Mi nuevo hogar

14 2 0
                                    

Al llegar allí solo tenía ganas de empezar a limpiar y hacer comida. Pero mi mayor sueño era ser la ayudante y sirvienta personal de la reina Aurora.

Así que baje del carruaje y me dirigió, la persona que me trajo, a mi nueva habitación. Cuando llegue vi una cama al lado de una ventana, cerca de ella una mesa pequeña con una silla y un armario en la parte donde se encontraba la puerta. La habitación no era muy grande pero tenía el tamaño perfecto para su uso de todos los días.

- Quédate aquí, ahora vendrá Lisa.-dijo secamente mientras señalaba la cama.

Así que mientras esperaba a Lisa, me dirigí a la ventana y la abrí. Desde allí veía el terreno de mis amos. Era un jardín muy grande y verde, el sol pegaba y hacia ver a la hierba como algo fantástico y maravilloso. Que daba ganas de tumbarse en ella y contemplar el cielo. A lo lejos vi como un lugar de relax, con un lago pequeño y al rededor de él muchas flores coloreadas.

-Hola. ¡Debes ser la nueva no!- dijo alguien con alegría y ansiedad de que le contestara.

Baje la mirada y vi a un joven que me miraba con cara de pervertido. Que asco me dio, así que me dirigí a la cama. No quería sentir ese sentimiento como si fuera un objeto.

De repente escuche que alguien llamaba a la puerta.
-¿Quien es?
-Soy Lisa, soy la encargada de enseñarte el castillo y donde vas a trabajar.
- A vale, pues vamos.- dije mientras me levantaba de la cama para ver mi nuevo hogar.

---- Unas horas después----

Me enseño Lisa todo el castillo que no era nada pequeño. En total tenía 20 habitaciones, una sala de baile, otra de música, una para recibir a los invitados, 3 salas de comidas y la sala para eventos importantes. Y luego la parte de los empleados donde habían pocas habitaciones y solo una cocina para hacer nuestra comida y la de ellos.

Solo de pensar que tendría que subir escaleras y bajarlas todos los días me entraba sueño. Mire hacia delante y vi a Lisa, no se como aguantaba. Ella era una mujer mayor de 50 años, muy gastada para su edad.

- ¿En que piensas Amanda? - dijo mirándome de arriba a abajo con cara de indiferencia.
- En que en poco voy a hacerme muy prima.
- Jajajaja ya te acostumbrarás a subir y a bajar escaleras. Pero eso si ten cuidado con el príncipe es muy especial.- dijo con cara de miedo.
- Vale tranquila tendré cuidado.-dije sorprendida por sus palabras no sabia que tuvieran un hijo los reyes.
-Bueno tu ten cuidado, aun eres una pollita.
- Tampoco soy tan joven tengo 17 años. Muchas de mi edad ya están o prometidas o casadas. Y muchas ya están esperando un hijo.
-Ya lo se. Pero para mi aun eres una niña pequeña e inocente.
- Tranquila me se cuidar bien.
- Eso espero no hagas como la última que la mataron por tener relaciones con su hijo.
-Tranquila.
- Hay tienes la ropa para mañana -dijo señalándome el armario- y mañana nada mas salga el amanecer vendré a decirte que tienes que hacer. Y como hoy es tu primer día fines 3h de descanso puedes ir a pegar una vuelta por la ciudad.
- Vale.
Nada mas se fue me dirigí hacia la salida del gran castillo. Así que baje las escaleras, gire y abrí la puerta.
Al salir a la calle lo primero que vi es a guardias que me miraron con cara de indiferentes. Pero a mi me da igual así que me dirigí hacia la la gran calle donde estaban todas las tiendas. Y me pare en la de papel y tinta para comprar, ja que quería escribirle a mi madre (aunque sabia escribir lo mínimo que sabe una campesina). Y luego me dirigí hacia palacio, pero vi la tienda de flores y me pare a verla.
- ¿Que lindas flores no? Pero no tan bellas y lindas como la dama que las mira.
Me gire a ver quien me lo decía y al parecer era el chico de antes.
- Gracias.- dije indiferentemente.
- O lo siento soy Eric.- dijo con gesto simpático.
- Mucho gusto, yo soy Amanda.- dije por educación.
- Eres la nueva trabajadora del castillo no?
-Si soy la nueva mañana empiezo. Por cierto tu cara me suena.
-Eso sera porque no me has olvidado en todo el día.- dijo con una sonrisa picara.
- Si sera eso.
Me gire para dirigirme hacia el palacio y dejarlo allí. No me daba buena espina, pero no quería tener enemigos antes de empezar a trabajar.

- ¿Donde vas?

- Hacia castillo tengo que dormir que mañana es mi primer día.

- Te acompaño, que yo también voy hacia allí. Que mañana tengo mucho trabajo.

- ¿Que tienes que hacer?- dije para saber por donde no tenia que pasar durante el día. Porque odiaba su forma de mirarme.

- Mañana tengo que recibir a unos invitados y por la tarde tengo que hacer unas cosas en la biblioteca. y por la noche tengo planes en el jardín, con el príncipe. ¿Porque lo preguntas?

- Por saber, si vas a estar por donde trabajo tendré que conocerte bien.

- Dama curiosa veo y muy educada eso esta bien.- dijo mirándome con cara picara.

- Curiosa no pero educada si soy. - dije mirándolo secamente para que quitara esa cara.

Durante el resto del camino el me preguntaba de donde era y cosas sobre mi. Pero no me quitaba esa sonrisa picarona y esa mirada pervertida. Y cuando llegamos a la cocina se paro en seca y me dijo:

- Bueno me despido aquí linda dama.

Se acacho, hasta ponerse de rodillas. Entonces me cogió la mano y me la besa, se levanto y se fue hacia la zona de los reyes. Imagino que tendrá que hacer cosas. Según hablaba es el ayudante del príncipe. ¿O sera el príncipe? No, no creo que sea el príncipe no llevaba escoltas ni un gran traje puesto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 19, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El príncipe y la amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora