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El dolor ya se hizo soportable, ahora creo soy indestructible.

En el mercado principal de fanelia, un grupo de gente escuchaba atentamente a un comerciante muy reconocido.
La razón de esto era por la necesidad y el deseó de comprar una vida.

-Cada una de estas mujeres hará lo que sea que se les ordene, puedo asegurarles que son de la mejor calidad. - Proclamaba él comerciante, captando la atención de mas posibles clientes.

-¿Cuantó es lo que pide señor aris?.

-Cualquiera de ellas podrá ser suya, por solo 10 monedas de plata. - Ofertó el comerciante aris, dejando ver una sonrisa llena de avaricia.

-Es demasiado caro!
No son dignas de tal preció, ¿acaso nos esta mintiendo?.
Sus figuras son decepcionantes, están quemadas por el sol, sin dejar de lado todas sus heridas, quizás si fuera esa chica, consideraría el precio. - Dijo un posible cliente, señalando a una hermosa mujer encadenada.

La chica, miró con desprecio al hombre que la apuntaba.

-No señor, esa chica no esta a la venta. - Le contestó aris un tanto molesto.

-¿Por qué?. - Un hombre encapuchado se acercó a la plaza retando al vendedor mas famoso de fanelia.

-¿Por qué razón no puedo llevar a esa mujer a mis aposentos?, acaso duda que tenga el suficiente dinero para comprarla?.

-Jajaja, ese no es exactamente el problema, aunque no lo parezca esa chica es muy peligrosa, ella constantemente se rebela es muy difícil de controlar, demás es muda y como mujer es completamente inservible.

-¿A qué se refiere con inservible?. - Cuestionó el hombre encapuchado.

-Esta mujer está maldecida por los dioses, su cuerpo es veneno vivo, cualquier contacto fortuito que mantenga con ella significaría su propia muerte. - Pronunció el comerciante mientras jalaba el cabello de la chica, dejando ver mejor su rostro.

La multitud no dejaba de mirarla
y todos comenzaron a susurrar entre ellos, al parecer ante sus ojos se encontraba un horripilante monstruo.

La chica encadenada miraba con rabia a todo el publico, y de un segundo a otro cambio su expresión de odio por una de melancolía, y simplemente bajo la mirada.

Cuando nadie lo esperaba una de las personas ahí presentes tomo una piedra y la lanzó hacia la hermosa mujer.
Después de aquella piedra, todos comenzaron a lanzar las suyas.

La chica recibió mucho daño, hasta él punto de desmayarse, pero nunca mostró dolor o miedo en su rostro.

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-¿Aún te duele 01?. - Preguntó una de las esclavas, con una dulce voz, mientras veía como la hermosa mujer despertaba.

La chica maldita parecía odiar a todos, pero cuando se trataba de mei, su mirada y comportamiento cambiaba, realmente 01 apreciaba a esa mujer.

-01 no creas nada de lo que te dijeron, te puedo asegurar que no eres ningún monstruo, y esta claro que los dioses no te odian, después de todo fuiste bendecida con una belleza inigualable, mirate aún ensangrentada eres demasiado bella. - Le dijo mei, haciendo salir una cálida sonrisa de aquella hermosa chica.

-Mei!! no deberías de seguir hablando estupideces... sabes muy bien que esta mujer está maldita y por su culpa mis negocios se ven afectados. - Pronunció aris, entrando bruscamente a la habitación.

-Señor aris!, perdone mis palabras. - Se disculpó mei completamente aterrorizada, postrándose ante el.

-Entonces muevete. - Le ordenó, pasándole por encima del brazo.

MI ANHELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora