My Green Boy [Yoonmin]

El ver

Sentir los susurros, sentir el cosquilleo, poder hablar con ellos, se siente tan familiar, único y excepcional.

Mi madre tenia razón, el bosque tiene mucho de que hablar.

Jimin se encontraba de nuevo en el bosque, en el mismo lugar, el mismo pasto, el mismo sentimiento.

Jimin no tenia amigos, aquellos que le puedes contar lo que sea, el quería explicar su sentimiento, a tan sólo 12 años de edad el era rechazado, por que lo consideraban raro. ¿Raro?, raro el contemplar  como los árboles liberan sus hojas por los aires, raro por hablar de cosas "inexistentes", raro el hablar con ellos.

Nunca entendió y nunca entenderá el por que el rechazo hacia su persona. No le era importante ahora tener amigos, el tenia amigos amigos, aquellos que lo aprecian de verdad, pero no eran necesariamente humanos.

–¿En serio me lo puedo comer?, nunca antes las había visto, tienen un color muy raro.– dijo el peligris y susurros  y varias risas llegaron.

–¡No soy una niña!, ¡ya verán!

Grito enojado, simplemente no quería comer ese fruto, era muy peculiar. De un color morado brillante.

–No, no los perdono.– hablo mientras hacia un puchero cruzándose de brazos.

Escuchó mas susurros.

–¡Que no!, ¿y si me sabe a otra cosa?, las manzanas son verdes y rojas ¡No moradas!

–Vamos JiMin, te gustara a mi y a Lee nos gusta mucho.

–¿Y eso que?, ¿si le doy un mordisco dejaran de molestarle?

Mas susurros y risas se contemplaron. El menor sólo asintió.

–Ya esta, ¡Solo un mordisco y ya!

Mordió la dichosa manzana morada y con miedo al sabor asqueroso comenzó a masticar. No sabia nada mal, era-

Error, sabia delicioso, tenia una textura suave y con un sabor exquisito. ¡Nunca antes la había probado!.

–Delicioso, ¿No?

Jimin no contesto, en cambio asintió frenéticamente con una sonrisa en su rostro.

–¿Pero, donde la consiguieron?

–En el bosque?, pero si yo no veo ningún árbol de fruto.

–Ah... Ya, ustedes lo cosechan, pero me pueden dar mas como estas, y mañana les traigo muchos dulces, ¿si?

–... Si, también traeré el caramelo con relleno de cereza, ¡Pero si no traen lo mio no les daré mas dulces!.

Sintió mas y mas risas, pero no de burla si no de felicidad, felicidad plena.

–¡Jimin!, ¿donde estas?

El menor reaccionó al llamado de su madre gritando un "estoy aquí" y levantándose del césped.

–¡Adiós, nos vemos después!

Y tras decir lo suyo corrió por el senderos donde provenían los gritos de su madre.

–Hasta luego JiMin...

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Hola!!!, que tal esta?...

Perdón por las faltas de ortografía...

–Los quiere Mrswag😘😘😘😘