el chico castaño se encontraba a cocinando carne para el menor, el pelinegro no ha hablado desde hace horas, simplemente esta en el sofá mirando por la ventana como si pensar en algo o simplemente ignorara al mayor.
las cosas que pasaban por la mente del chico eran demasiado retorcidas, no eran nada agradables, le tenia miedo al chico que ahora se encontraba en la cocina cocinándole algo caliente para el espantoso frío que había, el menor temblaba como si de un cepillo de dientes eléctrico se tratase, temblaba por dos cosas, el frio que hacia y el miedo que sentía acerca de lo que pudiera hacerle el castaño.
-llevas 6 horas aquí y no me has dicho ni tu nombre- replico el mayor alzando la voz por encima del sonido de la carne sobre el aceite hirviendo.
Andrew no recibió respuesta alguna del muchacho solo encontró el sonido de la horrible canción que el detestaba.
-¿podrías callar esa cosa?-exclamo el castaño bruscamente, el menor se sobresalto, se levanto del sofá y saco su celular de el bolsillo trasero de su pantalón y contesto la llamada.
-hola-hablo el chico con voz temblorosa.
-tobias, ¿en donde estas? me tienes preocupada, hace más de 3 horas que te estoy llamando- se logró escuchar como la persona del otro lado sofocaba un sollozo.
-lo siento mamá. ocurrió un accidente Pe....-
-¿estas bien?, ¿te ocurrió algo? ¿que te hizo lucas? sabia que no tenías que haber ido, debí evitarlo-la madre del chico comenzó a sollozar el muchacho no sabia que hacer nunca había sido bueno para consolar a la gente cuando llora.
-tranquila mamá, no me ocurrió nada, ahora estoy con un.....-el chico lo pensó dos veces antes de hablar, Andrew dejo de cocinar y se hacerco al menor-estoy con un amigo, de echo ya iba para haya- aviso Tobías con las manos temblorosas, escuchar a su madre llorar lo ponía mal. simplemente no podía soportarlo mas.
-¡¡¡no!!! Tobías quete ahí , no me perdonaría si te pasa algo, es de noche, mejor vuelve en la mañana- el chico nunca podía decirle que no a su madre, la amaba y sabia que su madre era muy débil y sensible y sabia que ella tenía la razón. Tobías suspiro fuertemente aun con las manos temblorosas, El celular comenzó a resbalarse de sus sudorosas manos, tomo él celular con mas firmeza, tomo aire y respondió a su madre.
- esta bien ma, no te preocupes, mañana al mediodía llego, te amo- él chico pelinegro simplemente escucho un yo también tembloroso del otro lado de la línea seguido del pitido del aparato dándole a entender que su madre había finalizado la llamada. El ojiazul despego él celular de su oreja ahora sudorosa y caliente por él contacto del aparato.
- así que Tobías ¿he?- hablo él castaño con una mirada burlo a en su cara, por fin sabia él nombre de aquel muchacho y no era nada feo aquel nombre.
-¿tienes algún problema con mi nombre?- cuestionó él menor con cierto fastidio en su voz que lo hacían oír tierno.
-es un lindo nombre-
-eso es lo que dice mi madre cada vez que me quejo de el- él menor río recordando aquel momento en él que le dijo a su madre por primera vez que se quejo de él.
-tu madre es muy sabia- él mayor sonrió.
Andrew se dirigió a seguir preparando la carne que en estos momentos reposaba sobre una sartén llena de él jugo de la carne. El chico predio el fuego de la estufa y le dio vuelta a la carne. Por su parte el pequeño tobias seguía en el sofá, ahora no temblaba tanto como hace un par de minutos, comenzaba a relajarse tal vez demasiado considerando que estaba en casa deun extraño que encontró en un callejón dirigiéndose a tal vez su muerte.
-¿te gusta el café con leche?- pregunto Andrew al menor, el menor negó con la cabeza repetidas veces.
-soy intolerante a la lactosa y no tomó el café solo, así que no quiero café, gracias- el menor sonrió agradecido pero por mas que quisiera no podía aceptarlo.
-bueno supongo que Más para mi-expreso Andrew con una radiante sonrisa que enamoraría a cualquier persona, menos a el pequeño ojiazul, su sonrisa le parecía demasiado forzada, además aun no confiaba en aquel tipo, no era de esas personas que con que le sonrían amablemente ya confía plenamente en el, el no era así, el desconfiaba incluso de sus amigos mas íntimos, podía parecer una exageración, el también lo creía en el pasado pero esa exageración lo ayudo a alejarse de malas influencias.
-aquí esta tu carne- avisa el ojiverde con una sonrisa en su rostro, tal vez parezca que es una sonrisa fingida pero era la sonrisa mas sincera que había mostrado en mucho tiempo.
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La Muerte
Teen Fictionalgunos pueden creer que tenerle miedo a la muerte no te llevara a ningún lado, dicen que no es normal temerle a algo que no vez y que a todos nos llega, tal vez tengan razón pero si lo piensas detenidamente él tenerle miedo a morir te hace sobreviv...