CAPÍTULO 5.

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¿ quién lo iba a saber? Cada vez que pasaban las horas ella le miraba diferente, como si solo tuviese ojos para el. Como si no tuviese otro campo de visión.

Se sentaron todos en un sitio donde Gala y sus amigas solían ir la mayoría del tiempo a pasar las tardes. Se contaban anécdotas en las cuales todos reían o se sorprendían.

Sus ojos se iluminaban cada vez que Isác cruzaba miradas con ella. El le sacaba una cabeza, era muy alto para ella y las ganas de abrazarle se le hacían inmensas... Y así lo hizo. No podía soltarle, no quería.

- te molesto, ¿ verdad?- le dice Gala.
- No, tranquila.- y cuando Isác le contestó eso, Gala no podía estar mas a gusto. Se sentía segura, protegida, y eso le gustaba. Quizá no tenía un gran físico, pero desde ese día ella sabía que le gustaba.

- Bueno..., nosotras nos vamos ya chicos.- dice una de ellas.

- si, nosotros también.- dice Isác.

Gala no quería, sentía que no podía irse de su lado, no era necesario, podrían estar mas tiempo allí. O así pensaba ella.
Tuvieron que despedirse...
No fueron capaces de darse un beso, no el primer día por lo menos. El no era de esos y eso a ella le gustaba, le encantaba. Pero sus labios le pedían los de Isác, y tuvo que quedarse con las ganas.

(~~~)

Era lunes, primera hora de clases.. A las ocho y media de la mañana, pero por mucho sueño que ella tuviese, no podía dejar de pensar en el.

- Gala. - le dice Valeria. - Gala.- vuelve a decir. - ¡EH!- suelta un pequeño grito que saca a Gala de sus pensamientos.

- Si, dime.- contesta sobresaltada.

- Te estaba hablando, ¿ al caso me has escuchado?-

- eh, si.., si si. Perdón, es que...- Gala se queda dudosa de lo que iba a decir, y mejor decide callar.

- Es que estabas pensando en el, tranquila, ya acabo yo la frase por ti. ¿ que piensas? -

Gala sonríe, era inevitable... Y con su gran sonrisa en la boca, decide prestar atención absoluta a su amiga y hablar del tema.

- no me besó, Valeria, no lo hizo. El es diferente, ¿ no crees? Dice que no es de esos que van dando besos el primer día... Y eso me gusta, pero es que, ¿ y si no le he gustado? O, a lo mejor si y quiere ir mas despacio..., sí, será eso. ¿o no? Ay... No sé que pensar, creo que me gusta Valeria, me gusta y mucho.- al fin pudo desahogarse con Valeria, ¿ quién si no?

- Tranquila cariño, estuve hablando ayer con el... Y me ha dicho que quiere conocerte despacio, que le gustas.

Gala no podía decir nada mas, por que con la iluminación de sus ojos y su gran sonrisa ya lo decía todo. Deseaba que pasaran los días, no aguantaba más, quería verle y no vivir en el mismo lugar la molestaba por que solo podría verle los fines de semanas.

- ¿ sabes qué?- un mensaje de Gala fue recibido por Isác.

- ¿ que? - contestó.

- Ya no puedes irte.-

- ¿ que? - Isác preguntó dudoso por que no sabía de lo que Gala estaba hablando.

- Sí, te di la oportunidad de irte al principio de conocernos. No quisite, y ya no puedes irte.-

- ¿ por qué?- pregunta Isác.

- por que no, no me preguntes más, por que no tengo explicación, simplemente... No te vayas.- decide finalizar el tema.

(~~~)

- valería, ¿ vamos a verlos? Me ha dicho que vayamos.. Y pues..., ¿ te apetece?- Gala cruzaba los dedos por que su amiga dijera que si.

- mm.. Sí, claro.- Se pusieron en marcha, cogieron un autobús directo para aquel pueblo pequeño pero acogedor, y en la parada que Isác les dijo, se bajaron. No tenía mucha pérdida, gira la esquina a la derecha, toda la calle recta y unas cuatro calles mas abajo a la izquierda. Y allí estaba el. El y sus amigos.
Era una casa, típica de pueblo..., con sus cortinas en la puerta. Al pasar vieron a la derecha un salón un poco desastroso donde el y sus amigos estaban situados. ¿ como si no iba a estar? Eran todos chicos, bastante desordenados y al fin de una fiesta. Tenían un altavoz en el que sonaba música un poco alta, colillas de tabaco por la mesa con ceniza incluida, platos de comida reseca, un perro grande muy adorable, un gato, y muebles medio rotos por ahí haciendo bulto. Solo estaban ellos, esa casa no era de ningún padre de cualquier joven de allí, solo de ellos.

Gala era la primera vez que iba, y sí que conocía a alguno que otro, pero a la mayoría no. Sentía vergüenza, así que decidió sentarse en un sillón cerca de la silla en la que Isác estaba sentado. Cruzaban alguna que otra mirada, era intenso... Por que apenas hablaban, tampoco hacía falta, por que con los ojos lo decían todo.
Se gustaban, y eso se notaba.

- ven.- rompió el hielo Isác dando palmaditas en sus piernas señalandole a Gala que se sentara en ellas.
Asintió y lo hizo sin rechistar por que era lo que ella quería, estar con el y con nadie mas.
Ella gracias a eso cogió un poquito mas de confianza, y al ritmo de la musica movía de vez en cuando un poco los hombros. Incluso llegaba a mover un poquito la cadera.

- Estate quieta por favor.- dice serio.

- Venga ya hombre, estoy media tarde ahí sentada - dice señalando el sillón donde ella se situaba hace un rato - y ahora que tengo menos vergüenza me dices que pare.-

- No, es que no lo entiendes..., te recuerdo que están encima de mi, y aunque sea solo en las piernas, roza.- Gala se percató de lo que el quería decirla.

- ay, perdón, perdón. Lo siento.- comienza a reírse pensando en lo que Isác se refería.

Dime si vas a volver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora