episodio 1

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"Cautiverios y vampiros"

Atada de manos y pies en una habitación pequeña con solo una cama y una ventana por donde apenas entraba la luz, gracias a esta ventanita es que yo puedo ver algo, el cielo azul o la noche estrellada, incluso las nubes negras de lluvia. Hay olor a muerte, olor a encierro, y un aire de trsisteza. Esa es la descripción de esta habitación donde yo me encuentro, es húmeda y hace frío, tiene insectos e incluso ratas. Es asqueroso. Vi la puerta abrirse, me quede mirando el, el hombre que estaba frente a mi, dejo un plato de comida en frente mio.

—tragatelo— ordenó, me arrastre hasta el plato con sobras de la cena de hace un mes, gruñi por lo bajo y me acerque para como si fuera un perro, comer. Muerta de hambre. Mientras comía, el hombre seguía allí, mirándome con extrema calma e incluso odio. Me aleje del plato al terminar la poca comida y me senté en el mismo rincón en el que estaba ahora. —dejare que salgas, para que te des un baño, pero luego volverás aquí— habló severo. Yo asentí y me paré, el soltó mis manos y saco la cadena de mi cuello, me tomó por el cabello y bajamos una larga escalera, abrió rejas y puertas y salí junto a el que jalaba con fuerza y frustración, estábamos en un patio muy grande y a decir vedad, bonito, miré hacia mi espalda viendo mi cautiverio, la torre.
Lo miré a el, por primera vez viendo sus fracciones, ojos rojizos y cabello entre blanco y rosado, fruncía su ceño y se le veía tremendamente molestó, entramos a la mansión y caminamos por un pasillo extenso, hasta que me tiro dentro de una habitación, el baño y cerró la puerta.

—mal carácter..—hablé por primera vez y me levante mirando el lugar, camine hacía el espejo y me miré, mi cabello estaba realmente asqueroso, y estaba bastante sucia, mi ropa ya estaba gastada. —un año de encierro— suspiré y abrí la ducha, me decise de esos harapos y simplemente me bañe, al salir me puse la misma y asquerosa ropa, tocaron la puerta.

—¿puedo pasar?— habló una voz femenina, levante una ceja, y me lo pensé unos segundos.

—pasa— abrió la puerta y vi a una chica de baja estatura, cabello rubio, ojos rosas y bien arreglada, traía ropa, lo que mas me importo, la ropa.

—me dijeron que necesitabas ropa nueva, así que traje alguna de la mia— me miró. —espero que te quede— me la dió y se fué. Mire la ropa y agarré la remera para desdoblarla y mirarla, mire la puerta.

—esa chica también necesita ropa nueva..— volví mi mirada a la remera y me la puse, junto con eso también el short. Salí y no vi a nadie, agarraron mi cabello, solte un quejido y Levante la mirada, era el mismo chico.

—camina— habló serío y caminando, yo lo seguí, murmuraba cosas, entramos a otra habitación viendo a cinco hombres mas y a la chica, me soltó tirándome al suelo, lo mire y luego a los demas.

—ahora estas más presentable veo—habló un chico de cabellos negros. —¿como es tu nombre?— me pregunto, yo mire el suelo.

—soy amelia—respondí.

—tch.— el chico de mi lado, no hizo mas que darme una patada, lo cual me hizo soltar un grito.
—ella no puede hablar con
nadie— soltó.

—subaru-kun, no seas tan malo con ella— una voz melosa mientras me levantaban me hizo tensar.

—callate— me tomo del brazo con fuerza, mientras me arrastraba hacia afuera, me hizo entrar a la torre nuevamente, me encadenó nuevamente y mordió con fuerza mi cuello, cerré los ojos y al tiempo desapareció, Suspiré y me sente en la cama.

—vampiros—miré el cielo antes de dormir.

||muñeca||  D.L Donde viven las historias. Descúbrelo ahora