Prologo.
Ella no pensaba en el amor, o más bien no creía en el, ya que nunca lo había experimentado de una manera más real que el amor que se llegue a tener por una banda, un artista o por los amigos.
No se sentía feliz, triste o enojada. Prácticamente no sentía nada. Las expectativas que tenía el mundo hacia ella le importaban poco, nunca pensó que podía a llegar a herir a alguien con su comportamiento, porque simplemente no daba por hecho que ese “alguien” existía. Hasta que en uno de esos tantos días, en los que se sentía sin esperanza o propósito alguno, conoció al “alguien” que podía llegar a cambiar su idea sobre el amor y la vida.
