Desperté cuando la luz del sol golpeó mis ojos, miré por La ventana, era un lindo día, sonreí, lastima que estoy aquí, atada con cadenas. Sentí el ruido de La puerta, extrañada miré hacia esta. Subaru había abiertos se acerco sin decir palabra.
—¿paso algo?— lo mire extrañada, no respondía.
—¿podré irme de aquí?— volví a preguntar.—callate— habló con vos ronca y enojada, le hice caso y me quede callada, soltó las cadenas y me tomo del cabello, solté un quejido, empezó a caminar, yo lo seguía, bajamos las escaleras, salimos y caminamos a La mansión.
En el trayecto yo solo miré las rosas, sonreí al verlas pero solté un quejido debido a que tomo mas fuerte el agarré de mi cabello.—solo haras lo que te diga, no abrirás la boca, no te moverás, no nada— habló. Entramos había un señor albino, lo mire, era alto, de ojos rojos.
—¿es ella?— se acercó. —es muy hermosa, una muñequita en persona— tomo mí barbilla y examinó mi cara. —ojos naranjas, labios rosados— lo miré levantando una ceja, se alejo. —cabello negro, piel blanca— miró a Subaru. —¿estas encerrando a una joya de este porte?— habló. ¿joya? Viejo puerco ¿que está pensando este hombre? No. No quiero saber, Gracias. Me alejé levemente, el me miró.
—tch— escuché a subaru, lo miré de reojo y luego al hombre.
—¿cual es tu nombre?— me preguntó, mire a Subaru, este me miro mal, voy a hablar igual.
—me llamo Amelia— hable, los hermanos miraron a Subaru. Si, voy a morir.
—hermoso nombre, Amelia— sonrió y pensó, sus ojos tomaron un aura malvada, sonrió más, estaba planeando algo. —tu estadía sera en La mansión. Vendré en un par de meses, no quiero ver un solo moretón en ella— miro a Subaru con ojos de desafío, este solo desvío la mirada, el hombre desapareció.
Un silenció inundó la sala, todos me miraban, incluso esa chica o.. mujer, tabla, lo que sea. Los miré, ¿nadie va a hablar? ¿nadie va a decir nada?
—yui, muestrale su habitación— hablo el de lentes.
—si— le hizo una reverencia y se acerco a mi. —sigueme— empezó a caminar, yo La miré y camine tras de ella, mientras miraba los pasillos, al fin llegamos a la habitacion, abrió la Puerta y entre, ella entró conmigo.
Era linda no voy a mentir, paredes lilas, una cama, una mesa y silla, puerta al balcón, un tocador, me gusta.—¿de donde eres? Amm..— habló La chica.
—Amelia, mi padre es de estados unidos y mi madre de Francia, pero vine a Japón para hacer una carrera de abogacía aqui, decían que era el "mejor" lugar y que tienen buenos abogados— respondí.
—¿y como te capturó subaru-kun?— preguntó.
—no lo recuerdo, solo recuerdo que volvía a la casa de mi tía, que por cierto vive en tokyo, y de la nada, aparecí en esa torre— suspire.
—ya veo— respondió. —te dejaré acomodarte— salió y cerro la puerta.
—con casi veinte años y en una mansión sin poder salir, ¿que estará haciendo mi familia?— me acosté en la cama mirando el techo. —si es que, hacen algo— hable una vez más, para solo quedarme viendo el vacío.
Esto va a ser largo.

ESTÁS LEYENDO
||muñeca|| D.L
Fanfiction-sumisa, te sienta bien ser sumisa- hablo el segundo mayor de los sakamaki. -mi muñeca de juegos- sonrió el rubio de ojos cielo. eso soy ahora, una simple muñeca. †prohibida su copia y/o adaptación ★portada hecha por aika-chan~ ♥ Empezada: 16/01/17...