Capitulo 1.

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"Lucha por lo que amas, y recuerda, jamás te des por vencido, el amor es lo más poderoso que tienes de tu lado"

Los problemas entre mis padres crecían, tanto que estaba harta de vivir en las mismas cuatro paredes con ellos, no sabía que era ridiculo, si sus peleas de niños o que todo fuera ocasionado por la falta de dinero.

La empresa de papá se fue a la quiebra, aunque eso lo veía venir, ellos nunca han sido buenos en tomar decisiones correctas y mamá nunca a aprendido a controlarse con el dinero, sabía que sucedería, de todos modos.

Sin embargo, no me enoja en lo absoluto, a diferencia de mis padres supe administrar el dinero que tenía en mi poder, algo que ellos no hicieron, pero eso no viene al caso, lo que me tiene inquieta es que desde hace meces traen al mismo hombre a casa, un chico alto, de buen porte y lindo acento británico demasiado refinado para mi gusto, cabello rubio y grandes ojos azules, junto con su nariz respingada, toda la descripción de perfección, pero no para mi, detestaba su presencia en nuestra pequeña casa.

-¡Madison!- mi madre entra a mi habitación, quito la mirada de mi libro y la miro atentamente.-Baja querida, el señor Horan te espera.- sonríe excesivamente, tanto que me da miedo.

Ruedo los ojos- No quiero- hago una mueca ignorándola a través de mi libro, nunca e sido una niña mimada y desobediente pero ese hombre en lo absoluto me cae bien.

-Madison, tienes que bajar, ahora, es una orden- dice esta vez sería, suspiro y dejo mi libro en mi mesa de noche, paso a un lado de ella y de mala gana bajo al primer piso.

El llegar a la sala tanto como mi padre y Niall se levantan, mostrando respeto a nosotras, algo común en los ricos.

-Hija, saluda al señor Horan.- mi padre me dice mirándolo con admiración, como si fuera un dios.

- Hola- digo y salgo de la sala al comedor, desde la mañana no comía algo.

Mi madre va hacia mi y toma mi mano jalándome de nuevo a la sala, la miro mal soltándome de su agarre.

-Pórtate bien, Madison.- me amenaza mirándome seriamente, suspiro y camino al sillón a comer mi manzana.

- Veo que tiene un gran carácter, ¿no es así?- el me mira con una ceja alzada, dejando ver una sonrisa burlona, demasiado confiado.

-Eso a usted que le importa- escupo hacia el, molesta.

-Descuida hermosa, puedo solucionar eso, ya verás- me mira con determinación, tiene tanta confianza en sí mismo que es molesto.

- ¿A que te refieres?- alzó una ceja, retándolo con la mirada.

Mis padres se miran entre ellos, los miro nerviosa, ¿que está pasando?

- ¿Aún no se lo dicen?- Niall los mira.

-¿Decirme que?- me levanto de mi lugar mirando a mis padres- ¡Vamos! ¡Díganlo!-

-Te casaras con él, Madison, está decidido - mi padre dice, pidiéndome disculpas con la mirada.

Los miro más que molesta mientras lágrimas comienzan a caer, es dolor mezclado con coraje en este momento, ¿como pudieron?

- ¡No pueden hacer eso!- grito con furia.

-Ya firmaron, hermosa, ahora eres mía- me dice, con un tono de voz tan frívolo que hace que me estremezca.

365 Días contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora