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Tres días habían pasado desde que Will dejó a Tessa en el salón. Tres días y ellos ni siquiera habían cruzado miradas desde ese momento. La noche en la cual Will le dijo todo lo que sentía a Tessa, él no pudo dormir, se paseó por su habitación hasta el amanecer pensado en que debía hacer. Sus alternativas eran escasas. Se planteó dejar el Instituto, irse lejos, donde nadie lo pudiera encontrar y comenzar un nueva vida, pero Jem venía a su mente, no podía abandonarlo. Por otro lado pensó en ir a la habitación de Tessa y rogarle que lo eligiera a él, que hablarán con Jem, pero de solo pensar que a lo mejor Jem no lo volviera a ver de la misma forma o que no le volviera a hablar se le apretaba el pecho. Will no tomaba desayuno, ni  almorzaba con ellos. Durante esos días tuvo excusas para salir y para la cena, decía que estaba muy cansando como para acompañarlos. No podía mirar a Tessa o a Jem, su corazón se lastimaría aún más de lo que estaba, aunque él sabía que todo lo que estaba sucediendo era en parte su culpa. Si él se hubiese dado cuenta de la forma en que Jem miraba a Tessa desde un comienzo hubiese evitado sentir lo que sentía por ella. Aunque también sabía que era imposible no amar a Tessa, ella parecía estar hecha para él. Vivían por y para los libros, ellos respiraban las mismas palabras, y él se había sentido totalmente conectado a ella cuando leyó las cartas que estaban dirigidas a su hermano. Pero nada de eso tenía sentido ahora, ella amaba a Jem, y Jem a ella, eso era todo. 

Por otro lado, Tessa aún sentía el ardor en su mano a pesar que Sophie había hecho todo lo posible para que la herida curara rápido. Gracias a Dios la reunión con el Concejo se había pospuesto para una semana más, así no se tendría que presentar con esa venda en sus manos. Tuvo que inventar a todo el mundo que había sufrido una quemadura con agua caliente mientras se trataba de preparar un té, y aunque nadie, ni siquiera Jem, le creyó al principio, lo dejaron pasar. La idea de no volver a ver a Will la estaba matando por dentro, estos tres días sin verlo habían sido francamente un infierno, pero ¿por qué deseaba tanto verlo?, bueno esa pregunta tenía una respuesta simple... lo amaba. La noche en que Will le confesó lo de la maldición y lo que sentía por ella, Tessa le dio muchas vueltas en la cabeza todo lo que él había dicho y no podía dejar de sentir lastima por aquel muchacho asustado que llegó al instituto y que hasta esos días se escondía bajo el hombre fuerte y maduro que era. Cuando Will le dijo que la amaba, su mundo se iluminó por apenas un segundo, pues era lo que, por una extraña razón, esperaba algún día escuchar salir de sus labios, pero no en el contexto en el cual se encontraban. Tres días para Tessa era mucho tiempo. Esta noche antes de irse a dormir Jem pasó por su habitación.

-¿Qué haces aquí?- dijo murmurando. La forma en que Jem la miraba era excepcional.

-Bueno, tenía que desearle buenas noches a mi prometida y... necesitaba hablar con alguien, ¿puedo pasar?- Jem miró el interior de la habitación y vio la cama abierta y el camisón de dormir de Tessa tendido en ella.- Pero... pensándolo bien, si estas cansada y quieres dormir...- no alcanzó a terminar la frase ya que Tessa tomó su mano y le dio un pequeño tirón para que pasará.

-No te preocupes, siempre tengo tiempo para ti- Se sentó en la cama y Jem tomó la silla que estaba al otro lado de la habitación y la dejó  en frente de Tessa para poder hablar con ella.

-Estoy preocupado, Will... no he hablado con él en dos noches, siento que algo malo le está sucediendo, pero no sé qué es. Me mata no poder ayudarlo.- Jem bajo la mirada a sus manos las cuales estaban rodeadas por las de Tessa. Sabía que Tessa no estaba diciendo la verdad cuando dijo que se había quemado con agua caliente.-¿Sabes? Creo que llevas muchos días con esto en tu mano, si solo fue una quemadura debes sacártelo para que tu mano toma aire.-

Tessa que había permanecido callada desde que Jem entró a la habitación se limitó a hacer algún gesto y solo puso sus manos en su regazo. En primer lugar, sabía lo que le pasaba a Will, ella había roto su corazón, lo había lastimado aún más de lo que ya estaba, pero no podía decirle eso a Jem.  Y en segundo lugar, no tenía el valor para decirle lo que realmente le pasó a su mano

-Creo que sí Will tuviera un problema, tú serías el primero al cual él acudiría, no creo que sea algo grave, solo dale tiempo. Por lo que me has contado no es la primera vez que hace esto. – No podía seguir mintiéndole así como así a Jem, eso le dolía en el alma.

-Lo sé, pero... hace dos noches fue a mi habitación y estuvimos hablando. Le hablé sobre los sentimientos que tengo por ti, pero a pesar de que se sentía feliz por mí, no podía sacar de mi mente que había algo detrás, yo... no sé qué pensar. A lo mejor es soló mi imaginación, pero...lo vi muchas veces mirándote de la misma forma que yo te miro- Jem se ahogó con sus propias palabras y Tessa comenzó a respirar con más dificultad que lo normal.-No sé si estoy en lo cierto o no, pero siento que yo soy el causante de lo que está pasando Will.

-Jem, yo...-se apresuró a decir Tessa, no quería que Jem se sintiera culpable por nada, él no era el responsable de nada en todo esto.

-No, yo... yo he visto como también lo miras. Veo como tus ojos brillan cada vez que él aparece en una habitación- Jem cerró los ojos y suspiró, no podía creer lo que estaba diciendo, pero era hora que todo acabará, no soportaba la idea de ver sufrir a las personas que más amaba en este mundo, aunque eso significará perder a la única mujer que de verdad había hecho palpitar su corazón de una manera sobrenatural.-Tessa, te he visto sufrir estos días, y no puedo seguir viéndote así. Sé cómo miras la entrada al comedor cuando estamos en él esperando a que él entre en cualquier momento, pero no lo hace. Te he visto en la biblioteca, no lees los libros solo te sientas y observas las paginas una y otra vez, es como si no entendieras lo que dicen y entonces miras por la ventana, esperando una respuesta. Te he escuchado llorar antes de dormir, y eso... me parte el corazón. –

Tessa comenzó a llorar, y sabía que las lágrimas ya no detendrían. Miró a Jem esperando ver decepción en sus ojos, pero lo vio... ¿bien? Él la miraba como siempre lo hacía, con admiración.  Jem, levantó su mano derecha y comenzó a secar cada lágrima que ya había sido derramada por Tessa.

-Yo, lo siento tanto...- sollozó ella

-No, no Tessa, no debes sentir nada, yo soy el que de verdad está arrepentido, fui egoísta. No debí pedirte que te casarás conmigo sabiendo que a lo mejor amas a alguien mas. Pero el otro día en mi habitación sentí que tu también podías corresponderme con cada caricia y cada beso, solo... pensé que a lo mejor me ibas a llegar a mirar como lo miras a él. Pero ahora me doy cuenta que no fue la mejor decisión.-  Jem volvió a bajar sus manos y también la mirada.

-Jem no, espera... yo, seré sincera contigo- Tessa respiró hondo, sabía que debía decirle la verdad a Jem, él se lo merecía, había sido tan bueno con ella.- Tienes razón, yo... estoy enamorada de Will- confesó, pero luego se apresuró a seguir hablando- pero fue algo que no pude evitar. Siempre pensé que alguien vendría a mi rescate, mi príncipe azul, y Will apareció en mi habitación un día en la casa de la las Hermanas Oscuras, y después él fue tan sincero cuando hablábamos de los libros. Él se preocupó por mi cuando estuve en peligro... yo simplemente comencé a sentir cosas por él inconscientemente. Pero, yo también te amo, eres tierno, amable, compresivo... todo lo que una chica espera, hasta yo, James eres el hombre perfecto para cualquier mujer...-

-Para cualquier mujer excepto para ti- interrumpió Jem.

-¿Siquiera estas escuchándome?- replicó Tessa- acabó de decir que también te amo. –

-Pero también acabas de decir que amas a Will. Tessa, ¿Por qué no me lo dijiste antes?-...

Fanfic: Lo que debió pasar entre Will y TessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora