Capitulo 13

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El paisaje tropical es lo primero que nos recibe, es tan hermoso desde arriba que debe ser igual de hermoso desde abajo, la emoción comienza a consumirme, tanto que quiero bajar en ese mismo momento.

- Niall...-lo muevo un poco de mi hombro.- Niall- digo más fuerte- Niall- lo sacudo al fin despertándolo.

- ¿Qué?- entreabre sus ojos con dificultad, lucia pacificó y más humano cuando despertaba.

- Ya casi llegamos- mencionó con emoción, el talla sus ojos abriéndolos por fin dejándome admirar lo azul y hermosos que lucen a la luz del sol que pegan en ellos, por un momento me perdí en lo intensos que eran.

- ¿Para eso me despertaste?- ruedo los ojos, allí esta el Niall que conozco.- He estado aquí muchas veces.- hace un ademán con su mano como si no tuviera importancia.

- Pero para mí es la primera vez, recuerda que no soy rica como tú- ruedo los ojos.

- Ahora lo eres, recuerda, eres una Horan ahora.- me recuerda.

- Ni lo menciones- murmuró haciendo que su ceño se frunza dando por terminada la platica, si que sabía cómo quitar mi emoción en un segundo.

Al bajar y después de ir por nuestras maletas una camioneta enorme y blindada nos espera afuera por una puerta privada, ni estando en otro lado Niall podía evitar tener sus lujos.

- Señor y señora Horan- un gran tipo corpulento nos saluda con respeto, este solo lo mira señalando las maletas de ambos, el señor solo asiente tomando las maletas, ruedo los ojos tomando las mías.

- Yo puedo llevarlas.- me ofrezco.

- No, señorita Horan, yo debo hacerlo- el señor me dice quitándome las maletas, estiro mi brazo para tomarlas de nuevo pero Niall lo evita tomando mi muñeca.

- Tú no debes hacer esas cosas, ahora eres de la alta sociedad.- menciona comenzando a caminar.

- ¿Alta sociedad? Eso no evita que ayudes, o que al menos lleves tu maleta, eso no te hace menos Niall- muestro mi enojo, era tan idiota, no entendía a los de su clase social.

-No lo harás, y punto.- dice tajante tomando mi mano para llegar a la camioneta subiendo juntos en la parte trasera, todo el camino fue en silencio cada quien de su lado, como siempre Niall en el teléfono atendiendo lo único importante en su vida, su empresa.

La camioneta al estacionarse y al fin estar abajo lo único que se ve es un gran hotel, alto, al parecer demasiados pisos y cinco estrellas, no podía esperar menos de Niall, caminamos juntos dentro de la recepción, justo igual de majestuoso que el exterior el interior es mucho mejor, además de las personas, al menos hoy no lucía como una chiquilla, con la nueva ropa podía pasar desapercibida por todo esa gente refinada.

Niall camino a registrar nuestra llegada en cuanto a mí me dediqué a observar todo sin que se viera obvio que jamás en mi vida había estado en un hotel así de enorme y elegante, me sentía como algo insignificante, no encajaba en el mundo de Niall y si ya lo pensaba ahora mismo lo confirmaba, era demasiado para mí.

-Madison, vamos.- Niall me llama, giró sobre mi eje caminando de regreso a él hasta llegar al elevador, Niall selecciona el botón del piso treinta subiendo hasta llegar a una suite, la habitación abarcaba todo un piso del hotel, era enorme.

- ¿Es enserio Niall?- mencionó entrando, el lugar tenía un mini bar además de una sala con ventanales de vidrio enormes dando una vista hermosa de Hawái, al fondo se notaban solo dos puertas que suponían eran las habitaciones, y del otro lado una gran cocina con isla y una mesa para seis.

- Vamos Madison, no es tanto.- le resta importancia.- En un momento dejaran las maletas, así podrás alistarte para salir.

- ¿No es tanto?- lo miro incrédula.- Es mucho más grande que mi antigua casa, y dices que no es demasiado, estas loco.- el rueda los ojos.

- Realmente no conoces nada.- dice con arrogancia tomando un vino del pequeño bar.

-Te lo he dicho, pero parece que no sabes a quién compraste.- le digo, cansada de repetirlo, veo como se encoge de hombros mientras me dirijo a las habitaciones.

Al abrir la primera quedo en shock, era una cama enorme con escalones para llegar a el, además de tener un gran closet para dejar las cosas, era demasiado abrumador, al pasar a la siguiente puerta me doy cuenta que es un baño igual de enorme y demasiado arreglado.

- ¡No creas que dormirémos juntos!- gritó.

- ¿De que hablas?- Niall dice cerca de mi provocando que salte asustada.

Tomo un respiro después del susto- Que no dormiremos juntos, solo hay una habitación.- me cruzo de brazos.

- Oh, vamos, ahora estamos casados, es normal en el matrimonio.- me mira mal.

- Niall, esto no es real ¿recuerdas? No dormiré contigo, dormiré en el sofá.- sentenció, el me mira fijamente con sus intensos ojos azules, detestaba que no mostrarán absolutamente nada, eran neutrales.

-Dormiremos juntos.- menciona después de segundos en silencio.

- No, hombre, no.- me alejo de el volviendo a la sala.

- Ya dije, se hace lo que yo mando- me sigue.-

- Pero yo no sigo tus órdenes ¿lo olvidas?- me giro para enfrentarlo, él frena quedando de frente a mí obligándome a alzar la mirada a sus ojos.

-Está vez lo harás, no tienes más opciones.-

- La tengo, el sofá.- alzó una ceja en forma de burla girándome nuevamente.

Niall se queda callado y es extraño hasta que veo a un chico vestido de negro con nuestras maletas, entra no sin antes saludarnos hasta irse a la habitación acomodando todo.

- ¿En serio?- me río.- ¡Es increíble! Ni acomodar ropa quieres hacer.- alzó mis brazo dejándome caer al sofá.

-Madison, es mejor que te calles.- me toma fuerte del antebrazo girándome provocando un golpe entre nuestros cuerpos.

- ¿Y si no lo hago? ¿Serías capaz de golpearme?- lo retó, el se queda mirando mis ojos, siempre mantenido contacto visual pero sin comunicar nada con su mirada, era indescifrable.

Me suelta con brusquedad saliendo de la suite, suelto un suspiro cansado dejándome caer de nuevo al sofá, sabía que estaba jugando con fuego al retarlo, al ser la única persona que lo retaba y desobedecía pero no importaba, el me estaba haciendo la vida de cuadritos, al menos lo disfrutaría, si algo aprendí en mis pocos años de vida es no dejarme por nadie, mucho menos por alguien de su clase social.

365 Días contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora