Me desperté de un salto. Por un momento no sabía dónde estaba, siempre me cuesta acostumbrarme cuando duermo en algún lugar que no sea mi casa, bueno, mi Ex casa.
Me había quedado dormida en mi cama. Todavía estaba el libro de arte que estaba leyendo antes de dormirme.
No se ni que hora es. Me fijo en el celular, eran las 6:38 de la mañana. Salí de mi cuarto en puntas de pie para ver si Maddison había llegado.
Apenas me acerqué a su puerta, escuche sus ronquidos. No tenia sueño, así que me dirigí a la cocina para ver que me podía preparar.
Abrí el refrigerador y saque un cartón de leche, lo deje en la mesada y abrí una pequeña alacena y saque una caja de cereal. En mi casa siempre cocinaba mi madre, no se mucho de cocina. Lo mejor y en lo que no puedo fallar es preparado un tazón de leche con cereales.
Abrí las puertas de otra alacena y saque un tazón blanco con puntos negros. ¿De donde salió tanta comida? ¿Y los platos?. Seguro lo compro Maddison. Ella cocina muy bien. Seguramente ella prepare todo para cenar, me gustaría aprender, tal vez le pida que me enseñe lo básico.
Vertí la leche en el tazón y desparrame dos grandes puñados de cereal. Prendí la televisión y me senté en la mesa a comer. No hay nada interesante a esta hora.
Termine de comer el cereal y rápidamente me fui a mi habitación a cambiarme y salir a tomar aire al balcón de mi cuarto.
Tiene una linda vista a la ciudad, y si miras debajo, se puede ver toda la calle.
Me sorprende que no pase gente, ni siquiera un auto, nada.
No podía irme, no tenía llaves.
Algo se prendió en mi cabeza.
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El día que te conocí.
Teen FictionSara Miller se acaba de independizar y consiguió un pequeño piso con su amiga Maddison Lewis. Una mañana, de camino a su trabajo se encontró con una persona. Una persona que ella no sabia que iba a cambiarle la vida.