Socialización

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Bueno estos días estuvieron un poco mejor... Aún no tengo amigos, sí compañeros de grupo con cuales realizó algo más que un simple e insulso intercambio de saludos, en realidad hay una chica que está en camino de volverse una "amiga" aunque aún es muy pronto para decir eso... Su nombre es Sara Michelson, estatura media, estructura delgada, cabellos negros, de piel bronceada, la verdad es bastante reservada y creo que es esa la razón por la cual decidí hacer migas con ella, no soy lo que se diría una persona demasiado extrovertida a primeras instancias además de que puedo darme el lujo de ser antisocial debido al hecho de ser aún "muy nueva" en lo que sería la vida de todo joven universitario...

Sara y yo nos sentamos una al lado de la otra en el salón, mi lugar sería junto a la ventana, ya que me distrae en lo que espero que el profesor hace presencia, mi salón se ubica en un segundo piso por encima de lo que sería la secretaría académica sí mis oídos oyeron bien, por lo cuál mis compañeros no suelen ser muy ruidosos para evitar llamar la atención... Mientras me dedico a observar la ventana, Sara generalmente se distrae con su celular en las redes sociales como el Instagram, Whatsapp entre otros que muchos ya conocerán...

Como empiezo a aburrirme me dispongo a sacar mis auriculares y en eso entra al salón el profesor encargado de la Cátedra de Historia de las Instituciones Jurídicas, Jhon Magnus, un hombre caucasico, de estatura un poco más que la promedio y voz imponente, al acto guardo mejor mis auriculares ya que no alcance a quitarlos del todo y con ellos mi celular para realizar mis apuntes correspondientes... Antes de salir al Break, el profesor sugiere que completemos en un hoja, algunos datos que le serían útiles en cualquier caso, como nuestro número telefónico, nombre completo, número de identidad, correo electrónico entre otras insignificancias, pero que al igual que el resto de mis compañeros complete de manera indiferente.

Confirme el horario una vez estuve fuera del lugar, faltaban 15 minutos para nuestra salida oficial a comer, pero al parecer el profesor decidió adelantarlo, lo cual internamente agradeci ya que necesitaba aire fresco de verdad y no el que proporcionaba el aire acondicionado del salón, el cual sí me dejan acotar parecía un congelador...

Me dirigí a pasó rápido hacia un costado del comedor, donde había un conjunto de árboles que me rogaban les hiciera compañía, por el camino divise a algunos jóvenes fumando, lo cual ya no me parecía extraño, debido a que en el transcurso de los días había visto a varios alumnos hacerlos en sus ratos libres.

Me acomodé de tal forma que los rayos solares que se filtraban por las hojas de los árboles no me dieran en la cara, pero me brindaran ese sensación cálida en mis frías extremidades... Me quedé disfrutando de la sensación agradable unos minutos para luego quitar de mi mochila el libro que estuve releyendo en las últimas semanas, más por hobby que por otra razón, es una recopilación de Cuentos de mi autor favorito en el universo "Edgar Allan Poe" .

"Usted, que lee, está todavía en el mundo de los vivos; mientras yo que escribo, hace tiempo que he entrado en la región de las sombras" Reza la primera parte de mi Parábola favorita llamada Sombra... Me enfrasque de tal manera en la lectura que pase desapercibida una presencia intrusa en mi autoproclamado lugar de lectura, hasta que un olor a nicotina me hizo levantar la vista, era el mismo chico que vi el primer día.

¿Cómo lo sé? Simple, desde ese día siempre lo veo en el mismo lugar fumando con una mirada pérdida en el horizonte, y sí, es, en una muy diminuta parte, una de las razones por las cuales me gusta ese lugar para ir a leer mis historias preferidas... Y en secreto, disfrutar de su muda compañía...

El Chico MisteriosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora