Un Mes De Campamento

El fin de semana

-¿Cual es?- Espera impacientemente la respuesta de sus padres.

-Ehmmm... Nos vas a ayudar este fin de semana a atender la panadería.-Tom abrazó a su esposa Sabine.- Este fin de semana no vas a salir.

-Vale papá.- La azabache salió de su casa y se dirigió al parque, dónde había quedado para verse con Alya.

TRES HORAS MÁS TARDE

-Mari, ¿Será que me puedes decir de una vez porque estás tan misteriosa? -Volteó a mirar a la ojiazul con una cara seria.

-Yo... Psss nada, todo está bien, mi vida está más normal que siempre, jeje. -Miró hacia otra parte, evitando la mirada de su amiga.

-Ok, te creo- Dijo la morena, sarcásticamente.

-Aghhhh...- Sacó su móvil y miró la hora.

-Y... Dime ¿Que te dijeron tus papás?¿Puedes ir?- Alya miró a la azabache.

-Bueno... Todo el fin de semana tendré que ayudar en la panadería. -Suspiró.

-Bueno pues entonces yo te ayudaré.- Sonrió alegremente la morena.

Marinette le agradeció a su amiga por la ayuda que le iba a dar.

Siguieron hablando de algunas cosas un rato. A las 9:30 pm de la noche se despidieron y cada una llegó a su casa.

EN EL FIN DE SEMANA

-Hola Marinette ¿Como te ha ido? - Sonrió la morena.

-Bi-bien, debemos comenzar. - Se dirigió a la cocina.

POR LA NOCHE

-Marinette, estoy muy cansada, no puedo creer todo lo que tienen que hacer tus padres.- Se tira a la cama.

-Si ¿Cuantas tortas tuvimos que hacer?- Se dirige al baño con su ropa para dormir en la mano.

-Puesss, tres de cereza, 1 de chocolate y no me acuerdo el sabor pero era otra.-Se acostó en una cama que había puesto recientemente la azabache.

AL DÍA SIGUIENTE

Todo el día fue igual al anterior. Por la noche, Marinette y Alya estaban viendo cuanto dinero habían ganado, entonces la puerta se abrió y dejó ver a un chico de la clase de Alya y de Marinette.

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Espero que les haya gustado y bueno me voy porque... Sorry, casi nadie sabe la razón, jejeje.

Bye, nos vemos.
:)