Alexa, un beso no va a dejarme tranquila. ¡Dios! - dije entrelazando nuestras manos.

Ella sonrió y se levanto de mi regazo.

-Déjame invitarte a un lugar - dijo arreglando su camiseta - el sábado, cuando deje a mi hermana en casa de mis padres, vamos a mi casa cerca a la playa de Miami.

-¿Casa en la playa? - dije levantándome del sofá para hacerme a su lado.

-Así es, es la casa a donde mis padres van de vacaciones.

-¿Vas a hacerme esperar hasta el sábado? - dije tomando su cintura.

-El tiempo va a pasar volando, no te darás cuenta.

La mire con algo de tristeza, pero no podía negarme.

-Está bien, acepto, pero nos quedaremos hasta el lunes - ordene mientras miraba sus bellos ojos.

-No podría estar más de acuerdo contigo.

-¿Puedo recogerte mañana para irnos a la universidad?

-No.

-¿No? - dije sujetando sus manos.

- Quiero que nos veamos allá.

-Lo que tu digas - parecía una estúpida a su lado, con esa voz y esos bellos ojos claros podría hacer conmigo lo que quisiera.

-Nos vemos mañana Black.

-Hasta luego Preciosa, estaré pensando en ti.

-Y yo en ti - dijo robandome un ultimo beso, lento y delicioso.

La vi caminar hacia la puerta de mi casa, mirándome con una sonrisa malvada.

Me dirigí nuevamente al sofá, aún no podía creer lo que había pasado.

-Wow, ¿Que estas haciendo conmigo? - dije mirando al techo, pensando en lo loca que esa chica me volvía.

Ninguna de mis novias anteriores me había dado ordenes nunca.

Alexa ni siquiera era mi novia, pero yo estaba rendida a sus pies.

¿Que es esta sensación?

¿Nunca has sentido un cosquilleo en tu estómago, ganas de sonreír todo el tiempo?

Algo así me pasa a mí.

Era obvio que ya no sentía atracción.

No.

Estaba sintiendo...

¿Amor?